WASHINGTON.- Las batallas comerciales de Donald Trump en múltiples frentes están reduciendo el crecimiento de Estados Unidos, con una ralentización evidente en la segunda parte del año mientras la inflación permanece baja, revelaron nuevos datos oficiales este viernes.
Distintos informes dieron cuenta de que 
la caída de las exportaciones y el freno en el gasto de los consumidores
 están diezmando la expansión económica, mientras los precios aumentan a
 un ritmo cada vez menor. 
Esto presentará un nuevo enigma para la Reserva Federal 
(Fed), que elevó la tasa de interés de referencia el miércoles y espera 
seguir con las alzas el próximo año. 
No obstante, este viernes el
 presidente del banco central neoyorquino, John Williams, lanzó una 
señal de que estaría dispuesto a reconsiderar los aumentos esperados en 
las tasas en medio de los nuevos datos de la economía estadounidense.
"Estamos
 escuchando algo importante para los mercados y eso es una preocupación 
en torno a los riesgos para la economía y la posible desaceleración, más
 allá de lo que esperamos actualmente en nuestro escenario base", dijo.
La
 Fed está escuchando los temores sobre los riesgos y "estará lista para 
evaluar y reevaluar nuestras opiniones y nuestra postura política", 
agregó Williams.
Tras sus declaraciones, el índice Dow Jones 
aumentó 300 puntos, pero más tarde volvió al rojo y cerró, con una 
fuerte caída, su peor semana en diez años.
"Claramente, la Fed 
está cambiando su tono y se está volviendo un poco más moderada tras la 
reacción del mercado esta semana", dijo Adam Sarhan, de 50 Park 
Investments.
El banco central sigue 
pronosticando un crecimiento fuerte, lo que respaldaría su curso de 
endurecimiento de la política monetaria, pero la inflación esperada y el
 aumento en los salarios no se han materializado.
El crecimiento 
de Estados Unidos en el trimestre julio-septiembre fue más lento de lo 
que se informó antes, arrastrado por la caída de las exportaciones, 
según el Departamento de Comercio.
Con miles de millones de 
productos afectados por aranceles de represalia, las ventas de Estados 
Unidos al exterior sufrieron la mayor caída desde principios de 2009, en
 el apogeo de la crisis financiera mundial.
El producto interno 
bruto (PIB) se expandió un 3,4% en el tercer trimestre en lugar del 3,5%
 informado anteriormente, debido en gran medida a una caída de 4,9% en 
las exportaciones.
Las agresivas políticas comerciales de Trump, y
 especialmente la represalia arancelaria de China, frenaron las 
exportaciones, pues las ventas de soja casi se paralizaron. La fortaleza
 del dólar estadounidense también encareció los productos del país.
La
 disputa con China, incluso pese a la tregua declarada hasta el 1° de 
marzo mientras se llevan a cabo negociaciones, sembró temores de una 
ralentización de la economía de Estados Unidos y del crecimiento global,
 y generó pérdidas en los mercados.
El asesor comercial de la Casa
 Blanca, Peter Navarro, ayudó a impulsar la caída de Wall Street el 
viernes, tras sus comentarios sobre China en una entrevista, y dijo que 
Pekín está "tratando de robar el futuro". 
También dijo que dos alzas de tasas por parte de la Reserva Federal serían "demasiado". 
"No
 entendemos por qué la Fed está actuando de manera tan contractiva, en 
un momento en que no hay que preocuparse por la inflación", declaró.
El
 índice de precios al consumo, que la Fed contempla para sus decisiones 
de política monetaria, mostró un alza del 0,1% mensual en noviembre, y 
del 1,8% interanual, por debajo del objetivo del 2% del banco central. 
El
 índice tuvo un pico de 2,4% en julio, pero cayó a 2% en octubre, y 
continuó su declive, según los datos del Departamento de Comercio. 
El
 menor aumento en el gasto de los consumidores también contribuyó a la 
revisión a la baja del crecimiento del PIB, dijo el Departamento de 
Comercio.
Los ingresos individuales crecieron 0,2% el mes pasado, 
en comparación con octubre, en tanto los salarios aumentaron en igual 
medida, indica el informe. 
El gasto tuvo un incremento de 0,4% en
 el mes, aunque también por debajo de lo esperado. Los desembolsos en 
noviembre fueron 2,8% más altos que en noviembre de 2017.
Otros 
datos muestran que el crecimiento del cuarto trimestre se perfila aún 
más lento. Las compras de bienes duraderos (electrodomésticos, 
vehículos, maquinaria) aumentaron en noviembre en comparación con 
octubre, pero mucho menos de lo esperado.
Los pedidos aumentaron 
un 0,8% el mes pasado, menos de la mitad del aumento previsto por los 
economistas, según un informe separado del Departamento de Comercio. Eso
 sigue a una gran caída en octubre, y arrastrará el PIB en el último 
trimestre de 2018.
Excluyendo los bienes de transporte, los pedidos de bienes duraderos cayeron un 0,3% en comparación con octubre.
Las
 órdenes de compra siguen siendo un 8,4% más altas que en noviembre de 
2017, pero tuvieron en una tendencia a la baja durante tres meses.

 
 
 
 

 
