El Gobierno de Eslovaquia aprueba el cierre de la radiotelevisión pública RTVS

 BRATISLAVA.- El Gobierno de Eslovaquia, encabezado por el socialdemócrata Robert Fico, ha aprobado este miércoles el cierre de la cadena de radiotelevisión pública RTVS, empresa a la que acusa de informar de forma subjetiva y no independiente.

El Ejecutivo de coalición --integrado por el Smer de Fico, el también socialdemócrata Hlas y el conservador Partido Nacional Eslovaco-- han aprobado el controvertido proyecto, que ahora pasará a ser debatido en el Parlamento.

Allí, en el Consejo Nacional de Eslovaquia, se someterá a votación el cierre definitivo de la radiotelevisión pública, si bien es cierto que los partidos de Gobierno cuentan con mayoría absoluta en la Cámara, por lo que se prevé que la cuestión salga adelante.

El primer ministro Fico ha reconocido que espera que el Parlamento lleve a cabo la votación definitiva de cara al próximo mes de junio.

La iniciativa ha recibido críticas tanto de la oposición, como de periodistas críticos con el Gobierno. Ambos acusan al Ejecutivo de querer sustituir la RTVS, a la que consideran objetiva e independiente, por una emisora de propaganda afín al Gobierno.

Organizaciones no gubernamentales ya anunciaron semanas atrás que enviarían cartas a la Comisión y el Parlamento Europeo para que bloquearan el cierre de la RTVS. La propia presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, que acaba mandato en junio, ha rechazado la medida.

El primer ministro Fico y la ministra de Cultura, Martina Simkovicova --impulsora de la medida-- han criticado en reiteradas ocasiones a la dirección de la RTVS por supuesta parcialidad en su contra, e intentaron destituir al director general.

Sin embargo, la legislación eslovaca impidió aquella maniobra, pues el máximo responsable de la radiotelevisión pública fue elegido para un mandato hasta 2027. El Ejecutivo trata de sortear esta situación sustituyendo la RTVS por otra nueva llamada STVR.

Además del cambio de nombre, la propuesta del Gobierno recoge el nombramiento del director general de la radiotelevisión a través de un Consejo formado por varios miembros, tres de ellos seleccionados por el Ministerio de Cultura. También aboga por la creación de un Consejo que supervise la programación.