BOLONIA.- El primer ministro francés, el socialista Manuel
Valls, advirtió hoy en Bolonia (norte de Italia) del "golpe terrible,
fatal", que significaría para su país y para Europa la eventual victoria
electoral de la extrema derecha de Marine Le Pen.
"Sería un golpe terrible, fatal no solo para Francia sino para la
Europa de la libertad si ganara la extrema derecha en un país fundador
de la Unión Europea", dijo Valls, cuyo Gobierno presenta los niveles
mínimos de aceptación popular en Francia, mientras sube en los sondeos
el respaldo al Frente Nacional de Le Pen.
Valls aludió a esa posibilidad durante su intervención en la Festa
dell'Unità del Partido Demócrata (PD) del primer ministro italiano,
Matteo Renz.
El jefe del Gobierno francés aludió al "peligro del populismo" al
analizar la situación que atraviesan los partidos de izquierdas en
Europa y los retos a los que se enfrentan los que, como el suyo, ejercen
el Gobierno.
"La situación es particularmente grave", reconoció el político
francés de origen español, quien aludió a la crisis en Ucrania y a la
amenaza terrorista, pero aseguró que las dificultades a las que se
enfrentan los pueblos europeos son "comunes".
"Nuestra voz ha empezado a dar sus frutos y debemos decirlo con mucha
sinceridad: esto es posible porque Matteo Renzi ganó estas elecciones
en Italia", dijo Valls en alusión a la victoria del partido del primer
ministro en los últimos comicios al Parlamento Europeo.
Valls admitió que la crisis ha puesto a prueba los ideales de la
izquierda en relación con la redistribución de la riqueza, de la
justicia social y del Estado que presta asistencia.
Pidió a la izquierda europea que se "reinvente" y aseguró que tiene
que "abandonar los dogmas", antes de añadir: "Necesitamos una revolución
en la manera de hacer la política".
Reconoció que en su país la izquierda se cuestiona, está "dividida",
pero advirtió de que en Francia esa tendencia política "muere cuando
solo se concentra en pequeñas luchas internas".
"Hace falta que se tomen decisiones para mostrar al pueblo que ante
un nivel de crecimiento demasiado débil hacen falta respuestas más
fuertes", dijo el primer ministro galo.
Valls, que incluyó por error alguna palabra en español en su discurso
leído en italiano, estimó que "la izquierda que gobierna es la que es
capaz de seriedad en materia de las cuentas públicas, pero no a
cualquier precio".
"En Francia mi Gobierno tiene que hacer grandes ahorros", recordó
Valls, quien hizo un llamamiento en contra de la austeridad y dijo que
hay que mantener la prioridad de crear puestos de trabajo en sectores
como los de la educación o la justicia.
También aludió a la necesidad de que las familias con menos ingresos
vean reducidos sus impuestos y aseguró: "Somos de izquierdas y estamos a
prueba de la realidad".
Valls se refirió a las recientes decisiones del Banco Central Europeo
(BCE) y recordó que la política monetaria desempeña un papel muy
importante para crear empleo y devolver a la UE el crecimiento
económico.
"Esta ha comenzado el cambio, las decisiones de junio y del jueves
son señales fuertes", dijo el primer ministro galo en relación con las
decisiones de política monetaria anunciadas por el BCE.
Y aseguró que, además, la política económica europea tendrá que pasar
por un relanzamiento de la demanda a nivel europeo, después de afirmar
que "sin acción decidida a nivel europeo en materia de inversión y de
empleo, nada es posible".
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