Bañistas en una playa del sur de Europa el pasado mes de enero
NUEVA YORK/SIDNEY.- El año comenzó con el enero más caluroso en los 141 años en que se han mantenido registros mundiales, y es el mayor margen récord (1,14°C por encima del promedio del siglo XX) logrado sin la ayuda de un evento de El Niño en el Océano Pacífico.
El
nuevo récord mensual establecido para enero de 2020, según datos
publicados el miércoles por la Administración Nacional Oceánica y
Atmosférica de Estados Unidos, continúa una tendencia agresiva hacia
temperaturas más altas. Los cuatro eneros más calurosos registrados han
ocurrido desde 2016, y los 10 más cálidos han ocurrido desde 2002.
El
nuevo récord mundial establecido para enero de 2020 llega solo una
semana después de que el continente más frío, la Antártida, estableciera
nuevos récords de temperaturas cálidas. Investigadores argentinos
midieron 18,3°C el 6 de febrero, casi un grado por encima del máximo
anterior de hace cinco años.
El
mes pasado marcó el enero más caluroso en Europa, según el Servicio de
Cambio Climático Copérnico, con temperaturas superficiales 3,1°C más
altas que el promedio. Ninguna región ni ningún océano de la Tierra
estableció récords fríos. La extensión del hielo marino polar y las
nevadas del hemisferio norte terminaron en enero por debajo del
promedio.
Australia tiene bajo control la mayoría de
Australia tiene bajo control la mayoría de
incendios pero se enfrenta a las lluvias
Todos los incendios en Nueva Gales del Sur, el estado más afectado por
la ola de calor en Australia, ya están controlados, anunciaron este
jueves las autoridades, que se enfrentan ahora a las lluvias intensas.
Las lluvias contribuyeron a poner fin al "verano negro" austral que empezó en
septiembre y en el que murieron 33 personas en todo el país, pero ahora
están causando inundaciones.
"No todos los incendios están extinguidos, todavía hay algunos en
actividad en el sur del estado, pero todos están controlados por lo que
podemos concentrarnos en ayudar a la gente a reconstruir", dijo el
responsable de incendios de Nueva Gales del Sur, Rob Rogers, en Twitter.
"Son muy buenas noticias", afirmó por su parte un portavoz del servicio rural de incendios.
La ola de incendios arrasó más de 10 millones de hectáreas del este y
el sur de Australia, mató a mil millones de animales y destruyó 2.500
casas.
La crisis afectó a grandes ciudades, como Sídney, que estuvo semanas
bajo el humo, y en algunas zonas hubo que desplegar al ejército para
rescatar a los ciudadanos.
Los incendios provocados por una larga sequía y agravados por el cambio
climático, en el año más caluroso y seco en Australia desde que hay
registros.
Ahora la atención está puesta en controlar las inundaciones a la espera
de nuevas lluvias en los próximos días, que podrían ser la más
importantes en 30 años.
En jueves varios pantanos cerca de Sídney se desbordaron tras días de lluvias torrenciales.