MADRID.- El fin de ciclo va a llegar antes de lo esperado. O eso es lo que se 
deja ver entre las palabras de los expertos mundiales. La mayor gestora 
de fondos, Blackrock, ya ha lanzado la primera piedra y son muchos los que le han seguido. El 'runrún' de una nueva crisis global es cada vez más fuerte y todos quieres estar preparados para ese momento, se afirma hoy en el digital español www.vozpopuli.com. 
A esto hay que sumarle que la economía de Estados Unidos
 ya no es el motor de crecimiento mundial, ya no arrastra y de hecho su 
'gasolina' apenas les da para seguir creciendo a buen ritmo. De hecho, JP Morgan
 no cree que el destacado comportamiento económico superior de Estados 
Unidos se mantenga en el transcurso de 2019. El estímulo fiscal que 
provocó un subidón intenso en 2018 irá perdiendo fuerza previsiblemente 
en los próximos trimestres, y se espera que el crecimiento general del PIB estadounidense se modere a menos del 2% para finales de 2019.
Las
 rebajas fiscales podrían haber generado efectos más duraderos si se 
hubiera incrementado la inversión de las empresas. Pero, a la vista de 
la incertidumbre geopolítica, las empresas están postergando las inversiones. El efecto más fuerte se ha dejado sentir en Europa y Asia, pero cada vez es más evidente que la propensión al gasto en bienes de equipo también se está reduciendo en EE. UU.
Europa
Si
 Estados Unidos tiene un año complicado por delante, el de Europa no se 
queda atrás. El Viejo Continente tiene muchos frentes abiertos que se 
tendrán que saldar en 2019, y muchos no tienen buena pinta. 
El BCE
 dejará de comprar activos (QE) y se espera que comienza a subir tipos a
 mitad de 2019, aunque hay voces como las de JP Morgan que ya comienzan a
 dudar que se produzca tras el segundo trimestre. 
Desde el IEB
 explican que la inflación se está aproximando hacia los objetivos 
fijados por el banco central, después de que el encarecimiento del 
petróleo y la subida del euro dispararan los precios durante 
varios meses de 2018, pero se observa un aumento de la incertidumbre 
para el crecimiento económico que está vinculada a factores globales, 
por lo que podría ser un motivo para no endurecer su política monetaria. 
Paralelamente a las medidas del BCE, en Europa
 hay que estar atentos a la amenaza de un mayor proteccionismo y 
la necesidad de prestar atención a la persistente volatilidad del 
mercado propiciada, en parte, por la inestabilidad que genera en el 
mercado de deuda el gobierno de Italia.
El
 país transalpino sigue generando grandes dudas e incertidumbre. Su 
Gobierno tenía como objetivo un déficit presupuestario del 2,4% del PIB
 para 2019, por encima del nivel previamente comunicado por el Ministro 
de Finanzas Giovanni Tria, y en el extremo superior de las expectativas 
del mercado.
Finalmente, este 19 de diciembre la 
Comisión Europea (CE) e Italia lograron un acuerdo sobre los 
presupuestos, que evita por el momento la imposición de sanciones, 
después de que el Gobierno de Roma rebajara su previsión de déficit al 
2,04% del PIB.
De todas formas, el nuevo objetivo de 
déficit sigue siendo superior al 0,8% propuesto por el anterior 
Ejecutivo socialdemócrata italiano.
El Gobierno actual
 tampoco convence y da alas a los populismos más radicales en los países
 más cercanos. No se pone en duda la salida de Italia de Europa, es la 
tercera economía más grande, pero los mercados si que lo están 
comenzando a descontar. 
En Reino Unido la situación 
no está mejor. El país inglés ha alcanzado un principio de acuerdo con 
la Unión Europea, pero siguen habiendo turbulencias que llegan desde Londres, donde parece que ciertas voces todavía cuestionan el proceso.
El debate sobre el acuerdo del "brexit"
 se reanudará el próximo 9 de enero en el Parlamento británico. Está 
previsto que los diputados discutan sobre el pacto desde ese miércoles 
hasta el 11 de enero, aunque esta última jornada tendrá que ser aprobada
 por la cámara porque es el día en el que los parlamentarios están en 
sus circunscripciones.
El
 debate podría prolongarse, ya que se espera que los representantes 
políticos tengan la oportunidad de discutir el acuerdo durante un total 
de cinco días, antes de que sea votado en la semana que empieza el lunes, 14 de enero.
Muchos diputados han mostrado la oposición a la "salvaguarda" que incluye el documento de salida de la UE, pensada para evitar una frontera entre las dos Irlandas.Esa "garantía" prevé que el Reino Unido
 permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté 
alineada con ciertas normas del mercado único, hasta que se establezca 
una nueva relación comercial entre ambas partes, negociada en el periodo
 de transición -entre el 29 de marzo de 2019 y finales de 2020-. 
Emergentes
A todo esto hay que sumarle los 'pequeños incendios' de los países emergentes como Turquía o Brasil. Actualmente,
 están siendo golpeados dada su posición de mayor vulnerabilidad a los 
movimientos de capitales, sobre todo aquellos países que 
fueron complacientes durante la época del dinero barato y que generaron 
desequilibrios fiscales y externos importantes en sus economías.
El
 ciclo de alzas de tasas de interés global y cualquier otro factor 
externo, tendrán una mayor repercusión en aquellas monedas cuyas 
economías tengan mayores debilidades estructurales o desalineaciones. 
Las crecientes tasas de interés en EEUU
 y la apreciación del dólar estadounidense, han contribuido a la 
depreciación de la moneda en muchas economías emergentes, donde 
países como Argentina o Turquía, con mucho déficit exterior o mucha 
deuda en moneda extranjera, se han visto particularmente expuestos. 

 
 
 
 
 
 
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