NUEVA YORK.- El
 presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que su 
acuerdo comercial con China tiene ahora una importancia secundaria por 
la pandemia de coronavirus y amenazó con nuevos aranceles en Pekín, en 
momentos que su gobierno elabora medidas de represalia por el brote 
surgido en Wuhan.
Los
 dichos de Trump contra China reflejan su creciente frustración con 
Pekín por la pandemia, que ha costado decenas de miles de vidas solo en 
Estados Unidos, además de provocar una contracción económica y amenazar 
sus posibilidades de reelección en noviembre.
Dos
 funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato,
 dijeron que se estaban discutiendo una variedad de opciones contra 
China, pero advirtieron que los esfuerzos se encuentran en las etapas 
iniciales.
"Hay
 una discusión sobre cuán difícil es golpear a China y cómo calibrarlo 
adecuadamente", dijo una de las fuentes mientras Washington camina por 
una cuerda floja en sus lazos con Pekín, porque le compra equipos de 
protección personal (PPE) para el personal de salud y tiene un acuerdo 
comercial sensible.
Sin
 embargo, Trump dejó claro que su preocupación por el rol de China en el
 origen y la propagación del coronavirus tiene prioridad por sobre sus 
esfuerzos de sellar un acuerdo comercial con Pekín, un tema que centró 
durante mucho tiempo sus relaciones con la segunda economía más grande 
del mundo.
"Firmamos
 un acuerdo comercial donde se supone que deben comprar, y en realidad 
han estado comprando mucho. Pero eso ahora se vuelve secundario por lo 
que ocurrió con el virus", dijo Trump a periodistas. "La situación del 
virus simplemente no es aceptable".
El
 Washington Post, citando a dos personas con conocimiento de las 
discusiones internas, informó el jueves que algunos funcionarios habían 
discutido la idea de anular parte de la deuda estadounidense que posee 
China, como una forma de atacar a Pekín por lo que consideran su falta 
de franqueza sobre la pandemia de COVID-19.
El
 principal asesor económico de Trump negó el informe. "La fe y el 
crédito pleno de las obligaciones de deuda estadounidense son 
sacrosantos. Punto. Punto final", dijo el asesor económico de 
la Casa Blanca, Larry Kudlow.
"Lo
 mismo respecto de la condición del dólar estadounidenses como moneda de
 reserva", dijo Kudlow. "La historia está completamente equivocada".

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