miércoles, 18 de marzo de 2020

La OMS impulsa un gran ensayo clínico mundial para hallar el tratamiento más eficaz Covid-19


GINEBRA/NUEVA YORK.- El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado la puesta en marcha de un gran ensayo clínico a nivel mundial para comprobar cuál es el tratamiento más eficaz contra el coronavirus.

“Este gran estudio internacional está diseñado para generar los datos sólidos que necesitamos, para mostrar qué tratamientos son los más eficaces“, ha resaltado Tedros en rueda de prensa.
España, Argentina, Bahrein, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, Suiza y Tailandia han confirmado que participarán en este estudio, que se conocerá como ‘Solidarity’ (solidaridad en español), según ha avanzado Tedros, quien confía en que “muchos más países se unirán”. 
El ensayo incluye procedimientos simplificados para permitir que incluso los hospitales que han sido sobrecargados participen.
“El primer ensayo de la vacuna ha comenzado, solo 60 días después de que la secuencia genética del coronavirus fuera compartida. Este es un logro increíble. Elogiamos a los investigadores de todo el mundo que se han reunido para evaluar sistemáticamente las terapias experimentales. Pero múltiples ensayos pequeños con diferentes métodos pueden no darnos la clara y fuerte evidencia que necesitamos sobre qué tratamientos ayudan a salvar vidas”, ha justificado Tedros sobre la pertenencia de este estudio.
La OMS también ha destacado que Corea del Sur debe ser el ejemplo a seguir por muchos países para poder vencer a la pandemia de COVID-19, por su rápida y acertada estrategia en la lucha contra el coronavirus.
“Estamos trabajando junto a otros países con transmisión comunitaria para aplicar las lecciones aprendidas en Corea del Sur y otras partes, y adaptarlas en sus contextos locales”, declaró en una rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El médico etíope recordó que Corea del Sur combinó la concienciación de su ciudadanía con la expansión de la capacidad de sus laboratorios para testar posibles casos, racionó el uso de mascarillas y practicó un exhaustivo seguimiento de contactos con pacientes en determinadas áreas afectadas.
Además, aisló casos sospechosos en instalaciones diferentes a los domicilios o los hospitales, permitiendo que de 800 casos diarios en el peor momento del brote en ese país se pase a los 90 actuales.
“La OMS sigue recomendando que en la medida de lo posible los casos confirmados menos graves sean aislados en instalaciones sanitarias”, pero que, de no ser posible, se usen recintos comunitarios, recordó Tedros.
La organización también ha advertido de que permitir que el coronavirus circule para que una gran parte de la población se contagie y logre la inmunidad, como se ha sugerido en países como el Reino Unido, “no es una opción” ni una “buena idea”.

El coronavirus podría ralentizarse hacia el verano

Una gran incógnita sobre la pandemia de coronavirus que actualmente recorre el mundo es cómo responderá a medida que el clima se vuelve más cálido.
El virus "desaparecerá en abril", dijo el presidente Donald Trump en una reunión de gobernadores el mes pasado, "a medida que llegue el calor". Tal afirmación, demasiado confiada, ha atraído críticas de virólogos y verificadores de hechos. 
La mayoría de las enfermedades respiratorias, como la gripe y las cepas comunes de rinovirus y coronavirus que causan el resfrío común, se propagan más rápidamente en las condiciones frías y secas de los meses de invierno. 
Pero ha sido imposible señalar con certeza cómo se comportaría el COVID-19 en verano y a finales de primavera por una razón obvia: la tensión no existió hasta alrededor de noviembre del año pasado.
Al mismo tiempo, comienzan a surgir pruebas de que la temperatura y la humedad marcan una diferencia en la capacidad del virus para infectar a un gran número de personas. Esto debería dar a los servicios de salud la esperanza de un respiro a medida que el verano se extienda por las regiones templadas del norte, lo que ayudará a planificarse ante brotes renovados cuando llegue el invierno.
No podemos simular las condiciones estivales en países que actualmente están en pleno invierno, pero podemos hacer algo casi igual de bueno: observar lo que sucede en lugares más cercanos al ecuador donde el clima es más templado.
Ha habido evidencia preliminar en este frente durante cierto tiempo. Irán, que representa alrededor del 90% de los casos de coronavirus en el Medio Oriente, es un caso único en la región porque se encuentra principalmente en una meseta donde las condiciones invernales son similares a las de los países situados más al norte. 
Al mismo tiempo, algunas naciones del sudeste asiático con estrechos vínculos comerciales y turísticos con China han visto sorprendentemente pocos casos, incluso si se supone que a sus sistemas de salud pública menos desarrollados les falta contabilizar infecciones. Tailandia, Indonesia y Filipinas han visto menos casos que Estonia, Eslovenia o Islandia, a pesar de tener una población combinada más de 100 veces mayor.
Un estudio subido al servidor médico de prepublicaciones MedRxiv Monday grafica casos registrados contra las condiciones climáticas para sugerir que existe una correlación significativa entre los brotes y el clima. 
En condiciones de frío extremo y mucho calor y humedad, el virus está "en gran parte ausente", escribieron los investigadores de España, Portugal y Finlandia, lo que implica que es poco probable que las personas en climas tropicales y polares registren la transmisión local de casos.
Las regiones áridas verán una mayor tasa de infecciones, pero las áreas más afectadas serán los países templados y las zonas de gran altitud más cercanas al ecuador. El período comprendido entre junio y septiembre debería observar una tasa de disminución de las infecciones en gran parte de Europa y América del Norte, escribieron, aunque las áreas más cercanas a los polos en Escandinavia, Rusia y Canadá podrían ver el empeoramiento de las condiciones a medida que el clima se calienta lo suficiente como para soportar las infecciones locales.
Otro estudio previo a la publicación realizado por cuatro investigadores con sede en Pekín que se cargaron al servidor arXiv la semana pasada llega a una conclusión similar después de analizar las tasas de infección en 100 ciudades chinas. 
Esta tasa, conocida como R0, es un determinante clave de la propensión de propagación de una infección. Para el COVID-19 actualmente se estima en alrededor de 2,2, pero moverlo por debajo de 1 debería, si se mantiene, ser suficiente para convertir la actual epidemia fuera de control en un brote que se extingue por sí solo.
El aumento de la temperatura en un grado centígrado reduce la tasa R0 en 0,0383 y el aumento de la humedad en un 1% lo presiona a la baja en 0,0224, constataron los investigadores. Esto debería ser particularmente significativo en lugares con veranos calurosos y húmedos, escribieron: en caso de que los Juegos Olímpicos de Tokio sigan adelante, la tasa R0 en la ciudad probablemente estaría en niveles de extinción por debajo de 1, dadas las condiciones normales de verano.
Los resultados no deberían ser demasiado sorprendentes. El mecanismo que hace que la gripe y los resfríos se propaguen más rápido en invierno no se comprende perfectamente. Parece relacionarse con la forma en que las partículas de virus pueden permanecer activas en superficies como botones de elevadores y manillas de puertas durante más tiempo en climas templados; la forma en que las personas muestran una mayor susceptibilidad a las infecciones de garganta al respirar aire frío y seco; y nuestra tendencia a congregarnos en condiciones cálidas y cerradas donde las enfermedades se propagan fácilmente durante el clima invernal. 
Aún así, sería notable si el COVID-19 realmente se comportara de una manera diferente a cualquier otro coronavirus, o de hecho, casi cualquier otro virus respiratorio común.
No comience a planificar vacaciones de verano con la expectativa de que esta enfermedad desaparezca con el sol. Por un lado, ambos estudios siguen siendo solo modelos informáticos, y ninguno de ellos ha sido revisado por pares. 
Además, incluso una tasa reducida de infección solo disminuirá la propagación de esta pandemia, en lugar de detenerla. En la mayoría de los lugares, ni siquiera será suficiente llevar la tasa R0 por debajo de 1, en ausencia de otras medidas como el distanciamiento social.
Aun así, el peor de los casos para esta enfermedad —donde afecta a las regiones de bajos ingresos de África y el sudeste asiático, y sin descanso estacional para que los servicios de salud tomen un respiro antes de la próxima oleada— parece menos probable de lo que parecía hace algunas semanas. Esto aún deja una serie de escenarios muy sombríos, pero en este momento deberíamos aprovechar la comodidad que podamos tener.

La OIT advierte que el brote de coronavirus podría destruir hasta 25 millones de empleos

GINEBRA.- La pandemia de coronavirus podría desencadenar una crisis económica global y destruir hasta 25 millones de empleos alrededor del mundo si los gobiernos no actúan con rapidez para proteger del impacto a los trabajadores, dijo el miércoles la Organización Internacional del Trabajo. 

“Sin embargo, si vemos una respuesta internacional coordinada, como sucedió en la crisis financiera global del 2008/9, entonces el impacto del desempleo global podría ser significativamente menor”, dijo la OIT.
La organización llamó a que se tomen medidas urgentes, coordinadas y a gran escala para proteger a los trabajadores en sus lugares de empleo, estimular la economía y apoyar los empleos e ingresos.
Dichas medidas deberían incluir el aumento de la protección social, el apoyo a la conservación del empleo a través del trabajo en jornada reducida o las licencias remuneradas, así como la desgravación financiera y fiscal, incluso para las micro, pequeñas y medianas empresas, agregó la OIT.
Basándose en diferentes escenarios para el impacto de la epidemia en el crecimiento económico global, la OIT estimó que los desempleados a nivel global aumentarían entre 5,3 millones (escenario “bajo”) y 24,7 millones (escenario “alto”).
En comparación, la crisis financiera mundial de 2008/9 aumentó el desempleo mundial en 22 millones de personas.
“Esto ya no es solo una crisis mundial de salud, también es una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un gran impacto en las personas”, dijo el director general de la OIT, Guy Ryder.
“En 2008, el mundo presentó un frente unido para abordar las consecuencias de la crisis financiera y se evitó lo peor. Necesitamos ese tipo de liderazgo y resolución ahora”, agregó.

El BCE saca la artillería pesada y recomprará deuda por 750.000 millones de euros

FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo anunció el miércoles que lanzó un programa de emergencia de compra de bonos de 750.000 millones de euros (818.000 millones de dólares) para reducir el coste de los préstamos en un bloque que lucha contra las consecuencias económicas del coronavirus. 

“Las compras se llevarán a cabo hasta finales de 2020 e incluirán todas las categorías de activos elegibles bajo el programa de compra de activos existente”, dijo el BCE en un comunicado después de una reunión de emergencia a última hora del miércoles.
El esquema también incluirá deuda de Grecia, que hasta ahora ha sido excluida de las compras de bonos del BCE debido a su baja calificación crediticia.
El programa, que finalizará cuando termine la “fase de crisis” de la epidemia, también incluirá pagarés no financieros con suficiente calidad crediticia, dijo el BCE.

Trump invocará una ley de tiempos de guerra para combatir a un "enemigo invisible"

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, actuó el miércoles para acelerar la producción de equipos médicos necesarios para enfrentar el coronavirus y dijo que una estimación de que el desempleo en el país podría alcanzar el 20% era el peor de los escenarios. 

Luchando por enfrentar el virus tras haberlo minimizado inicialmente, Trump afirmó que está invocando la Ley de Producción de Defensa, lo que permitirá al gobierno acelerar la producción de máscarillas, respiradores, ventiladores y otros equipos necesarios.
“Vamos a derrotar al enemigo invisible”, dijo Trump, que añadió que la crisis básicamente lo había convertido en un “presidente en tiempos de guerra”.
Trump agregó que se acogería a otra ley que permite a las autoridades estadounidenses rechazar a los inmigrantes que buscan cruzar ilegalmente la frontera sur del país. La frontera no será cerrada, dijo.
El mandatario aseguró que se enviará un barco hospital a Nueva York para ayudar a las personas afectadas por el contagio, y que se desplegará una segunda nave de ese tipo en la Costa Oeste.
Defendió además su descripción del coronavirus como “el virus chino” a pesar de la preocupación entre algunos estadounidenses de que estaba haciendo un insulto étnico. “No es racista, para nada. Viene de China”, dijo sobre la enfermedad cuyo origen se remonta a Wuhan, China.
Trump, que apareció en la sala de reuniones de la Casa Blanca para lo que ahora se ha convertido en una conferencia de prensa diaria con su grupo especial para combatir el coronavirus, dijo que firmaría la Ley de Producción de Defensa más tarde el miércoles.
La ley, que se remonta a la Guerra de Corea de la década de 1950, da al presidente una amplia autoridad para “acelerar y expandir el suministro de recursos de la base industrial de Estados Unidos para apoyar los programas militares, de energía, espaciales y de seguridad nacional”, según un resumen en la página web de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias.
“Invocaremos la Ley de Producción de Defensa en caso de que la necesitemos”, dijo Trump.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, había avivado los temores sobre un colapso económico el miércoles al decirle a los legisladores que el 20% de desempleo era una posibilidad extrema si el virus tuviera efectos devastadores en las empresas estadounidenses, muchas de las cuales ya están bajo presión.
“Ese es el peor escenario total absoluto”, dijo Trump. “No estamos cerca de eso”.
Hay más de 7.000 casos de la enfermedad en Estados Unidos y más de 100 muertos.

El Gobierno de Trump solicita 45.800 millones adicionales contra el coronavirus

WASHINGTON.- El Gobierno de Estados Unidos presidido por Donald Trump ha pedido un monto adicional de 45.800 millones de dólares al Congreso para reforzar los fondos de sus instituciones ante la rápida propagación del coronavirus, dijo el miércoles un portavoz de la Casa Blanca. 

La solicitud de fondos adicionales, que fue enviada a los congresistas estadounidenses el martes por la noche, otorgará miles de millones de dólares a los servicios sanitarios, a la administración de veteranos de guerra (VA, por sus siglas en inglés) y al Departamento de Defensa del país.
Otra solicitud enviada por separado por la Casa Blanca para establecer un paquete de ayudas por valor de 1 billón de dólares estará destinado a contener los daños económicos provocados por el coronavirus.
La solicitud incluye la propuesta de una partida de 13.100 millones de dólares para que la administración de veteranos financie tratamientos contra el COVID-19, la enfermedad que causa infecciones respiratorias, así como oros costes relacionados.
El Gobierno de EEUU solicita 1.300 millones de dólares para los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) que se añadirían a una solicitud anterior.
La propuesta incluye unos 500 millones de dólares para la red de trenes de pasajeros Amtrak, que ha advertido que perderá cientos de millones de dólares este año y que pide 1.000 millones en concepto de ayuda de emergencia.
Amtrak ha detenido un 60% de sus viajes diarios de trenes en el Corredor Noreste que une a Boston y Washington.
La Casa Blanca también ha solicitado 800 millones de dólares para financiar hasta 13 instalaciones de cuarentena que albergan a inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.

Canadá anuncia nuevo plan de ayuda por casi 57.000 millones de dólares ante el coronavirus

OTTAWA.- El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció el miércoles un nuevo plan de asistencia de casi 57.000 millones de dólares en ayuda y aplazamientos de impuestos para trabajadores y empresas ante la pandemia de coronavirus.

El plan incluye 27.000 millones de dólares canadienses (18.600 millones de dólares estadounidenses) de ayudas, y aplazamientos del pago de impuestos por unos 55.000 millones de dólares canadienses (unos 38.000 millones de dólares estadounidenses) que podría extenderse hasta agosto para responder a las necesidades de efectivo de las familias y empresas del país.
Son medidas "excepcionales" para un "período excepcional", dijo Trudeau en una conferencia de prensa afuera de su residencia, donde él y su familia se autoaislan después de que su esposa Sophie fuera diagnosticada con el virus COVID-19.
El primer ministro canadiense dijo que el paquete de asistencia equivale a 3% del PIB del país.
Canadá tiene 569 casos confirmados de coronavirus y ocho fallecidos, según el Ministerio de Salud.
"Este es un momento en el que debes concentrarte en tu salud, no si vas a perder tu trabajo o no, si te quedarás sin dinero para cosas como alimentos y medicamentos", resaltó.
Los fondos se desembolsarán a través de programas sociales como el seguro de desempleo y un beneficio tributario por hijos, incluido un apoyo de ingresos quincenal de 900 dólares canadienses para los trabajadores que deben quedarse en casa y no tienen acceso a licencia por enfermedad pagada.
"Nuestro gobierno está preparado para hacer lo que sea necesario para mantener nuestra economía fuerte y estable", dijo de su lado el ministro de Finanzas, Bill Morneau.
"Por lo general, mi trabajo es asegurar que mantengamos nuestra trayectoria fiscal...Pero en este momento, como ministro de finanzas, mi único trabajo es asegurarme de que los canadienses puedan tener comida en el refrigerador, que puedan mantener un techo sobre sus cabezas, que puedan pagar la medicina que necesitan", acotó.
La inyección en la economía también incluye ayuda para personas sin hogar y refugios de emergencia y un subsidio salarial para alentar a los empleadores a mantener al personal en sus puestos, así como los aplazamientos de hipotecas y otros pagos de préstamos de los bancos.
"Necesitamos que las empresas continúen activas para que puedan mantener a los empleados trabajando", dijo Morneau.
Pero agregó: "No podemos conocer el impacto total o la duración del desafío al que nos enfrentamos", y se podrían desplegar más medidas.

Francia pide ir a trabajar para garantizar "seguridad económica" y evitar desabastecimiento

PARÍS.- Francia pidió el miércoles a los empleados de sectores clave "que vayan a sus lugares de trabajo" para garantizar la "seguridad económica del país", luego de comenzar a aplicar la víspera el confinamiento de su población en plena epidemia del coronavirus. 

A la situación sanitaria que se agrava, con 89 muertos en las últimas 24 horas, lo que eleva a 264 el número total de decesos, y 9.134 personas infectadas en el país, se suma el temor a una parálisis en las cadenas de abastecimiento, con un principio de falta de efectivos en supermercados y en el transporte de mercancías.
"Invito a todos los empleados de las empresas que aún están abiertas, actividades que son esenciales para el funcionamiento del país, a ir a sus lugares de trabajo (...) en condiciones de máxima seguridad sanitaria", dijo el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, en una entrevista con la cadena de noticias BFM Business.
"Debemos poder alimentarnos y las familias francesas deben poder ir a los supermercados", subrayó el ministro. "Desde los agricultores hasta los supermercados, pasando por las tiendas y los mercados, los alimentos deben poder circular", insistió, admitiendo que "comienza a haber tensión en un cierto número de supermercados y comercios en materia de asalariados".
En la misma línea, la patronal francesa, Medef, lanzó una advertencia el miércoles sobre una paralización de la actividad económica, incluso en sectores esenciales, debido al coronavirus.
"Ha habido un cambio extremadamente brutal en la actitud de los empleados de todos los sectores de actividad, incluidos los muy numerosos cuya actividad no está prohibida por las medidas sanitarias", dijo el presidente delegado de Medef, Patrick Martin.
Tras el anuncio de Macron el lunes, en el que impuso un confinamiento casi total en Francia a partir del martes al mediodía, "muchos empleados pidieron a sus empresas que tomaran medidas parciales de actividad, sin las cuales ejercerían el derecho a retirarse", añadió, diciendo que estaba "muy preocupado" por la situación.
Según Martin, muchos empleados han "malinterpretado las palabras del presidente" y las empresas "ya no pueden continuar sus actividades bajo la presión de los empleados".
Del lado de los sindicatos, el tono es otro. Laurent Berger, el secretario general de la CFDT, uno de los principales gremios de Francia, dijo que la protección de los trabajadores era un "gran punto negro" en la lucha contra el coronavirus.
Algunas fotos, que circulan en las redes sociales, muestran a cajeros de supermercados protegidos únicamente con plásticos puestos en la boca o con pedazos de cartones. La escasez de equipo de protección también está presente en el sector de la salud.
Para paliar esta escasez, China envió el miércoles un millón de mascarillas a Francia. Se trata de donaciones de dos organizaciones benéficas chinas destinadas a Francia para combatir la propagación del nuevo coronavirus.
Para intentar frenar la propagación del coronavirus, los franceses sólo pueden salir a las calles para ir al supermercado, al médico o a trabajar cuando no es posible hacerlo a distancia.
La policía comenzó este miércoles a efectuar controles para que se apliquen estas reglas, como observaron en diferentes puntos de París periodistas, y multó a 4.095 personas en todo el país por no respetarlas, según anunció el ministro del Interior Christophe Castaner.
No obstante, algunos mercados al aire libre, como el de Barbès, al norte de la capital, estuvo abarrotado este miércoles, por lo que las autoridades contemplan cerrar aquellos "en los que se ven multitudes".
Para limitar la quiebra de empresas debido a la pandemia, el gobierno francés anunció el martes que inyectará en lo inmediato 45.000 millones de euros (unos 50.000 millones de dólares).
La mayoría de este monto -32.000 millones de euros- se utilizará para aplazar o cancelar las contribuciones a la seguridad social y los impuestos.

EEUU aprueba un plan de ayuda social de 100.000 millones de dólares por el coronavirus

WASHINGTON.- Estados Unidos adoptó este miércoles un plan de ayuda social de unos 100.000 millones de dólares destinado a los trabajadores directamente afectados por las consecuencias del coronavirus, mientras los congresistas y la Casa Blanca negociaban un plan de estímulo económico que podría alcanzar los 1,3 billones de dólares. 

El presidente Donald Trump anunció haber ratificado las medidas horas después de que el Senado, de mayoría republicana, las aprobara con 90 votos a favor y ocho en contra.
Fruto de duras negociaciones entre demócratas, republicanos y la Casa Blanca, el plan de ayuda busca reforzar la protección social de los estadounidenses ante la pandemia que dejó hasta el momento más de 110 muertos en Estados Unidos, donde se han detectado más de 7.300 casos.
El texto ya había sido adoptado en la madrugada del sábado por la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, con 363 votos a favor y 40 en contra. 
El documento denominado "Las familias primero, ley sobre la respuesta al coronavirus" prevé pruebas gratuitas para cualquier persona que las necesite, incluidas aquellas que no tengan seguro.
La ley también incluye bajas por enfermedad de "emergencia", con hasta dos semanas de licencias pagadas para los empleados a jornada completa y, en el caso de los trabajadores a tiempo parcial, un periodo equivalente al número de horas trabajadas habitualmente, repartido en dos semanas.
Senadores republicanos pidieron que el monto de las licencias pagadas tuviera un tope, como condición para apoyar el texto.
Estados Unidos no tiene un sistema de cobertura sanitaria universal y millones de estadounidenses no tienen seguros o están mal asegurados, y no todos los empleados gozan de licencias pagadas.
Esta ley prevé también un acceso más fácil al seguro de desempleo así como a los bonos alimentarios, especialmente para los niños que ya no van a la escuela por el coronavirus, y desbloquea fondos federales para financiar el programa "Medicaid", que cubre gastos sanitarios de los estadounidenses más pobres.
"Es un proyecto bienintencionado elaborado por los demócratas de la Cámara y el equipo del presidente Donald Trump para intentar aportar nuevas medidas de apoyo a los trabajadores estadounidenses", declaró el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
"Sin embargo, el texto de la Cámara tiene verdaderas lagunas", añadió, insistiendo en que el Senado permanecerá en sesión mientras no adopte "un paquete de medidas mucho más atrevido, que deberá incluir un apoyo significativo a las pequeñas empresas del país".
El senador se refería así a la próxima serie de medidas previstas, que están siendo negociadas.
Steve Mnuchin, el secretario de Tesoro encargado de negociar con el Congreso, alertó a los senadores republicanos sobre el riesgo de una tasa de desempleo del 20% si no se aprueba un plan de estímulo económico de 1,3 billones de dólares para paliar el impacto del nuevo coronavirus.

Lágrimas y pesadumbre económica en la "guerra" de España contra el coronavirus

MADRID.- La grave crisis sanitaria que está causando el brote de coronavirus en España provocaba las lágrimas de un alto cargo regional el miércoles y llevaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a reconocer que esta “guerra” conllevará inevitablemente una contracción de la economía nacional. 

Con cerca de 560 muertes, España es el segundo país más afectado de Europa después de Italia y tiene el cuarto número más alto de casos en el mundo, con 13.716 según datos oficiales del miércoles.
El director del Servicio de Salud de Aragón, Javier Marión, rompió en lágrimas en plena rueda de prensa cuando se le preguntó por la falta de material médico como mascarillas para los profesionales sanitarios de la región, según mostraron imágenes de vídeo en medios de comunicación españoles.
La cifra de infectados en Aragón ascendía el miércoles a 226 casos y 13 muertos.
Entretanto, la Fiscalía de Madrid abría una investigación en la residencia de ancianos donde al menos 17 residentes han muerto por coronavirus desde el viernes.
“No hemos vivido nunca nada igual y nuestra sociedad, que se había acostumbrado a incorporar cambios que ensanchaban las posibilidades de conocimiento, disfrute, salud y vida, se encuentra ahora librando una guerra para defender lo que dábamos por hecho”, dijo Sánchez en un Congreso de los Diputados prácticamente vacío.
“Resulta evidente que descenderá el PIB anual como ya ha indicado la Comisión Europea”, añadió. “(El año) 2020 no tendrá 12 meses, sino 10 o incluso 9, pero la buena noticia es que esta emergencia dependerá de la paralización de la situación”.
Entre comparecencias, una limpiadora con guantes y mascarilla subía las escaleras que conducen al estrado del orador para limpiar barandillas, atril y micrófonos.
Para evitar la propagación del COVID-19 en la cámara baja española, sólo 28 de sus 350 diputados y cinco ministros escucharon a Sánchez presencialmente.
Dennys Martin Gómez Acevedo, un venezolano de 38 años que trabaja para Uber Eats en Madrid, dijo que aunque es consciente de los riesgos a los que se enfrenta al seguir repartiendo comida a domicilio en bicicleta en pleno brote de coronavirus, no puede dejar de trabajar porque su familia en Venezuela depende de ello.
“Pues sí, siente uno miedo porque no sabemos lo que implica el virus”, dijo. “La mayoría (de los clientes) dicen ‘oh gracias, muchacho, por seguir currando, por mantener el país’ y hay otros que tienen como un poquito más de miedo y te dan instrucciones en la puerta y dicen ‘aléjate por tu salud, por la mía’ y entonces hay que entender todas estas situaciones”.
Con la crisis del coronavirus en aumento, la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, pidió a los 2,7 millones de españoles que residen en el extranjero que eviten viajar salvo casos de extrema necesidad, al tiempo que indicó que ayudará a los extranjeros de visita en España a regresar a sus países.
Los internos de un Centro de Internamiento de Extranjeros en Madrid se subieron al tejado e iniciaron una huelga de hambre para protestar por el fracaso de las autoridades en la contención del brote, según una carta publicada por una ONG que representa a los inmigrantes.
El miércoles, la policía requisó unas 69.000 mascarillas quirúrgicas y más de 5.000 gafas protectoras y guantes para ser transferidos a los trabajadores sanitarios.
La mayoría de equipos fueron confiscados en puertos y aeropuertos, mientras que la Guardia Civil se incautó en Zaragoza de más de 1.000 mascarillas que iban a ser vendidas ilegalmente a través de una subasta por internet.
Las fuerzas de seguridad han detenido a unas 73 personas por infringir las restricciones a la libertad de circulación.
España pasó de tomar algunas medidas iniciales para combatir la crisis, tales como la suspensión de clases, a decisiones más drásticas tras declarar el estado de alarma el pasado fin de semana para reducir al mínimo el contacto social, cerrando establecimientos y confinando a la población ante el incremento exponencial de los infectados.
El martes, España anunció un paquete de 200.000 millones de euros (220.000 millones de dólares) para ayudar a las empresas y proteger a los trabajadores y otros grupos vulnerables afectados por la crisis del coronavirus.
El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, acogió con beneplácito las medidas. “Va en la dirección correcta y espero que todos lo apoyen”, dijo en una entrevista para Radio Nacional de España.

Un mundo perplejo declara la guerra al coronavirus

LONDRES.- Cientos de millones de personas en todo el mundo se estaban adaptando el miércoles a medidas extraordinarias para combatir la pandemia del coronavirus, que no solo está matando a ancianos y a las personas más vulnerables, sino que también amenaza al mundo con un largo período de miseria económica. 

El COVID-19, una enfermedad de rápida propagación que pasó de los animales a los humanos en China, ha infectado a más de 204.000 personas y ha causado unas 8.700 muertes en 164 países, provocando confinamientos y estímulos económicos no vistos desde la Segunda Guerra Mundial.
“No hemos vivido nunca nada igual “, dijo el presidente de España, Pedro Sánchez, en un parlamento prácticamente vacío. 
“Nuestra sociedad, que se había acostumbrado a incorporar cambios que ensanchaban las posibilidades de conocimiento, disfrute, salud y vida, se encuentra ahora librando una guerra para defender lo que dábamos por hecho”, añadió.
Había una alarma particular en Italia, que ha sufrido una tasa de mortalidad inusualmente alta (2.978 de 35.713 casos) y estaba reclutando a miles de estudiantes de medicina y doctores jubilados para ayudar a un servicio de salud desbordado.
En todo el mundo, tanto ricos como pobres veían sus vidas sacudidas por la cancelación de eventos, tiendas desabastecidas, lugares de trabajo vacíos, calles desiertas y escuelas cerradas.
“La limpieza es importante, pero aquí no es fácil”, dijo Marcelle Diatta, de 41 años y madre de cuatro hijos en Senegal, donde altavoces instaban a las personas a lavarse las manos, pese a que el agua a menudo se corta en su barrio.
La crisis ha creado una ola de solidaridad en algunos países, con vecinos, familias y colegas que se unen para atender a los más necesitados, incluida la entrega de alimentos y productos básicos a la puerta de quienes están obligados a permanecer aislados.
En España, los vecinos aislados aplauden desde sus balcones y ventanas todos los días a las 8 de la tarde en agradecimiento a los esfuerzos de los servicios de saludo, y en varios países las tiendas están estableciendo horarios especiales para los ancianos. 
Asustados por una recesión global aparentemente inevitable, los países ricos están liberando miles de millones de dólares en estímulos para sus economías, préstamos a empresas en problemas, ayudas para los servicios de salud y para personas que temen no poder hacer frente a sus hipotecas y otros pagos de rutina.
“Esto es algo que ocurre una vez en 100 años”, dijo el primer ministro australiano Scott Morrison, advirtiendo que la crisis podría durar seis meses y que su país se convertía en el último en restringir las reuniones y viajes al extranjero.
El dinero extra de los gobiernos y los bancos centrales no ha logrado calmar los mercados: las bolsas y los precios del petróleo volvieron a desplomarse.
Tras la disminución del brote de coronavirus en China, donde surgió a fines del año pasado, los optimistas predicen una mejora una vez que la epidemia supere su pico en otros lugares, con la esperanza de que sea en unos meses.
Entretanto, los pesimistas tienen en cuenta la posibilidad de brotes recurrentes y años de dolor, y algunos incluso comparan la situación con la Gran Depresión de la década de 1930.
En el terreno, millones de trabajadores temen por sus trabajos. Restaurantes, bares y hoteles han cerrado, y las aerolíneas, ante la peor crisis que se recuerda, ya han despedido o concedido permiso sin sueldo a decenas de miles de empleados.
El estado de Nevada en Estados Unidos ordenó el cierre de toda la industria turística y de entretenimiento que emplea a 355.000 personas, o un cuarto de todos los puestos de trabajo estatales.
Sin embargo, algunas fricciones geopolíticas continuaron de manera normal, o incluso fueron exacerbadas por la crisis. Un documento de la Unión Europea acusó a los medios rusos de avivar el pánico en Occidente a través de la difución de información errónea sobre la enfermedad. 
Moscú ha negado este tipo de acusaciones en el pasado.

Wall Street vuelve a caer y borra casi todo el avance de la era Trump

NUEVA YORK.- Las acciones estadounidenses profundizaron sus pérdidas el miércoles y el Dow Jones borró casi todas las ganancias que acumuló desde que Donald Trump asumió como presidente en 2017, en momentos en que las repercusiones de la pandemia de coronavirus amenazan con paralizar la actividad económica. 

*El índice de referencia S&P 500 cerró con una caída de un 5,2%, lo que extiende la reciente baja que terminó con la racha alcista más larga de Wall Street.
El S&P 500 ha perdido aproximadamente un 29% desde su máximo histórico de cierre del 19 de febrero.
Con los aeropuertos y hoteles vacíos y las aerolíneas pidiendo a su personal que tome vacaciones sin sueldo para detener las pérdidas, el índice S&P 1500 Airlines se hundió un 20,8%, mientras que las acciones de los hoteles Hilton, Marriott y Hyatt se desplomaron entre un 12% y un 19%.
“El mercado realmente está reaccionando al miedo y la incertidumbre y no creemos que termine hasta que encuentre un piso. El piso está dónde se contenga la propagación viral y se limite el costo económico del virus”, dijo Nela Richardson, estratega de inversiones en Edward Jones.
En uno de los pronósticos más sombríos hasta ahora, un economista de JP Morgan dijo que la economía de Estados Unidos podría contraerse un 4% este trimestre y un 14% el próximo. Para el año es probable que disminuya un 1,5%.
El pedido al Congreso del presidente Donald Trump para que apruebe 500.000 millones de dólares de pagos en efectivo a los contribuyentes junto con 50.000 millones de dólares en préstamos para aerolíneas no sirvió para frenar el desplome bursátil.
El Promedio Industrial Dow Jones perdió 1.338,46 puntos, o un 6,3%, a 19.898,92 unidades, mientras que el S&P 500 bajó 131,09 puntos, o un 5,18%, a 2.398,1 unidades. El Nasdaq, en tanto, disminuyó 344,94 puntos, o un 4,7%, a 6.989,84 unidades.
La caída fue tan fuerte que en la sesión volvió a activarse una suspensión automática de las operaciones durante 15 minutos. El índice de volatilidad cerró con un alza a 76,45.
Los futuros del crudo estadounidense cayeron más de un 20% el miércoles y el sector de energía del S&P 500 cerró en su nivel más bajo desde principios de 2003.

La Bolsa de Nueva York anunció que va a cerrar temporalmente su parqué y funcionar únicamente con operaciones electrónicas como precaución ante la pandemia del coronavirus.
En un comunicado, la bolsa neoyorquina explicó que el nuevo formato comenzará a utilizarse a la apertura del próximo lunes y que todos los mercados que opera seguirán funcionando en los horarios habituales.
La decisión, según la nota, es una medida de precaución para proteger la salud de los empleados y de los operadores ante el avance del COVID-19.
La cadena financiera CNBC, mientras, informó de que el movimiento responde en parte a un caso positivo de coronavirus en una persona que trabaja en Wall Street.
La Bolsa de Nueva York, que no hizo referencia a ningún caso en su comunicado, había empezado esta semana a someter a pruebas médicas a los operadores, verificando por ejemplo que no tenían fiebre antes de entrar a la zona de operaciones.
Intercontinental Exchange, la empresa propietaria de la Bolsa, aseguró que contaba ya con planes "robustos" y que se han probado de forma regular para pasar al modo únicamente electrónico en caso de necesidad.
"Los parqués de la Bolsa de Nueva York ofrecen un valor único (...), pero nuestros mercados son totalmente capaces de operar totalmente de forma electrónica para servir a todos los participantes y vamos a proceder de esa forma hasta que podamos reabrir nuestros parqués a todos los miembros, señaló Stacey Cunningham, presidenta de la Bolsa de Nueva York.
Cunningham subrayó que, pese a estas medidas de precaución, los mercados deben seguir abiertos y accesibles para todos los inversores.

El petróleo de Texas se deploma 24,4 % en su tercera peor caida de la historia

NUEVA YORK.- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este miércoles con un desplome del 24,4 %, hasta los 20,37 dólares el barril, en lo que es su tercera peor caída de la historia, que deja el crudo estadounidense a niveles de hace 18 años, debido al miedo de los inversores al impacto en la demanda por el coronavirus.

Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en abril restaron 6,58 dólares respecto a la sesión previa del martes.

El gobierno de Trump agita el fantasma de un desempleo masivo

WASHINGTON.- Sería el peor y más lejano de los escenarios y un gigantesco plan de estímulo podría evitarlo, pero el gobierno de Estados Unidos avisa de la posibilidad de una tasa de desempleo de 20% como consecuencia del nuevo coronavirus.

Según informaciones de prensa, el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, advirtió a los senadores republicanos que se llegará a esa tasa -el doble del pico máximo del 10% durante la recesión de 2008-, si no se adopta un paquete de estímulo económico de 1,3 billones de dólares para amortiguar el impacto del virus.
"Era solo un enunciado matemático (...) y no vamos a dejar que eso pase", dijo Mnuchin a la cadena CNBC el miércoles, insistiendo en que la prioridad absoluta era inyectar liquidez a favor de las empresas y los estadounidenses más vulnerables para evitar las quiebras, los despidos y que los hogares dejen de pagar sus facturas.
"Ese es el peor escenario total absoluto", reaccionó en rueda de prensa en la Casa Blanca el presidente Donald Trump. "No estamos cerca de eso".
Mnuchin dijo estar confiado en que la administración obtendrá el apoyo de republicanos y demócratas, las fuerzas que se reparten el control de las dos cámaras del Congreso.
Por lo pronto, el Congreso adoptó este miércoles un plan de ayuda social de unos 100.000 millones de dólares destinado a los trabajadores directamente afectados por las consecuencias del coronavirus.
Mientras los congresistas y la Casa Blanca negocian el plan de emergencia mayor, el tiempo apremia: los economistas ya consideran que la primera economía del mundo está en recesión.
El segundo trimestre "podría ver la peor contracción de la actividad económica de todos los tiempos", afirma Gregory Daco, de Oxford Economics.
"No me sorprendería ver la tasa de desempleo superar el 10% en abril", dice a la AFP, puesto que el 20% del empleo se concentra en los sectores de la distribución, el ocio y la hostelería, especialmente golpeados por un virus que ha trastocado en apenas unos días el día a día de millones de personas.
Resulta difícil hacer proyecciones sobre el desempleo debido a la incertidumbre reinante sobre la duración y la severidad de la pandemia.
La contagiosa enfermedad, que surgió en China a fines de 2019, alcanzó el martes los 100 muertos en Estados Unidos, según un balance con cifras oficiales. Y cerca de 6.500 personas de una población de 330 millones están infectadas, según cifras de la universidad John Hopkins.
"Nada puede impedir que la economía se derrumbe", opina Diane Swonk, economista en jefe en Grant Thornton, que proyecta por el momento un 6,4% de desempleo en los próximos meses.
Antes del brote de coronavirus, el gobierno de Trump se vanagloriaba de la buena salud de la economía estadounidense y especialmente de una tasa de desempleo históricamente baja. El 3,5% registrado en febrero era la menor tasa de desempleo en medio siglo.
Pero la epidemia lo cambió todo en un país en el que muchas personas reciben su sueldo diaria o semanalmente.
Las medidas draconianas -cierre de bares y restaurantes, suspensión de vuelo, despedida de turistas...- llevan muchos sectores a la recesión.
La tasa de desempleo es un importante barómetro para medir el crecimiento o decrecimiento de una economía.
Pero el desempleo no es un indicador en tiempo real: concretamente, solo aumenta después del inicio de una recesión y continúa subiendo incluso después de una recuperación económica.
Ello se explica porque los empleadores dudan si hacer despidos durante una desaceleración económica.
A la inversa, tras una recesión, las empresas, dudosas de que la economía está efectivamente en expansión, son reticentes a contratar nuevos empleados.
Durante la crisis financiera de 2008, la recesión comenzó en el primer trimestre de 2008. Pero la tasa de desempleo no llegó a su pico hasta octubre de 2009 (10,2%), cuando la economía empezaba a repuntar.

Mujeres yemeníes fabrican a toda prisa mascarillas contra el virus

SANÁ.- Una veintena de mujeres yemeníes han vuelto a ocupar la más vieja fábrica del país, tras permanecer cerrada más de una década, para fabricar mascarillas contra el nuevo coronavirus en este país devastado por una cruenta guerra civil.

La situación es particularmente tensa en Yemen, con un sistema de salud casi inexistente tras varios años de guerra.
En esta fábrica, en la capital Saná, en una oscura sala de producción de estas mascarillas médicas, las mujeres trabajan encorvadas sobre las máquinas de coser, ataviadas con niqabs oscuros y guantes blancos.
Para ellas, se trata de una carrera contrarreloj para hacer frente a la epidemia que ya golpea con saña a países ricos y desarrollados.
"Estamos trabajando en las mascarillas desde el lunes y, gracias a Dios, hemos empezado antes de que la epidemia nos afecte, y con esta medida de precaución no tendremos la necesidad de importarlas", dice la trabajadora Faten al Masudi.
"(...) Trabajamos por la salud de nuestros hijos", agrega Masudi que, como las demás mujeres, no tiene un salario fijo sino que es pagada por mascarilla producida.
Yemen, país asolado por la guerra y descrito por Naciones Unidas como el escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, no ha registrado aún ningún caso de COVID-19.
A diferencia de otros países vecinos del Golfo, Yemen no ha tomado drásticas medidas para prevenir la propagación del virus, pues es menos vulnerable. Varias regiones del país están atrincheradas y bajo asedio, y los contactos aéreos con el exterior están drásticamente limitados.
La fábrica ahora usada para producir mascarillas fue diseñada por China y abierta en 1967 para producir algodón, una de las actividades esenciales para la economía del país en los años 1970. Entonces producía diversas prendas así como uniformes militares, antes de cerrar en 2005.
Varias partes del complejo han sido dañados por los bombardeos aéreos, y otras han quedado en estado ruinoso.
Abdulá Shaiban, jefe de la fábrica, espera que con esta crisis sanitaria el lugar pueda funcionar con "todo su potencial".
"Hay una gran demanda para este tipo de mascarilla, que la gente utiliza para preservar su salud", explica.
Shaiban espera que con 80 máquinas de coser, el sitio produzca entre 8.000 y 10.000 mascarillas diarias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado el martes que no hay casos de COVID-19 en Yemen.
La OMS está trabajando con las autoridades en Saná, controlada desde 2014 por los rebeles, y en la sureña ciudad de Adén, donde está basado el gobierno oficial, para controlar sanitariamente a las personas que ingresan al país.
"El virus no respeta fronteras", afirma el representante de la OMS en Yemen, Altaf Musani.
"Tenemos un déficit en la cantidad de tests realizados. Debemos incrementar nuestra capacidad para efectuar análisis", asegura.
Tres millones de personas y desplazados en Yemen luchan para sobrevivir, sin casi asistencia, muchos de ellos ubicados en campamentos especialmente vulnerables a enfermedades como la COVID-19.
Cerca de 1.000 casos se han registrado en las seis naciones del Consejo de Cooperación del Golfo, la mayoría de ellos tras llegar de Irán, donde cerca de un millar de personas han muerto por la epidemia.

Occidente busca blindar su economía en el combate al coronavirus

PARÍS.- Estados Unidos y Europa decidieron exhibir su musculatura financiera con el anuncio de medidas que en conjunto ponen sobre la mesa casi un billón de dólares para blindar la economía global en el combate a la pandemia del virus COVID-19.

La iniciativa de las grandes economías occidentales de protegerse del impacto del COVID-19 se consolidó después que Italia registró el miércoles un récord diario de muertes, con 475 víctimas fatales de una pandemia que ya es más letal en Europa que en Asia.
En un notable momento de la crisis, China no registró en las últimas 24 horas ningún caso de contagio local y reportó 34 casos originados en personas provenientes del extranjero.
Descrito como un "enemigo de la humanidad" por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el COVID-19 ha hundido los mercados bursátiles en días recientes.
Surgido en China en diciembre, el coronavirus COVID-19 ya provocó la muerte de unas 8.700 personas en todo el mundo y se han registrado más de 209.500 casos en 150 países y territorios. Esto llevó a varios países aún reacios a tomar medidas draconianas o incluso contención.
Más de 500 millones de personas son llamadas a permanecer en casa en todo el mundo. El Reino Unido, donde se cruzó el umbral de los 100 muertos, ordenó el cierre de las escuelas a partir del viernes.
Según la UNESCO más de 850 millones de jóvenes en todo el mundo, o casi la mitad de los alumnos y estudiantes, tienen su escuela cerrada.
Este jueves el gobierno de Australia anunció que a partir del viernes vetará el ingreso de personas no residentes en el país.
Al fin de la jornada del miércoles el Banco Central Europeo (BCE) sorprendió al anunciar el lanzamiento de un gigantesco paquete por valor de 750.000 millones de euros para compra de títulos de deuda pública y privada, para contener los efectos económicos de la pandemia.
El Programa de Compras de Emergencia por Pandemia tendrá carácter temporario y estará en vigor hasta que el BCE considere que "la fase crítica del coronavirus COVID-19 ha sido superada, pero en cualquier caso seguirá hasta el fin de este año", de acuerdo con un comunicado de la institución.
Poco después, la bolsa de valores de Tokio abrió con tendencia de alza y de igual forma los precios internacionales del petróleo pasaron a operar en franca recuperación, luego de la drástica caída de la víspera.
"Tiempos extraordinarios requieres acciones extraordinarias. No hay un límite a nuestro compromiso con el euro", manifestó en Twiter la titular del BCE, Christine Lagarde.
El miércoles, Estados Unidos adoptó un plan de ayuda social por unos 100.000 millones de dólares destinado de trabajadores afectados. La Casa Blanca, además, negocia un plan de estímulo económico que podría alcanzar 1,3 billones de dólares.
Europa ya registra 4.112 muertos, frente a los 3.384 de Asia. En todo el mundo, la pandemia ya mató a cerca de 9.000 personas y contagió a más de 209.500, según balances a partir de cifras oficiales.
La cascada de medidas drásticas no cesa. Israel prohibió la entrada a los extranjeros y confinó los territorios palestinos, Perú decretó el toque de queda nocturno.
"Si la gente ayuda, podemos controlar [la situación], si no, cabe esperar que se prolongue más de dos meses", advirtió el viceministro de Sanidad iraní, Alireza Raisi, cuyo país superó la barrera de 1.000 muertos (y más de 17.000 afectados).
El estadounidense Donald Trump, que según los sondeos minimizó la llegada de la epidemia al país, se declaró "presidente en tiempos de guerra" y anunció el cierre de la frontera con Canadá durante 30 días, y nuevas medidas económicas, en plena crisis de pánico de los mercados.
Así, Estados Unidos ha comenzado a suspender sus servicios de emisión de visas en la mayoría de los países, según anunció el Departamento de Estado.
Las autoridades en países como Francia, España o Italia solo permiten salir a comprar alimentos o medicamentos, ir citas médicas, o a trabajar, si es imposible hacerlo desde casa, o a pasear brevemente a sus perros, convertidos en una especie de "salvoconducto" para salir de las casas.
Los controles policiales se incrementaban poco a poco en las calles de París en el segundo día de confinamiento, se constató.
El gobierno francés tuvo al mismo tiempo que recordar a empresas y ciudadanos que el país no podía paralizarse totalmente y que los sectores esenciales de la economía tenían que seguir trabajando para proporcionar, por ejemplo, alimentos a la población.
En España, cuarto país a nivel mundial más afectado, con más de 13.700 casos confirmados y 598 fallecimientos por el virus, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, advirtió que "lo más duro está todavía por llegar".
El gobierno británico acabó por pedir "poderes extraordinarios" al parlamento y ordenó el cierre de escuelas.
En América Latina el virus mantiene su avance, y ya es responsable por más de 1.300 contagios y 10 muertes. Chile, que registra unos 200 casos de contagio, decretó el "estado de catástrofe" y sacó a militares a las calles. Argentina, a su vez, registró la tercera víctima fatal.
Además, Colombia y Bolivia anunciaron la emergencia sanitaria. En Argentina se paralizarán durante cinco días los vuelos domésticos, buses y trenes de larga distancia para evitar la circulación interna de turistas.
En Brasil, donde hay confirmados 290 contagios, el presidente Jair Bolsonaro, dijo que había una "cierta histeria" en las reacciones mundiales frente a la pandemia, pero de hecho dos de sus ministros ya arrojaron resultado positivo al contagio.
Además, Cuba y Costa Rica registraron sus primeras víctimas fatales a causa de la pandemia, mientras que Nicaragua y El Salvador reportaron sus primeros casos confirmados de contaminación.
En tanto, Bolivia comenzó a aplicar un toque de queda.

Bill Gates vaticina que el impacto del coronavirus será brutal en la economía

NUEVA YORK.- Bill Gates, quien la semana pasada anunció su renuncia a la junta directiva de Microsoft para dedicar más tiempo a la filantropía, dijo a los usuarios de Reddit el miércoles que el cierre por el coronavirus podría durar hasta 10 semanas, si las cosas van bien.

“Si un país hace un buen trabajo con las pruebas y el ‘cierre’, entonces dentro de 6-10 semanas deberían ver muy pocos casos y poder volver a abrir”, dice.
Gates, cuya fundación ha comprometido hasta 100 millones de dólares para ayudar con la respuesta global a la COVID-19, utilizó el evento Ask Me Anything para dar su opinión sobre temas como el distanciamiento social, las vacunas y las consecuencias económicas.
Lo que más le preocupa:
“Me preocupa todo el daño económico, pero aún peor será cómo afectará esto a los países en desarrollo que no pueden hacer el distanciamiento social de la misma manera que los países ricos y cuya capacidad hospitalaria es mucho menor”.
Lo que la gente puede hacer para ayudar:
“Una gran cosa es seguir el enfoque de ‘cierre’ en su comunidad para que la tasa de infección disminuya drásticamente, a fin de que podamos volver a la normalidad lo antes posible... Necesitamos mantener la calma a pesar de que esto sea una situación sin precedentes”.
El uso potencial de cloroquina:
“Hay una gran cantidad de medicamentos terapéuticos en estudio. Este es uno de muchos, pero no está probado. Si funciona, tendremos que asegurarnos de que los suministros finitos se guarden para los pacientes que más lo necesitan”.
Sobre cuándo podemos ver una vacuna:
“Las primeras vacunas que recibamos irán a trabajadores de la salud y trabajadores críticos. Esto podría suceder antes de 18 meses si todo va bien, pero nosotros y [el miembro del grupo de trabajo sobre el coronavirus Anthony] Fauci y otros estamos teniendo cuidado de no prometerlo cuando no estamos seguros. El trabajo va a toda velocidad”.
Sobre cuándo se recuperará la economía:
“El impacto económico del ‘cierre’ será grande, pero si se hace bien (incluida la parte de prueba que sigo mencionando), eventualmente podemos volver a abrir”.

“Con las acciones correctas, incluidas las pruebas y el distanciamiento social, dentro de dos a tres meses, los países ricos deberían haber evitado los altos niveles de infección. Me preocupa todo el daño económico, pero aún peor será cómo afectará esto a los países en desarrollo que no pueden hacer el distanciamiento social de la misma manera que los países ricos y cuya capacidad hospitalaria es mucho menor”, escribió Gates.
Y complementó: “La mayoría de los países ricos deberían poder lograr un bajo nivel de infecciones. Algunos países en desarrollo no podrán”.
Gates también clamó para respectar el aislamiento social: “Una gran cosa es seguir el enfoque de ‘cierre’ (‘shutdown’) en tu comunidad para que la tasa de infección disminuya drásticamente y nos permita volver a la normalidad lo antes posible. Si no lo haces, la enfermedad se propagará a un alto porcentaje de la población y los hospitales estarán sobrecargados de casos”.
Posteriormente, alabó las políticas sanitarias impuestas por China, donde se generó el actual brote, y que poco a poco le permiten volver a la normalidad.
“China está viendo muy pocos casos ahora porque sus pruebas y cuarentena fueron muy efectivos. Si un país hace un buen trabajo, entonces dentro de seis a 10 semanas, deberían ver muy pocos casos y poder reanudar sus actividades”, fundamentó.
También pidió más celeridad de parte de Estados Unidos en el diagnóstico de los ciudadanos infectados. “China está haciendo muchas pruebas. Corea del Sur también está haciendo un buen trabajo. Una vez que China se puso seria en enero, fueron bastante abiertos sobre sus casos, así que sí, la buena noticia es que están viendo muy pocas infecciones en este momento “, dijo.
Así reclamó contra Washington: “Las pruebas en Estados Unidos aún no están organizadas. En las próximas semanas, espero que el gobierno arregle esto al tener un sitio web al que pueda ir para averiguar sobre kits para hacerse la prueba y lugares donde conseguirlos. Las cosas están un poco confusas en este momento”.
Paralelamente, aplaudió los esfuerzos en la búsqueda de un antídoto. “Algunos usan un nuevo enfoque llamado ARN, que no está probado. Tendremos que construir mucha fabricación para los diferentes enfoques sabiendo que algunos de ellos no funcionarán. Necesitaremos literalmente billones de vacunas para proteger el mundo. Las vacunas requieren pruebas para asegurarse de que sean seguras y efectiva”, explicó.
Consultado sobre cuándo podría haber una, prefirió la cautela: “Eso podría suceder antes de los 18 meses si todo sale bien, pero nosotros y el (director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Anthony) Fauci y otros estamos teniendo cuidado de no prometer nada cuando no estamos seguros. El trabajo va a toda velocidad”.

El oro cae más del 3% porque los inversores prefieren el efectivo

SINGAPUR/LONDRES.- Los precios del oro caían un 3,6% el miércoles porque los inversores buscaban efectivo y abandonaban los metales, luego de que medidas de estímulo de Estados Unidos no consiguieron calmar a los mercados preocupados por el temor a una recesión.

El oro al contado bajó un 2,7% a 1.486,82 dólares por onza, tras un avance inicial de más del 1%. Los futuros del oro en Estados Unidos cayeron un 3,1% a 1.477,90 dólares la onza.
 "La gente espera que se produzca una recesión (...) por lo tanto, hay ventas de pánico en energía, metales básicos y preciosos", dijo Jigar Trivedi, analista de Anand Rathi Shares and Stock Brokers en Mumbai.
Los principales índices de Wall Street cayeron y los precios del petróleo continuaron bajando, porque el apetito de los inversores por activos de más riesgo se mantuvo débil ante las crecientes señales de daño por coronavirus en la economía global.
El índice dólar subió a un máximo de casi tres años, presionando aún más al oro.
El brote de coronavirus, que hasta ahora ha contagiado a más de 205.000 personas y provocado la muerte de más de 8.200 en todo el mundo, está causando estragos en los mercados, mientras los países de todo el mundo toman medidas para contener la propagación y apoyar a la economía.
"El oro seguirá volátil en las próximas sesiones mientras los inversores esperan a ver si el gobierno de Trump no logra aprobar rápidamente su plan de estímulo masivo", dijo Edward Moya, analista de mercado senior del corredor OANDA.
En otros metales preciosos, el paladio, usado en la fabricación de catalizadores de autos, cayó un 2,1% a 1.608,50 dólares por onza, mientras que el platino perdió un 8,8%, a 602,83 dólares la onza.
Por su parte, la plata bajó 5,9% a 11,85 dólares por onza.

Cobre

Por otra parte, los precios del cobre se hundieron el miércoles bajo el nivel clave de los 5.000 dólares por primera vez en más de tres años, ante las crecientes expectativas de un superávit global que fueron reforzadas por las grandes volúmenes del metal que llegaron a los almacenes registrados de la bolsa de Londres.
El cobre referencial a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) se desplomó en 7,8% a 4.840 dólares por tonelada.
Los precios del metal utilizado en los sectores de energía y construcción sufrieron su mayor descenso diario desde octubre del 2008, cuando se produjo una crisis financiera que hizo colapsar al cobre hasta llevarlo a negociarse bajo los 3.000 dólares la tonelada.
Por la mañana del miércoles, el cobre cotizó en un mínimo de 4.738,45 dólares por tonelada, una baja de más del 25% desde mediados de enero y un piso no visto desde noviembre del 2016.
"Al comienzo del año, se esperaba que el mercado del cobre estaría equilibrado. Eso ha cambiado", dijo un operador de fondos. "Vamos a ver superávits significativos ahora, los precios deben caer para que las mineras recorten producción. Es la única forma de lograr equilibrio en el mercado", añadió.
La actividad en China, el mayor consumidor mundial de cobre, y de otras grandes economías ha sido paralizada por las medidas de los gobiernos para contener la epidemia de coronavirus, que hasta el momento ha causado unas 8.400 muertes.
* China representa cerca de la mitad del consumo de cobre en el mundo, que se estimó en alrededor de 24 millones de toneladas para este año.
* En un hecho vinculado a los suministros, el gobierno de Perú -uno de los mayores productores globales de cobre- decretó que sus mineras podrán realizar sólo "operaciones críticas" durante el estado de emergencia por 15 días ordenado para la nación andina para frenar la epidemia.
* En tanto, el sindicato de trabajadores de la mina Escondida en Chile, el mayor yacimiento mundial de cobre, dijo el miércoles que pedirá medidas legales para el cierre de faenas en caso de que no se aumenten las precauciones de seguridad ante el avance del coronavirus.
* Las mineras en Chile -el principal productor global del metal- han estado adoptando protocolos de prevención para enfrentar la propagación del virus.
* Entre otros metales de uso industrial, los precios del aluminio, el zinc, el plomo, el estaño y el níquel también cayeron con fuerza hasta situarse en sus peores niveles desde 2016.