BUENOS AIRES.- José Alfredo Martínez de Hoz, emblemático ministro de Economía de la
última dictadura de Argentina y creador de algunos de los experimentos
económicos que llevaron al país a la ruina financiera, murió el sábado a
los 87 años.
El ex funcionario, que estaba bajo arresto domiciliario por su
rol en el secuestro de dos empresarios en la década de 1970, falleció el
sábado en Buenos Aires, reportaron medios locales en sus portales web.
El nombre de Martínez de Hoz se convirtió en un sinónimo de mala
administración en Argentina, pero su plan para poner orden en la
turbulenta economía del país fue inicialmente alabado en Wall Street.
En una entrevista de 1978, el famoso banquero estadounidense
David Rockefeller calificó a su estrategia como "brillante, sólida y
sobre todo absolutamente realista" y describió cómo concedió
inmediatamente al país un crédito del Chase Bank. Más préstamos vinieron
después.
Ese fue el comienzo de una escalada de la deuda externa de
Argentina que según sus críticos fue la semilla que más de dos décadas
después llevaría al colapso económico de la nación, que culminó con la
mayor cesación de pagos de la historia.
La economía argentina estaba en mal estado en 1976, cuando la
junta militar recién llegada al poder puso frente del ministerio clave a
Martínez de Hoz, un hombre proveniente de una rica familia de
terratenientes y con fuertes vínculos con el sector privado.
Su primer desafío fue enfrentar una galopante inflación que estaba desatando protestas sociales.
"Yo no quería ser ministro", dijo en una entrevista en el 2007.
"(Pero) amenazaron con poner a un militar en el cargo y para evitar un
desastre me vi obligado a aceptar", agregó.
Su "tablita", un instrumento que apuntaba a dejar devaluar en
forma constante pero gradual el peso frente al dólar, moldeó la política
económica desde 1978 hasta su colapso en 1981.
La sobrevaluación del peso causó un enorme déficit en la balanza
de pagos hacia 1980, lo que incentivó la fuga de capitales, destruyendo
las industrias exportadoras locales y llevando a un período conocido
como "plata (dinero) dulce".
Argentinos armados con pesos sobrevaluados viajaban de vacaciones
al extranjero y retornaban cargados con productos manufacturados en el
exterior.
Pero en 1981, cuando el colapso de la industria nacional hundió
al país en una profunda recesión, la "tablita" de Martínez de Hoz fue
finalmente descartada y se produjo una devaluación de la moneda local.
Así terminó la carrera de Martínez de Hoz como ministro de
Economía, dejando una deuda soberana gigantesca que atormentaría al país
durante las décadas siguientes.
Sin embargo, sus problemas no habían terminado.
En 2010, Martínez de Hoz fue arrestado y sometido a prisión
domiciliaria como parte de una investigación por su supuesta
participación en el secuestro de dos empresarios, Federico Gutheim y su
hijo Miguel. El ex funcionario negó su vinculación en el delito.
Poco después de su detención, sus hijos Marcos y José Martínez de
Hoz publicaron una nota en el reconocido periódico Clarín en la que
acusaban a la presidenta Cristina Fernández de llevar adelante una
"persistente política de odio y persecución" contra su padre.
Martínez de Hoz no mostraba arrepentimiento respecto de sus
políticas y defendía al brutal Gobierno del ex dictador Jorge Videla,
durante el cual miles de personas fueron asesinadas en el marco de una
feroz campaña de persecución a disidentes de izquierda.
"(Videla) tenía que defender a la sociedad de los ataques que
empezaron los grupos terroristas", afirmó en la entrevista de 2007.
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