BERLÍN/ATENAS.- El primer ministro de Grecia, Antonis Samaras,
ha trasladado a la canciller alemana, Ángela Merkel, su confianza en
que el país puede abandonar el programa de rescate antes de lo previsto y
cubrir sus necesidades de financiación por sí mismo desde el próximo
año.
"Necesitamos convertirnos en un país normal, y hemos demostrado
que somos fiables y que podemos valernos por nosotros mismos", aseguró
Samaras en una rueda de prensa con la canciller alemana.
Por su parte, Merkel saludó los "primeros brotes de éxito" en la
economía helena gracias a los esfuerzos en materia de reformas
económicas que ha llevado a cabo el país.
Asimismo, Samaras rechazó hablar de la posibilidad de un "divorcio"
de Grecia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), uno de sus
acreedores, pero por primera vez reconoció públicamente que Grecia
podría renunciar a algunos de sus tramos del rescate.
La ayuda acordada con la eurozona concluye en diciembre de 2014,
mientras que la pactada con la institución presidida por Christine
Lagarde expira en el primer trimestre de 2016.
"Creo que esta cooperación se completará antes de lo previsto. Si
eso ocurre, sería un éxito, no un divorcio", afirmó Samaras, quien
recalcó que cualquier conversación sobre este aspecto debería producirse
después de la próxima revisión de la 'troika' y de los tests de estrés.
Nueva visita de control de la troika |
Grecia se prepara para una nueva ronda negociadora con una
delegación de la troika, integrada por la Comisión Europea (CE), el
Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La misión, integrada por el economista Declan Costello, de la Dirección
General de Asuntos Económicos y Financieros de la CE; Klaus Masuch, por
parte del BCE; y Rishi Goyal, del FMI,iniciará su trabajo el próximo
martes.
Entre las principales dificultades que se abordarán en las negociaciones con el ministro de Finanzas, Gikas Harduvelis, se encuentra la baja participación económica que parece estar dispuesto a ofrecer el FMI, cuando uno de los objetivos es fijar las necesidades de financiación de Grecia para 2015.
Las estimaciones oscilan entre los 12.000 millones de euros y los 30.000 millones que podría necesitar el país para seguir adelante con los duros planes de ajuste impuestos por los acreedores.
Además, Grecia no tendrá ningún alivio en el pago de sus intereses, pues así se lo transmitió la canciller federal alemana, Ángela Merkel, al primer ministro heleno, Antonis Samarás, durante un encuentro mantenido hoy en Berlín.
Según la cadena alemana Deutsche Welle un criterio importante para la calidad crediticia de Grecia será la valoración final que la troika realice tras su visita a Atenas, porque "cuanto más positiva sea esta, mayores serán las posibilidades de que el gobierno griego pueda encontrar dinero en los mercados internacionales".
Sin embargo, para conseguir el visto bueno de los prestamistas Samarás deberá llevar a cabo nuevos recortes en partidas sociales, el despido de varios miles de funcionarios y una mayor desregulación de las condiciones laborales, lo que empeorará el ya de por sí pésimo panorama de la situación del empleo en el país.
El gobernante reconoció que todavía está pendiente de resolver el problema del desempleo, que calificó de demasiado alto, aunque confió en que mejorará cuando Grecia vuelva a la senda del crecimiento en 2015.
Entre las principales dificultades que se abordarán en las negociaciones con el ministro de Finanzas, Gikas Harduvelis, se encuentra la baja participación económica que parece estar dispuesto a ofrecer el FMI, cuando uno de los objetivos es fijar las necesidades de financiación de Grecia para 2015.
Las estimaciones oscilan entre los 12.000 millones de euros y los 30.000 millones que podría necesitar el país para seguir adelante con los duros planes de ajuste impuestos por los acreedores.
Además, Grecia no tendrá ningún alivio en el pago de sus intereses, pues así se lo transmitió la canciller federal alemana, Ángela Merkel, al primer ministro heleno, Antonis Samarás, durante un encuentro mantenido hoy en Berlín.
Según la cadena alemana Deutsche Welle un criterio importante para la calidad crediticia de Grecia será la valoración final que la troika realice tras su visita a Atenas, porque "cuanto más positiva sea esta, mayores serán las posibilidades de que el gobierno griego pueda encontrar dinero en los mercados internacionales".
Sin embargo, para conseguir el visto bueno de los prestamistas Samarás deberá llevar a cabo nuevos recortes en partidas sociales, el despido de varios miles de funcionarios y una mayor desregulación de las condiciones laborales, lo que empeorará el ya de por sí pésimo panorama de la situación del empleo en el país.
El gobernante reconoció que todavía está pendiente de resolver el problema del desempleo, que calificó de demasiado alto, aunque confió en que mejorará cuando Grecia vuelva a la senda del crecimiento en 2015.
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