domingo, 4 de agosto de 2024

Tibieza del Vaticano al comentar la blasfemia contra la Eucaristía en la apertura de los JJ OO de París

 CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano se mostró entristecido por algunas escenas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París y se unió a quienes deploraron la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones, en un comunicado emitido este sábado.

El Vaticano añadió que en "un evento prestigioso en el que el mundo entero se reúne para compartir valores comunes no debería haber alusiones ridículas a la religión", en alusión a algunas escenas de la ceremonia en la que pareció representarse la Última Cena.

En la breve declaración enviada por correo electrónico a los periodistas en francés, la Santa Sede dijo que "se entristeció por ciertas escenas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París y no puede dejar de unirse a las voces que se han elevado en los últimos días para deplorar la ofensa hecha a muchos cristianos y creyentes de otras religiones”.

“En un evento prestigioso donde todo el mundo se encuentra en torno a los valores comunes, no debe haber alusiones ridiculizando las convicciones religiosas de muchas personas”, continúa la declaración.

“La libertad de expresión, que, por supuesto, no se cuestiona, encuentra su límite mientras respeta a los demás”, concluye la Santa Sede.

La inauguración de los JJOO. incluyó tal reinterpretación, donde los apóstoles fueron sustituidos por drag-queens, una modelo trans y el cantante Philippe Katerine en una representación casi desnuda.

Esta escena fue criticada en Francia por la Iglesia Católica y figuras de la extrema derecha, mientras que la izquierda y el gobierno de Emmanuel Macron la acogieron con entusiasmo. El evento no pretendía insultar a ninguna religión, por el contrario, era una apertura a a aceptación de todas las personas.

Desde Al Azhar se emitieron fuertes declaraciones en las que se advirtió sobre el peligro de usar eventos de alcance mundial para normalizar la falta de respeto a la religión. Rechazaron cualquier intento de faltar al respeto a Jesucristo o a otros profetas.

La declaración del sábado se produce luego de una carta abierta emitida por cardenales y obispos católicos de todo el mundo el viernes pidiendo al Comité Olímpico Internacional (COI) que “repudie” y se “disculpe” por la “burla intencionalmente odiosa” de la Última Cena .

En la carta, firmada por tres cardenales y 24 obispos, los prelados declararon: “Es difícil entender cómo la fe de más de 2 mil millones de personas puede ser tan casual e intencionalmente blasfemada”.

Los firmantes, liderados por el Cardenal Raymond Leo Burke; Cardenal Wilfrid Fox Napier OFM; y el Cardenal Berhaneyesus DeMerew Souraphiel, CM; también pidió “un día de oración y ayuno en reparación por esta blasfemia”.

A lo largo de toda la semana, cada vez más obispos y cardenales iban sumando sus voces en todo el mundo para condenar lo presenciado en París en la tarde del 26 de julio. Esta ceremonia ‘woke’ y abiertamente anticatólica consiguió desatar una cascada de reacciones contrarias por ridiculizar lo más sagrado de la fe cristiana.

Pasaban los días y se hacía muy extraño el silencio del Papa y del Vaticano. Por fin, ocho días después, la Santa Sede ha emitido un tibio comunicado oficial (sin firmar por nadie) por lo que parece que no habrá declaraciones expresas del Papa Francisco sobre este asunto.

Tal y como se aprecia en el comunicado, Roma evita hablar de blasfemia y opta por utilizar términos muy suaves y condescendientes como «ofensas» y reiterando que no se oponen a la libertad de expresión.

Esta tardía reacción de la Santa Sede vuelve a poner en entredicho la mala gestión comunicativa del Vaticano. 
 
Esta ceremonia ‘woke’ y abiertamente anticatólica consiguió desatar una cascada de reacciones contrarias por ridiculizar lo más sagrado de la fe cristiana.

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