El consenso del mercado había descontado esta decisión por parte del instituto emisor británico pese al enfriamiento del mercado inmobiliario del país, el deterioro de la confianza del consumidor y la ralentización económica.
Además, la inflación sigue siendo una preocupación para el Banco de Inglaterra por los elevados precios del crudo y el aumento de los precios de algunos alimentos, que podrían hacer repuntar significativamente al IPC en los próximos meses.
El Banco de Inglaterra aplicó la última subida de tipos el pasado mes de julio, cuando subió el precio del dinero en 25 puntos porcentuales, hasta el 5,75% actual.-(Agencias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario