MADRID.- El ex secretario general de la OTAN, el español Javier Solana,
ha considerado sobre el conflicto en Gaza que el reconocimiento del
Estado palestino es «un paso en la buena dirección», pero ha advertido
de que «va a ser todavía muy difícil». Así, ha abogado por recuperar las negociaciones para dar una solución a la situación.
Solana ha participado este jueves en el 34º Encuentro Empresarial
Elkargi, que se ha celebrado en el Kursaal de San Sebastián, y en el que
también han intervenido el ex primer ministro de Italia, Mario Monti,
el catedrático de filosofía política, Daniel Innerarity, y la presidenta
del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, que ha participado a
través de un vídeo.
Tras recordar que él ya defendió en 2008 la necesidad de
reconocimiento del Estado palestino, se ha felicitado por que
«afortunadamente en estas horas parece que hay una voluntad de
reconocerlo». En ese sentido, ha incidido en que en las Naciones Unidas
«149 países le han reconocido de facto como miembro».
A su juicio, «es muy importante que seamos capaces de que en las negociaciones que se van a abrir, sin duda, haya una posibilidad de conseguir una negociación que no sea como la última que se hizo»
con Bill Clinton como presidente de EEUU. «Iba a ser un exitazo pero
desgraciadamente no lo fue porque el negociador fundamental, el
presidente de Israel,
Isaac Rabin, fue asesinado dos semanas después y no volvieron a
retomarse. Deberíamos ser capaces de recuperarlo», ha expresado.
Asimismo, se ha referido a la guerra en Ucrania y ha apostado por el
«armisticio» como solución porque, tal y como ha subrayado, «cuanto antes dejemos de matar, mejor».
Así ha planteado una «solución a la coreana» entre Rusia y Ucrania en
la que, como en ambos países asiáticos, «no hay paz, pero es un
armisticio».
A su juicio, Europa debe ser capaz de «defender la posición que está
manteniendo» respecto a Ucrania y ha llamado a los países de la Unión a
ser «testarudos».
«Esta batalla no se puede perder, pero será muy
difícil ganarla totalmente porque Ucrania no va a entrar en Rusia», ha
afirmado, al tiempo que ha instado a «resolver el problema con
sensatez».
Por otro lado, Solana ha destacado que tanto en las elecciones
europeas son muy importantes, así como las de Estados Unidos, que lo son
además «para el Mundo».
«Estamos hablando de democracia, de populismo, porque donde realmente se va a jugar ese tipo de riesgo es en EEUU», ha advertido.
De este modo, ha opinado que «nos jugamos mucho en estas elecciones» y
ha alertado de que «la extrema derecha no quiere acabar con Europa,
quiere acabar con esta Europa, no está en contra del euro pero sí es
verdad que está en contra de unos valores fundamentales de más
europeización y Europa tiene que ser más europea, avanzar más por el
camino de ser más europea».
Además, ha alabado el «esfuerzo extraordinario» que ha hecho España
para «europeizarse» y ha destacado que, por ejemplo, sus fuerzas armadas
«son más proeuropeas que las francesas», al tiempo que ha incidido en
la importancia de «la planificación europea», algo que «no ha ocurrido
en la justicia».
Por otro lado, ha advertido de que ya no se hable de
una economía «globalizada», porque «la globalización está dando pasos
atrás y se está dando paso a la geopolitización».
Así, ha advertido de que esto tiene «algunos inconvenientes» porque
hace que las organizaciones internacionales «sean cada vez menos
importantes» y algunas instituciones «están disminuyendo en favor de
otros actores».
En ese sentido, ha citado el caso de la Organización
Mundial del Comercio que, según ha dicho, «prácticamente no existe
porque EEUU no quiere que exista».
En su discurso, Javier Solana se ha mostrado convencido de que «no
estamos en una economía de guerra», aunque ha abogado por hacer «un
esfuerzo por potenciar nuestra seguridad».
«No creo que vayamos a entrar
en guerras mayores porque no hay nada que ganar, no hay deseo de ello y
no veo una catástrofe económica que nos lleve a una guerra», ha
aseverado.
Finalmente, ha instado a que «la unanimidad desaparezca de las
decisiones europeas» porque, tal y como ha recordado, «está pendiente la
ampliación de la UE y es imposible el avance con derechos de veto».
Por
ello, ha llamado a «racionalizar bien» esta herramienta.
Por su parte, el ex primer ministro italiano Mario Monti ha opinado
que «el compromiso moral de la política europea es clave para afrontar
la actual coyuntura». Además, ha alertado de las «amenazas» de la
«extrema derecha» pero también de «la extrema izquierda», citando en
este último punto al Movimiento Cinco Estrellas de Italia, al tiempo que
ha lamentado que la distancia entre los políticos y la sociedad «está
aumentando».
El filósofo Daniel Innerarity, por su lado, ha advertido también de
la evolución de la extrema derecha en Europa y del «riesgo» de su
«influencia» en la derecha tradicional que puede llevar "a cambiar el
rumbo de las políticas europeas.
Por ello, ha considerado que ante estos «desplazamientos
ideológicos», es necesario ofrecer a los ciudadanos «propuestas de
futuro mejores que las de los administradores del miedo».
«Si queremos
recuperar el apoyo social, Europa debe ofrecer una protección social
acorde con su propia naturaleza», ha añadido.