MADRID.- El ministro español de Exteriores, José Manuel
García-Margallo, ha asegurado que el acuerdo comercial que la Unión
Europea negocia con Mercosur, bloque del que forman parte, además de
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, "no va a ser posible" si el país
que preside Cristina Fernández de Kirchner y que decidió expropiar el 51
por ciento del capital de Repsol en YPF, "no respeta las reglas del
juego".
En una entrevista en RNE, el jefe de la
Diplomacia española ha explicado que entre las medidas que la Unión
Europea está estudiando para responder a la decisión de Argentina de
expropiar YPF, se encontraría bloquear el acuerdo con Mercosur hasta que
Argentina no sea de fiar, ya que "no va a pactar con alguien que no
está de acuerdo en cumplir el reglamento acordado".
"La UE está estudiando si tendría o no sentido ese acuerdo
preferencial que hay que firmar con los países del sur. Con Mercosur no
va a ser posible si Argentina no respeta las reglas del juego. Es decir,
usted no va a pactar con alguien que no está de acuerdo en cumplir el
reglamento que hemos acordado, porque nosotros tenemos un reglamento con
Argentina, y vamos a ver qué pasa", ha denunciado.
Asimismo, la UE estaría planteándose también, según
García-Margallo, adelantar el fin de las preferencias arancelarias de
las que disfruta ahora mismo Argentina y que en principio están vigentes
hasta 2014, así como "activar todas las demandas que tienen los países
miembros ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en las quejas
comerciales que no han cumplido".
Preguntado por las medidas que tiene previsto adoptar el Gobierno,
el ministro ha recordado que es Repsol quien cuenta con "una batería de
medidas jurídicas" y que el Ejecutivo "no está legitimado para entablar
acciones", ya que su función es, además de la apoyar a Repsol,
"denunciar ante los grandes organismos internacionales" la expropiación y
la supuesta intención de Argentina de vender YPF a otro inversor
extranjero.
En este sentido, García-Margallo ha confesado que todo es "muy
extraño" y que no hay "nada habitual" en lo que al proceso de
expropiación de YPF se refiere, porque ni el Ejecutivo argentino ha
contestado a ninguna de las cartas enviadas por el Gobierno español, ni
la decisión fue aprobada por el Senado argentino antes de anunciarla.
Ante tal situación, el jefe de la diplomacia española ha defendido
que el Gobierno ha conseguido asegurarse "el apoyo de todos los socios
que tiene en el mundo".
"El Parlamento y la Comisión Europea nos han
apoyado masivamente. Hemos conseguido el apoyo muy claro y muy explícito
de Estados Unidos, de muchos países latinoamericanos que no quieren que
se les relacione, incluso de Bolivia", ha ensalzado.
En este sentido, ha denunciado que Argentina se ha colocado "al
margen del mundo", si bien ha apuntado que las medidas deben ir
encaminadas, no a perjudicar al pueblo argentino, sino a devolverle "a
la senda de la legalidad".
"Es lo que le viene bien. El daño mayor que
está sufriendo es el reputacional, en un momento en que cualquier nación
depende de sus relaciones con el exterior", ha matizado.
Así, ha revelado que diferentes embajadores con los que se ha
reunido tras la decisión de Kirchner de nacionalizar YPF le han
transmitido que su reacción ante este tipo de actuaciones es "irse de
Argentina".
"A partir de ahora se irán más. El problema es que han
elegido el camino del aislamiento", ha sentenciado.
Argentina arguye su soberanía
Desde Buenos Aires, el ministro de Exteriores de Argentina, Héctor
Timerman, ha considerado "inaceptables" los "cuestionamientos" del
comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), Karel de Gucht, a la
política comercial del país sudamericano.
A través de un comunicado difundido por el Ministerio de
Exteriores, Timerman ha contestado a De Gucht, que ayer aseguró que la
UE dará una "respuesta eficaz" a la expropiación del 51 por ciento de
YPF a Repsol y que tendrá en cuenta las medidas proteccionistas
"injustificadas" y "dañinas" introducidas recientemente por Argentina.
"Sus comentarios sobre Repsol YPF me han causado sorpresa tanto
por su enfoque como por el tono empleado. La reacción es desmesurada",
ha aseverado el canciller argentino, en alusión al comisario europeo.
Timerman ha considerado "inadmisible" que "una decisión soberana
vinculada a una empresa multinacional, cuyo accionar ponía en riesgo el
autoabastecimiento energético de Argentina, sea utilizada en foros
multilaterales para condenar su política de desarrollo e intentar
restringir su margen de acción en materia de política pública".
En concreto, ha calificado de "improcedente" vincular esta
decisión a la pertenencia del país al G-20. El ministro ha recordado que
Argentina, al igual que la UE, es socio fundador del G-20, por lo que
"sería más constructivo para el accionar del G-20 que la UE se aboque a
cumplir sus compromisos en vez de adjudicarse el rol de evaluador de
otros miembros, rol que nadie le ha otorgado".
En este contexto, el ministro ha explicado que "los fundamentos
(de la expropiación de YPF) surgen de la necesidad de revertir una
política que podría caracterizarse como de explotación".
Timerman ha argumentado que entre 1999 y 2011 se produjo una
reducción del 38,3 por ciento en la producción de petróleo y una del
25,4 por ciento en la de gas; una contracción del 40,5 por ciento en las
reservas de petróleo y una del 47,1 por ciento en las de gas; y una
caída "a mínimos históricos" de los pozos exploratorios netos, con
"sólo" 17 en 2011.
En paralelo, ha destacado que Repsol YPF "exhibió extraordinarios
niveles de rentabilidad gracias a una estrategia de segmentación del
mercado y aumento de precios". Así, ha indicado, desde 2003 las ventas
crecieron un 113 por ciento, "generando un incremento notorio de las
ganancias y del flujo de dividendos remitidos al exterior".
Además, ha denunciado que entre 1999 y 2011 Repsol YPF de
hidrocarburos distribuyó un total de 15.728 millones de dólares en
dividendos, una política que "impidió la necesaria capitalización de la
empresa, lo que se sumó al creciente endeudamiento en que la misma
incurrió desde el año 2007".
"En este marco, por primera vez en 17 años el saldo comercial en
materia de combustibles de Argentina alcanzó en 2011 un déficit 3.029
millones de dólares, viéndose comprometida la soberanía energética del
país", ha subrayado.
Timerman ha aclarado que la expropiación de YPF "no busca vulnerar
al Reino de España, sino que se trata de una decisión soberana de
carácter estratégico tendiente a la recuperación de la capacidad de
autoabastecimiento nacional en hidrocarburos a fin de garantizar el
desarrollo económico con equidad social en el país".
Además, ha subrayado que la expropiación parcial es una
institución contemplada en la Constitución argentina, "así como en
varias constituciones europeas, e incluso en los acuerdos bilaterales
vigentes con el Reino de España" y que se realizará "con pleno respeto
al derecho y los compromisos internacionales.
"No hay en la decisión discriminación alguna", ha sostenido, al
tiempo que ha recordado que "se prevé una compensación en el marco de la
normativa argentina y los compromisos internacionales contraídos, en
este caso, el Acuerdo para la Promoción y la Protección Recíproca de
Inversiones entre la República Argentina y el Reino de España firmado el
3 de octubre de 1991".
Por todo ello, ha considerado que, "lejos de actuar en detrimento
del clima de negocios y la inversión, esta medida busca generar un
entorno económico más previsible, al favorecer la consolidación del
crecimiento del país sin el temor de que futuras restricciones
energéticas limiten la expansión de la economía argentina".
En este sentido, Timerman ha garantizado "plena seguridad" para
"la inversión europea de carácter productivo que contribuya al
desarrollo nacional".
"Seguirá siendo bienvenida en la República
Argentina", ha afirmado.
Así, el canciller ha asegurado que el Gobierno de Fernández de
Kirchner "valora el rol de cientos de firmas de origen europeo que
generan empleo, valor agregado y exportaciones en Argentina con una
visión de largo plazo".
"Argentina continua siendo un destino dinámico para las
colocaciones europeas beneficiando a sus productores y trabajadores en
tiempos difíciles", ha dicho. "La evidencia empírica es contundente:
nuestras importaciones desde la UE crecieron un 19 por ciento entre 2010
y 2011 y un 17,2 por ciento durante el primer trimestre de 2012
respecto al mismo período del año anterior".
Timerman ha aprovechado la ocasión para expresar a De Gucht
algunas de las "preocupaciones" de Argentina por sus "serias
dificultades" para acceder la mercado europeo.
Entre lo concreto ha mencionado, la orden española que prohíbe el uso
del biodiesel no producido en Europa para cumplir con las obligaciones
de uso energético originado en fuentes renovables. "Esta medida
representa una inaceptable discriminación que, de no ser corregida por
la UE, afecta a la mitad de nuestras exportaciones a España o el 10 por
ciento de nuestras exportaciones totales a la UE", ha apuntado.
También ha recriminado a De Gucht que por una decisión del bloque
comunitario "entre abril y diciembre de 2011 las exportaciones
argentinas de miel a la UE cayeron un 25 por ciento".
"Le recuerdo que
nuestros productores apícolas provienen de las economías regionales y
son pequeñas empresas, en su mayoría de tipo familiar, con lo que podrá
advertir la magnitud del daño", ha indicado.
Asimismo, ha citado entre los "obstáculos" que afectan a las
exportaciones argentinas "la Política Agrícola Común, los aranceles
escalonados, los picos arancelarios, las medidas sanitarias y
fitosanitarias, los obstáculos técnicos al comercio y la creciente incorporación de normativas basadas en cuestiones medio ambientales sin la validación de pruebas científicas".
Timerman ha sumado a esta lista de reproches el parón en las
negociaciones entre la UE y el Mercado Común del Sur (MECOSUR) para
firmar un Acuerdo de Asociación Birregional. "No es la primera vez que
altas autoridades europeas expresan dudas respecto del interés de la UE
en avanzar en las negociaciones en curso. El hecho de vincular el que
podría ser el acuerdo comercial, político y de cooperación más ambicioso a nivel global con una decisión soberana de Argentina en materia energética es una nueva muestra de ello", ha dicho.
A pesar de ello, ha expresado el deseo de Buenos Aires de "seguir
dialogando y trabajando constructivamente con la UE a nivel bilateral,
regional y multilateral en la amplia agenda económica que nos vincula".
"Es nuestro espíritu mirar hacia el futuro procurando la mejor
negociación posible evitando actitudes divisivas", ha añadido