PEKÍN.- Los embajadores de Francia y
Alemania en China publicaron hoy una carta conjunta en la que reclaman a
las autoridades del país asiático que permitan a las empresas
extranjeras operar en las mismas condiciones que las locales.
El documento, remitido al portal financiero Caixin, ve la luz pocos
días antes del inicio de la feria global de importación China
International Import Expo, que se celebrará entre el 5 y el 10 de este
mes en Shanghái y a la que acudirán más de 300 empresas de Alemania y
Francia.
El francés Jean-Maurice Ripert y el alemán Clemens von
Goetze indican que las compañías de sus países "esperan que China
demuestre que no duda y que va a profundizar sus políticas aperturistas y
de reforma para generar una igualdad de oportunidades para las empresas
extranjeras en China".
Aunque reconocen que Pekín ha
dado "pasos prometedores" en este sentido, los representantes de estas
dos naciones europeas afirman que "se necesita hacer más", ya que
consideran que las empresas europeas "deberían tener las mismas
oportunidades en China que las industrias chinas tienen en Europa".
En un momento en el que la economía china atraviesa un momento de
relativa debilidad debido a la guerra comercial con Estados Unidos,
Francia y Alemania -cuyos líderes visitaron China este año- recuerdan
que las compañías foráneas "esperan una agenda de reformas más integral
para aumentar la inversión internacional y resolver los desafíos
existentes".
Para ello, Ripert y Von Goetze enumeran
una lista de medidas con las que consideran que China podría "demostrar
un compromiso real" con las reformas planteadas.
Entre ellas, destacan la mejora de la reputación del país como destino
de exportación para los productores, la eliminación de las exigencias a
compañías extranjeras de establecer empresas conjuntas con parte de
capital chino para operar en sectores como el de la automoción o la
implementación de una normativa de ciberseguridad que no discrimine a
los negocios de otros países.
Las compañías
extranjeras, apunta la misiva, estarían "agradecidas" si el Gobierno
chino tomase en cuenta sus preocupaciones a la hora de reformar las
empresas de titularidad pública, de las que consideran que gozan de un
"trato preferente" que se traduce en "desventajas competitivas".
Asimismo, los representantes de Alemania y Francia reclaman que se
faciliten las reclamaciones de propiedad intelectual y se luche contra
la falsificación masiva.
La Unión Europea (UE) ya ha
realizado reclamaciones de este tipo, como la que llevó a cabo la
comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, en noviembre del
año pasado, cuando exigió "reciprocidad" en el trato a empresas
extranjeras para que fueran "los mejores productos y servicios los que
ganen, y no las compañías que cuentan con el mayor apoyo gubernamental".
Según los datos de la oficina de estadística de la UE, Eurostat, China
se mantuvo en 2017 como su segundo mayor socio comercial, con un volumen
de 573.000 millones de euros (651.377 millones de dólares).
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