
Desgraciadamente no va a acertar el presidente y tampoco lo ha hecho el ministro de Industria quien nos aseguró que sería ese sector precisamente el que tomaría el relevo de la construcción. No ha sido así ni en empleo ni en afiliaciones. Las cifras en términos anuales son sangrantes y nada hace pensar que la situación vaya a cambiar. Más bien al contrario cada previsión nueva que se hace es peor. Ya nadie duda de que en 2009, España tendrá más de cinco millones de parados y que las tasas sobre población activa volverán a años que creíamos ya superados.
Entretanto, el Gobierno sigue sin hacer nada para dar un vuelco a estas cifras. La falta de ideas y sobre todo de un plan global es lo que más preocupa. Las nuevas ideas puestas encima de la mesa por el ministro de Trabajo y que parece aprobará el Gobierno este viernes siguen empeñadas en hablar de subsidios y no de medidas destinadas a la creación de empleo o, al menos, a su no destrucción. El famoso Plan E es un auténtico gasto de dinero improductivo que aunque mejorara las cifras sería una cuestión meramente circunstancial.
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