MÉXICO.- El gobierno mexicano expresó el lunes su preocupación por lo que 
considera una presencia “excesiva” de personal de inteligencia y de 
seguridad que “vigilan” tanto la residencia del embajador como la 
representación diplomática en Bolivia, y denunció ante la Organización 
de Estados Americanos (OEA) las medidas. 
La acusación llega días después de que el expresidente Evo Morales 
dejó México, donde recibió asilo, tras renunciar al cargo presionado por
 militares y policías y luego de una serie de protestas por las 
cuestionadas elecciones en octubre, en las que buscaba su reelección. 
La
 cancillería mexicana dijo en comunicado que confía en que se respete la
 inviolabilidad de los inmuebles diplomáticos y se garantice el 
resguardo y la protección del edificio de la misión diplomática así como
 de los agentes acreditados. 
Poco después, la Misión Permanente 
de México en la OEA detalló en una carta que desde el 21 de diciembre 
unos 150 funcionarios policiales y de inteligencia de Bolivia rodean la 
residencia oficial mexicana en La Paz. 
Agregó que el 23 de diciembre, como parte de las “acciones 
intimidatorias”, se intentó detener e inspeccionar el vehículo de la 
embajadora de México en el país sudamericano. 
Las acciones, según
 la carta dirigida al organismo internacional, contravienen la 
Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, por lo que México 
pidió informar los actos al resto de los países que integran a la 
organización. 
El gobierno boliviano no ha respondido a los  
cuestionamientos del gobierno del presidente Andrés Manuel López 
Obrador, pero la presidenta interina, Jeanine Áñez, criticó el asilo que
 se le concedió a Morales. 
La cancillería de Bolivia, que anunció
 la adhesión del país al Grupo de Lima para ayudar a “lograr una 
solución a la crisis venezolana”, dijo el domingo que no acudiría a una 
reunión latinoamericana en México, el 8 de enero. 
“Estamos
 comunicando a todos los países miembros de la CELAC (Comunidad de 
Estados Latinoamericanos y Caribeños) que hemos representado el accionar
 de México alejado de toda norma de respeto a los estados y de 
injerencia en los asuntos internos de Bolivia”, dijo el domingo la 
canciller boliviana, Karen Longaric. 
México ha sostenido que 
Morales, quien estuvo al mando de Bolivia desde 2006 entrando a la 
historia como el líder que más tiempo la gobernó, fue objeto de un golpe
 de Estado y defendió el asilo dada su tradición histórica y por 
considerar que la vida del otrora líder cocalero corría peligro. 
A
 inicios de diciembre, el expresidente viajó a Cuba para una consulta 
médica y posteriormente se trasladó a Argentina, en donde permanece en 
condición de refugiado. 

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