TOKIO.- El Gobierno de Japón ha adoptado una
serie de medidas de emergencia para prevenir las muertes por exceso de
trabajo, a raíz de los fallecimientos por este motivo de dos empleados
de la poderosa agencia de publicidad Dentsu destapados recientemente.
Las medidas, aprobadas la víspera por el Ministerio de Trabajo y
recogidas hoy por el diario económico Nikkei, están destinadas a
incrementar la vigilancia sobre las empresas para garantizar que cumplen
el reglamento de horas extra.
Las autoridades niponas harán inspecciones sorpresa de
las empresas y publicarán los nombres de aquellas donde se hayan
producido muertes derivadas del exceso de trabajo o "karoshi", así como
de las compañías que obliguen a sus empleados a trabajar más horas
extraordinarias de las recomendadas por ley (80 al mes).
El pasado octubre el Gobierno publicó un informe en respuesta a los
casos de "karoshi" que mostraba que en Japón casi una cuarta parte de
los empleados pueden llegar a superar este tope.
El
paquete de medidas, que entrará en vigor en enero, incluye algunas para
asesorar a las empresas sobre las normativas laborales y para promover
la atención médica y psicológica a empleados que lo necesiten por fatiga
o estrés laboral.
La inquietud ante el exceso de
trabajo en Japón se ha reavivado después de que en octubre las
autoridades del país establecieran como caso de "karoshi" el suicidio de
una empleada de 24 años de Dentsu, empresa líder del sector
publicitario en el país asiático.
La joven llegó a
trabajar hasta 105 horas extra al mes, aunque los registros de Dentsu
mostraban un cómputo dentro del límite legal.
La familia había denunciado que la compañía forzó a la empleada a anotarse menos horas de las trabajadas en realidad.
La joven, fallecida el pasado diciembre y quien se había incorporado
siete meses antes a la empresa, dejó constancia de las duras condiciones
de trabajo en su cuenta de Twitter, donde detallaba jornadas de hasta
20 horas diarias.
Días más tarde de la confirmación
de este caso de "karoshi" se estableció que la muerte en 2013 de otro
trabajador de 30 años de la misma compañía se debió también al exceso de
trabajo.
El Gobierno japonés aprobó en 2015 una ley
para frenar la epidemia del exceso de trabajo, aunque la falta de rigor
al registrar las horas extraordinarias por parte de las empresas y la
disponibilidad de los empleados a alargar sus jornadas para recibir
bonificaciones dificulta el control sobre esta práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario