MANILA.- Miles de personas han marchado este domingo por las calles de la capital de Manila para protestar una vez más contra el escándalo de apropiación destapado a principios de este año y que está sacudiendo al Gobierno del presidente Ferdinand Marcos Jr.
La trama corrupta tiene en su centro una serie de proyectos de control de inundaciones financiados por el gobierno, y valorados en más de 600.000 millones de pesos filipinos (unos 9.000 millones de euros).
Sus contratistas privados se apropiaron de parte de esta cantidad a través de "proyectos fantasma" y chapuzas en muchas zonas ahora mismo completamente inundadas por el reciente paso de los tifones 'Kalmaegi' y 'Fung-wong', que han dejado más de 250 muertos.
La investigación apunta a 37 poderosos senadores, miembros del Congreso y empresarios. Marcos ha intentado apaciguar los ánimos prometiendo que los culpables estarán entre rejas para Navidad.
El congresista Zaldy Co, quien ha huido del país tras ser señalado como sospechoso del enorme desfalco, publicó un vídeo en el que aseguraba que el presidente Marcos estaba implicado en la trama, unas afirmaciones desestimadas por el gobierno como "especulaciones".
La segunda "Marcha del Billón de Pesos" ocurre en un significativo momento histórico porque coincide con el 162º aniversario del nacimiento del revolucionario filipino Andrés Bonifacio y además se ha visto marcada por la participación activa de miembros de la Iglesia católica del país.
"Unámonos en el arrepentimiento por la corrupción en nuestra sociedad", ha declarado en este sentido el cardenal Pablo Virgilio David, presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Filipinas durante la manifestación.
"Necesitamos un reajuste moral y espiritual si queremos un futuro mejor para Filipinas", ha añadido.
Aunque esta marcha no ha sido tan poblada como la ocurrida a mediados de mes (cuando casi 700.000 personas pasearon por Manila para exigir responsabilidades), el presidente sigue pendiente de la evolución de los acontecimientos, según ha indicado su portavoz, Dave Gomez, antes de insistir que Marcos Jr no tiene intención alguna de dimitir.
"En este gobierno se respeta el derecho de la gente a reunirse pacíficamente y expresar su enojo y frustración por estos problemas de control de inundaciones, pero el presidente no se dejará distraer por estas peticiones de dimisión", ha declarado Gomez antes de asegurar que Marcos perseguirá a los responsables, personalmente si have falta.
"Va a terminar el trabajo que él mismo comenzó, y lo hará sin pestañear", ha asegurado Gomez.

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