GINEBRA.- La India no cedió hoy a las presiones, y tras no obtener garantías de protección
a largo plazo de su programa de subsidios agrícolas, bloqueó la
aprobación de un protocolo que permitiría adoptar el primer acuerdo
alcanzado en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 20
años.
"No hemos sido capaces de encontrar una solución que nos permitirá
superar las dificultades. Intentamos todos lo que pudimos. Pero no ha
sido posible", afirmó el director general de la OMC, Roberto Azevêdo
ante los 160 miembros que conforman el organismo.
El acuerdo de Facilitación del Comercio fue alcanzado en la última
reunión ministerial, el pasado diciembre en Bali (Indonesia) y establece
decenas de medidas para facilitar el flujo de bienes en las aduanas,
reducir la burocracia y con ello multiplicar los intercambios
comerciales entre países.
Hoy a media noche se cumple el plazo establecido en el acuerdo de
Bali para aprobar el protocolo -éstos deben aprobarse por consenso- y
aunque las negociaciones se prolongaron hasta las 21.00 horas, Nueva
Delhi cumplió su amenaza, no cedió y bloqueó su aprobación.
"A menos que algo pase hoy antes de media noche, el tema 2 de la
agenda (la aprobación del protocolo) quedará sin resolver. Por su
puesto, es verdad que todo está abierto hasta medianoche, pero
actualmente no hay ninguna solución real sobre la mesa, y no tengo
ninguna indicación de que habrá una a corto plazo", aclaró Azevêdo.
El nuevo gobierno del nacionalista Narendra Modi quería tener
garantías de "una solución a largo plazo" para su programa de seguridad
alimentaria y para ello solicitaba "abrir el paquete de Bali".
Azêvedo, ya avanzó que eso era diametralmente imposible, y aunque
hubo negociaciones hasta último momento, no se alcanzó un punto de
acuerdo.
India tiene un programa de subsidios por el cual compra a los
pequeños agricultores -que son la mayoría, con menos de 1,2 acres de
terreno- los productos por encima del precio del mercado y después los
revende a precios ajustados al poder adquisitivo de los ciudadanos más
pobres.
Este sistema ha sido duramente criticado por varios miembros,
especialmente Estados Unidos y Pakistán que lo acusan de no ser
consistente con las normas de la organización.
No obstante, y precisamente, para contar con el apoyo indio en el
acuerdo de Facilitación del Comercio, en Bali se aceptó que el programa
de incentivos quedaría exento de cualquier disputa comercial hasta 2017.
Sin embargo, hace pocas semanas, Nueva Delhi volvió a reabrir el caso
al protestar porque en estos siete meses no se había avanzado un ápice
en resolver el tema de la "cuestión de la seguridad alimentaria de sus
600 millones de pobres", un tema que pare ellos es "vital".
Ante esta situación, India pidió que se reabriese el paquete de Bali y
se establecieran garantías de que podría proteger y subsidiar a sus
pequeños agricultores sin fecha de caducidad o con mejor tratamiento que
el actual, dado que ahora sólo puede subsidiar el 10 por ciento de su
producción agrícola.
Una opción que Estados Unidos y la Unión Europea, eminentemente,
rechazan de plano, dado que no quieren tener barreras al inmenso mercado
indio.
Washington hizo todo lo posible para presionar a Nueva Delhi y hoy
mismo el secretario de Estado, John Kerry, y la secretaria de Comercio,
Penny Pritzker, mantuvieron reuniones con miembros del gobierno indio
para explicarles la necesidad de concluir el acuerdo.
La administración de Barak Obama argumenta que el acuerdo permitiría
la creación de 21 millones de empleos y añadiría a la economía global 1
billón de dólares.
Un argumento que India -y en los últimos días Cuba y Venezuela-
rechazaron públicamente argumentando que el acuerdo sólo beneficiaría a
los países desarrollados.
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