
En este sentido, la naviera ha indicado que desde hace varios meses viene trabajando en un plan estratégico con el objetivo de preparar a la empresa "para la situación que se avecina".
Fred Olsen aseguró que "trabaja con la hipótesis de que la actividad económica experimentará un estancamiento muy importante, lo que llevará a una reducción de la demanda en todas las rutas y aconseja con carácter inmediato tomar medidas paliativas que eviten una situación económica que ponga en peligro el futuro de la compañía".
Entre la batería de medidas, la más importante es la de reducir, a partir de septiembre, horarios en todas las rutas. Los servicios quedarán "bien" cubiertos pero adaptándose a la demanda. De esta forma, se ahorrarán importantes costes de mantenimiento de las naves, y por supuesto de combustibles.
Otra de las medidas previstas conllevará una reducción de personal de hasta el 14% de la plantilla, a través de una suspensión temporal de trabajo que, "cuando la crisis se supere", se pueda recuperar la normalidad.
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