PARÍS.- La fuga de gran cantidad de datos
de una firma de abogados en Panamá sugiriendo que políticos, deportistas
y artistas ocultaron miles de millones de dólares en activos amenazaba
el domingo con deteriorar la reputación del país, como un refugio para
el blanqueo de dinero.
Panamá, una pequeña nación de apenas 4
millones de habitantes, cuenta con un pujante sector de servicios
financieros que, incluyendo los ingresos provenientes de su famoso
canal, que representa casi el 80% del producto interno bruto.
Tiene
también una de las mejores tasas de crecimiento económico sostenido en
América Latina, baja inflación y utiliza el dólar como moneda.
Sucesivos
gobiernos se han esforzado por presentar al país como un centro
financiero de negocios similar a Singapur, que impulsa negocios
bancarios e inversiones.
Sin embargo, han hallado severas
dificultades para modificar la generalizada imagen de Panamá como un
paraíso fiscal que ayuda a lavar las ganancias de ricos y poderosos con
total impunidad.
Después de estar sometido a un estrecho
escrutinio en los últimos años de parte de otros países, especialmente
de Estados Unidos, Panamá ha limpiado relativamente su imagen, lo
suficiente como para salir de la "lista negra" de los estados
sospechosos de blanqueo de dinero.
En febrero, fue sacado también
de una "lista gris" de las naciones con leyes financieras laxas, pero
hay consenso en que todavía presenta deficiencias en la lucha contra el
blanqueo de dinero.
Las revelaciones del domingo, publicadas bajo el título de "Los papeles de Panamá", podrían poner esos avances en riesgo.
Pese
a que la investigación de los medios de comunicación sacó a la luz
transacciones que no necesariamente son ilegales, resulta políticamente
difícil de aceptar la tardanza de Panamá en aplicar las reglas de
transparencia internacional.
A pesar de la presión extranjera,
Panamá ha arrastrado los pies a la hora de responder a los pedidos de
intercambio de información financiera formulados por otros países y
levantar su secreto bancario.
"Panamá se ha convertido en el lugar
más opaco en la tierra", dijo el director del Centro para la Política
Fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE) Pascal Saint-Amans, a la cadena francesa Tele Sunday.
Transparencia
Internacional, un organismo de control de la corrupción, ubicó en 2015 a
Panamá en el lugar 72 de un total de 168 países en su ránking sobre
transparencia (siendo 1 el más transparente y 168 el menos).
El
mes pasado, la vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel De Saint
Malo, dijo a BBC radio que su país está "totalmente comprometido" con el
intercambio de información financiera.
La jerarca fue asimismo
interrogada específicamente acerca de la firma basada en Panamá que se
halla en el centro del escándalo de fuga de datos, Mossack Fonseca, y su
papel en el enorme caso de soborno ocurrido en Brasil con la estatal
petrolera Petrobras.
"Creo que eso debe ser aclarado", admitió en la entrevista realizada el 7 de marzo.
Dijo, sin embargo, que el sector financiero de su país "se rige por los más altos estándares internacionales".
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