
Una vez más se demuestra que la bolsa española habla poco de la situación de la economía española y se suma al entusiasmo de otras. España lejos de salir de la recesión se estanca en ella. El último dato de PIB así lo atestigua. La caída de la actividad sigue siendo alta, nada menos que el 4 por ciento en tasa interanual.
Hay algún dato que hace albergar esperanzas como el mejor comportamiento del consumo, pero en cuanto se mira el desempleo se cae cualquier atisbo de alegría. No en el Gobierno que habla de mejora y que sigue aferrado a que otros nos sacarán del abismo sin valorar nuestro modelo de producción, la elevada tasa de paro, el rígido y anticuado mercado laboral y el estratosférico déficit de las cuentas públicas que lastrará nuestra recuperación por mucho tiempo. Y, lo peor, la falta de un horizonte que nos haga recuperar la confianza.
Lo más destacado de la semana ha sido por supuesto el anuncio de absorción por la británica British Airways de Iberia, cuyas acciones se dieron un homenaje el jueves, aunque el viernes perdieron una parte de la ganancia.
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