«No puedo decir con seguridad que vayamos a alcanzar un
acuerdo, pero sería una gran decepción si no lo hacemos, porque no creo
que haya otra opción», dijo Orpo a su llegada a la cumbre de la Unión Europea (UE) que se celebra en Bruselas.
Según Orpo, la otra alternativa que baraja la UE -un crédito conjunto
de la UE financiado con deuda- no es viable, ya que requiere la
unanimidad de los Veintisiete y hay al menos un país -Hungría- que se
opone.
«Hay que encontrar una solución. Europa debe demostrar su fuerza
para encontrar una solución en Ucrania, pero también para demostrar a
Estados Unidos y Rusia que somos capaces de actuar», afirmó.
El primer
ministro sueco, por su parte, aseguró que los líderes europeos están
cerca de alcanzar un compromiso, aunque aún quedan detalles importantes
que acordar, por lo que la cuestión sigue abierta.
«Esta es la cumbre
más importante de la UE desde que estalló la guerra hace cuatro años.
Las discusiones serán muy largas. Me quedaré toda la noche si es
necesario», dijo Kristersson.
El mandatario sueco aseguró que la solución que la UE tiene sobre la
mesa son los activos rusos congelados, pero antes será necesario
convencer a Bélgica, También afirmó que «no hay un plan B», ya que la
opción de emitir deuda conjunta para financiar a Ucrania «no es una
solución, porque requiere una unanimidad que no tenemos».
A pesar de la
complejidad de las negociaciones, Kristersson coincidió con Orpo en que
sería una gran decepción si no se alcanza un acuerdo al final de esta
cumbre sobre el modo de financiar a Ucrania para que pueda defenderse de
la agresión rusa.
En este contexto el primer ministro de Bélgica, Bart de Wever,
insistió este jueves en que su país rechazará el préstamo de reparación
de 210.000 millones de euros a Ucrania con el uso de activos soberanos
rusos inmovilizados, y apoyó la idea de emitir deuda a cargo del
presupuesto de la Unión Europea (UE).
«Nuestra postura es conocida y no
ha cambiado», declaró el primer ministro en un discurso ante el
Parlamento belga, antes de participar en la cumbre del Consejo Europeo
en la que la UE abordará la financiación de Ucrania.
La Comisión Europea
(CE) propuso utilizar el efectivo que generan los activos del Banco
Central Ruso inmovilizados cuando van venciendo para otorgar a Ucrania
un préstamo sin intereses de 90.000 millones de euros entre 2026 y 2027,
que cubriría casi dos tercios de los 136.000 millones en ayuda militar y
financiera que necesitará en ese periodo.
Sin embargo, la idea de
utilizar los activos rusos congelados no convence al Gobierno belga por
los riesgos que conlleva para el país (sede de la firma Euroclear que
custodia la mayor parte de activos rusos inmovilizados por la UE), a
menos que los riesgos financieros y legales sean compartidos por otros
países y que otras naciones aprovechen también los activos que tienen en
sus propias jurisdicciones.
«Si saltamos, saltamos todos juntos», dijo Bart de Wever. Pese a la
oposición belga, la opción de usar los activos rusos podría salir
adelante con una mayoría cualificada del Consejo de la UE, pero diversas
fuentes diplomáticas dijeron que la decisión no se debería tomar sin
Bélgica, que a su vez confía en que no sea dejada al margen.
Para
intentar convencer a Bélgica, los países negociarán garantías
adicionales para cubrir el riesgo en caso de que haya que devolver sus
fondos a Rusia sin que esta haya compensado a Ucrania.
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