PYONGYANG.- Corea del Norte, fronterizo con dos de los principales focos de contagio por el COVID-19 como son China y Corea del Sur, aún no tiene ningún caso declarado, aunque hay varios factores que explican esta situación.
El principal es su aislamiento internacional, que le hace menos propenso a este tipo de epidemias. También el hermetismo que envuelve al régimen,
que le lleva a silenciar cualquier posible dificultad en el orden
interno. Aun así, su débil sistema sanitario le obliga a contener en la
medida de lo posible los contagios por COVID-19 con el objetivo de
evitar un gran número de víctimas.
De
momento Corea del Norte se libra de contagios, pero lo cierto es que la
epidemia de coronavirus está golpeando duramente al país. Las
consecuencias para la economía mundial están siendo potentes y este
régimen autoritario, muy dependiente de las exportaciones chinas, está sufriendo los efectos del virus en el territorio del gigante asiático.
Tanto es así que China y Rusia ya han pedido a Estados Unidos y sus aliados que levanten las sanciones económicas
sobre el país norcoreano para ayudarle en la crisis del coronavirus. Ya
en diciembre, ambas potencias solicitaron que la nación dirigida por
Kim Jong-un pudiera exportar textiles, mariscos y estatuas, ya que estas
sanciones están teniendo un “gran impacto humanitario en la gente común”, tal y como ha revelado el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun.
El diplomático además ha señalado que Corea del Norte está siendo muy afectado por el coronavirus, aunque no ha querido señalar en qué medida.
“Sabemos
que le están otorgando gran importancia y están tomando métodos
preventivos, haciendo todo lo posible por combatir el virus”, ha
señalado sin especificar nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario