CARACAS.- La primera batalla por la
presidencia del Parlamento de Venezuela se librará este martes, cuando
tanto el líder opositor Juan Guaidó y su rival Luis Parra, cada uno
reivindicando estar investido de los poderes para presidirlo, convocaron
en paralelo a una sesión en el hemiciclo.
Guaidó, quien desde ese
cargo reclamó hace un año la presidencia encargada de Venezuela, siendo
reconocido por medio centenar de países, convocó el lunes a una sesión
de la unicameral Asamblea Nacional para este martes en el Palacio
Legislativo, en Caracas.
A su vez, Parra, autoproclamado el domingo presidente del
Parlamento con el respaldo del chavismo en un polémico procedimiento,
llamó a asistir a otra sesión el mismo día, en esa sede.
"Juan Guaidó
todavía tiene la facultad de venir aquí como un diputado más de los 167
diputados que conforman la cámara y sentarse en su curul", dijo este
lunes en el Congreso.
Guaidó respondió calificándole de "cómplice
de la dictadura".
Piquetes militares y policiales le impidieron el
domingo entrar al Parlamento para reelegirse como presidente de la
cámara, hecho que tildó este lunes de "un asalto".
Mientras Guaidó
intentaba saltar las verjas del edificio, bloqueado por uniformados con
escudos antimotines, Parra -un legislador opositor que rompió con él
hace un mes tras ser acusado de corrupción- celebraba su juramentación.
Guaidó
llamó entonces a una sesión en las instalaciones del periódico El
Nacional, donde fue ratificado por la mayoría opositora legislativa con
un centenar de votos.
Estados Unidos, la Unión Europea y aliados
regionales como Colombia o Brasil renovaron su respaldo a Guaidó, quien
como jefe parlamentario reclamó el 23 de enero de 2019 la presidencia
interina de Venezuela con reconocimiento de medio centenar de gobiernos.
El Grupo de Lima, este lunes, le felicitó por su reelección.
"Seguiremos
manteniendo una agenda conjunta de trabajo" con Washington, escribió en
Twitter Guaidó, tras conversar con el vicepresidente estadounidense
Mike Pence y agradecerle su apoyo.
Maduro, en contraste, reconoció a Parra.
Parra
es acusado de cabildear ante autoridades de Colombia y Estados Unidos
para librar de responsabilidad a un empresario implicado en un caso de
presuntos sobrecostos en la importación de alimentos para el gobierno de
Maduro.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, expresó este lunes
su "preocupación" por la juramentación de Parra, estimando que ésta
"torna el diálogo que se necesita de manera urgente aún más difícil de
lograr".
La Secretaria General de la OEA, en tanto, consideró el
acto "nulo y carente de todo valor jurídico", reiterando en un
comunicado "la necesidad de mantener el apego a las normas".
Poco
después de la votación en la que fue reelegido, Guaidó pidió a su
partido político, Voluntad Popular, que lo "relevara" de su militancia
para ser "independiente" y "atender a cada uno de los sectores del
país".
La organización fundada por el mentor del líder
parlamentario, Leopoldo López, aceptó el pedido a fin de "contribuir al
fortalecimiento de la unidad" en la oposición.
El rechazo a Parra
reagrupó a fuerzas opositoras que mantenían diferencias con Guaidó. "Fue
impuesto por el chavismo (...) en un capítulo más de autocracia y abuso
de poder (...) y los abusos unifican", dijo Luis Vicente León,
director de la encuestadora Datanálisis, quien considera que puede ser
una oportunidad para revitalizar protestas.
Henri Falcón, un chavista
disidente que rompió el boicot de los principales partidos opositores a
las presidenciales de 2018 ganadas por Maduro, tildó de "espectáculo
bochornoso" la proclamación de Parra.
Sin embargo, la oposición
deberá enfrentar un inminente llamado a elecciones para una nueva
Asamblea Nacional, que según la ley deben realizarse en 2020, último año
de la actual legislatura.
Ese escenario, subraya León, plantea "el riesgo de fracturas" entre quienes consideran participar y quienes lo descartan.
León
recuerda que Maduro ha utilizado la dualidad de poderes como un arma
contra sus adversarios y asegura que esta vez no es diferente.
Ya
el oficialismo desconocía todas las decisiones del Parlamento después de
que el Tribunal Supremo de Justicia lo declarara en desacato en 2016, y
una Asamblea Constituyente integrada solamente por chavistas asumió en
la práctica las funciones legislativas.
"Mientras Maduro mantenga
control territorial y militar, la capacidad de acción ejecutiva o
legislativa" de Guaidó seguirá siendo limitada, pero no su valor como
"símbolo", comenta León.
Parra, por lo pronto, ha anunciado que buscará nombrar un nuevo Consejo Nacional Electoral de cara a los comicios legislativos.
El
proceso había sido iniciado por Guaidó, quien exige elecciones
presidenciales sin Maduro, pero no alcanzó consensos para ello.