La ministra del Interior, Nancy Faeser, anunció ayer una nueva prórroga de los límites en principio durante 20 días, aunque Berlín asume que irá a más. Scholz ha defendido este miércoles ante el Parlamento estas "medidas de control exhaustivas", después de pactar con los estados federados un endurecimiento de las políticas migratorias y un reparto en los gastos de atención a extranjeros.
El canciller prevé que pronto comience a generalizarse la tarjeta de pago que sustituirá a las ayudas en efectivo a los solicitantes de asilo, uno de los compromisos adquiridos con las autoridades regionales. Después de que algunas empresas se hayan mostrado dispuestas a facilitar el servicio, Scholz ve "probable" que el tema quede resuelto "rápidamente".
El jefe de Gobierno también ha vuelto a tender la mano al líder de la oposición, el conservador Friedrich Merz, para mantener conversaciones sobre política migratoria. Merz, sin embargo, ha recriminado a Scholz su supuesta falta de cooperación por negarse a crear un grupo de trabajo conjunto que aglutine voces gubernamentales y opositoras.
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