SANTIAGO.- Miles de personas participaron este domingo en la tradicional romería
hacia el Cementerio General de Santiago para conmemorar el 45º
aniversario del golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 derrocó
al presidente Salvador Allende.
La marcha, convocada por organizaciones sociales y pro
derechos humanos, se realizó bajo el lema "A 45 años del Golpe Militar,
seguimos luchando por verdad y justicia".
La romería comenzó en la Plaza Los Héroes y avanzó por
el centro de la capital chilena hasta el Cementerio General, donde
reposan los restos de Allende y hay memoriales que recuerdan las
víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Como ocurre casi todos los años, la jornada concluyó con disturbios y
enfrentamientos entre manifestantes encapuchados y la Policía en las
inmediaciones del cementerio, en el barrio capitalino de Recoleta.
Los incidentes, que incluyeron el uso de gases lacrimógenos por parte
de los agentes antidisturbios de Carabineros, obligaron a cerrar dos
estaciones del metro, informó la empresa.
Antes de
los incidentes la manifestación transcurrió de forma pacífica y
tranquila. Las agrupaciones y entidades que participaron portaban
carteles y pancartas con llamados a acabar con la impunidad de los
crímenes de lesa humanidad.
Los miembros de la
Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, una de las
entidades que convocó la movilización, marcharon con fotografías de las
víctimas del régimen.
La conmemoración del golpe de
Estado llega este año con el presidente conservador Sebastián Piñera y
la Corte Suprema fuertemente cuestionados por temas relacionados con los
derechos humanos.
La diputada opositora Carmen
Hertz, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja,
consideró que la gestión de Piñera en la materia ha sido "lamentable".
"Este Gobierno se estrenó retirando el aporte reparatorio a los presos
políticos víctimas de tortura. Después se hace una relativización
evidente de los crímenes de exterminios, por lo tanto, el balance que
podemos hacer en esta materia es mísero", dijo Hertz a medios locales.
La destitución de un ministro recién nombrado por unas antiguas
críticas al Museo de la Memoria puso algunas semanas atrás el tema de
los derechos humanos en la agenda política y mediática.
En este contexto, autoridades de Gobierno y los partidos conservadores
que lo respaldan plantearon la necesidad de analizar el contexto
político y social de Chile antes del alzamiento militar liderado por
Pinochet.
Esto fue interpretado por la oposición de
centroizquierda y muchas organizaciones sociales como un intento de
justificar el golpe de Estado.
Piñera, en unas
declaraciones difundidas por el diario La Tercera este sábado, consideró
que la democracia chilena estaba "gravemente enferma" antes del 11 de
septiembre de 1973, aunque subrayó que eso no justifica las violaciones a
los derechos humanos que se cometieron.
Alicia Lira,
presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos,
acusó este domingo al mandatario de encabezar una "campaña de impunidad"
junto a algunos jueces de la Corte Suprema que otorgaron la libertad
condicional a agentes de la dictadura condenados por crímenes de lesa
humanidad.
"Ver al presidente de la Corte Suprema
reunirse con Piñera, que tiene un compromiso con militares condenados
por violaciones a los derechos humanos, realmente demuestra que aquí no
hay voluntad de los poderes del Estado de hacer justicia", afirmó.
La Corte Suprema ordenó en julio pasado la excarcelación de siete
antiguos represores de Pinochet que cumplían condena, una decisión muy
cuestionada por la oposición y que llevó a un grupo de diputados a
presentar una acusación constitucional contra tres jueces del máximo
tribunal.
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