HELSINKI.- Finlandia
 se ha propuesto atajar el creciente endeudamiento de los hogares, 
favorecido por los bajos tipos de interés y la digitalización de los 
servicios crediticios, mediante una estrategia nacional destinada a 
mejorar la educación financiera de sus ciudadanos.
De
 acuerdo al Banco de Finlandia, el endeudamiento de los hogares en 
relación a sus ingresos es más alto que nunca y alcanza ya una media del
 127 %, una tendencia que, según las autoridades, supone una amenaza 
tanto para la prosperidad de los ciudadanos como para la economía 
nacional.
El
 gasto en vivienda representa alrededor del 60 % de la deuda total de 
los finlandeses, sobre todo en forma de hipotecas y de préstamos a 
través de las comunidades de vecinos, una modalidad cada vez más 
popular.
Los
 bajos tipos de interés, vinculados generalmente al euríbor, han 
disparado la demanda de créditos hipotecarios en los últimos años, hasta
 alcanzar un importe total de 100.000 millones de euros a finales de 
2019, casi un 40 % más que en 2010, según datos del Banco de Finlandia.
Al
 mismo tiempo, la morosidad de los hogares también registra cifras 
récord: cerca de 390.000 finlandeses -equivalentes al 7 % de la 
población total del país- están tan endeudados que no pueden hacer 
frente a sus pagos.
La
 cifra de morosos ha aumentado más de un 30 % en la última década, 
impulsada por los bajos intereses de los créditos bancarios y por el 
auge de las empresas de microcréditos, que en algunos casos prestan 
dinero simplemente enviando un SMS.
"Nuevas
 formas de préstamo, operadores ajenos al sector bancario tradicional y 
algunas prácticas nuevas han llegado al mercado, lo que ha aumentado la 
disponibilidad y el atractivo de los créditos", explica el Banco de 
Finlandia en su web.
Para
 tratar de revertir esta tendencia, las autoridades finlandesas están 
preparando cambios en el marco regulatorio del sector y han lanzado un 
proyecto nacional para mejorar los conocimientos financieros de la 
ciudadanía.
La
 primera fase de este proyecto, coordinado por el Banco de Finlandia y 
en el que participan además los Ministerios de Justicia y Educación, 
diversas ONG y otras instituciones, consiste en analizar el nivel de 
conocimientos económicos de la población en general y la información 
disponible actualmente sobre el tema.
Una
 vez recopilados estos datos, desarrollarán un mecanismo que permita 
evaluar de forma continuada el comportamiento de los consumidores en los
 mercados financieros y establecerán una estrategia a nivel nacional, 
que englobe a autoridades, entidades bancarias, expertos, Organizaciones
 No Gubernamentales (ONG), empresas privadas y sindicatos.
"La
 idea general es facilitar el acceso de la gente a los contenidos de 
educación financiera en internet, porque ahora esa información está muy 
dispersa en cientos de páginas web diferentes", explica Jenni 
Hellström, directora de comunicación del Banco de Finlandia.
Según
 Hellström, uno de los principales factores del creciente endeudamiento 
de los finlandeses es la digitalización de los pagos -ya sea con tarjeta
 o con aplicaciones móviles- y el menor uso cada vez del dinero en 
efectivo.
El
 porcentaje de pagos con tarjeta de crédito o débito de los consumidores
 finlandeses en las tiendas pasó del 30 % en el año 2000 al 81 % en 
2018, mientras que el uso de efectivo se redujo hasta apenas el 19 %, 
según datos del Banco de Finlandia.
"El
 endeudamiento tiene que ver con la forma en que se realizan los pagos 
en los países nórdicos, porque todo el proceso de pagar las compras se 
ha vuelto literalmente invisible", señala Hellström.
"Lo
 que vemos es que, especialmente entre los jóvenes, pero también en 
otros sectores de la población, a veces sucede que se pierde un poco la 
cuenta de cuánto se gasta realmente, pagar es tan fácil que ya no se le 
presta tanta atención", añade.
Hellström
 también atribuye el alto endeudamiento de los hogares al auge de 
empresas crediticias, muchas de ellas fuera del control de las 
autoridades financieras, que ofrecen micropréstamos rápidos y fáciles de
 conseguir, pero con altos intereses.
La
 facilidad para obtener este tipo de créditos, que oscilan entre 20 y 
varios miles de euros, está provocando una espiral de 
sobreendeudamiento, ya que en ocasiones son utilizados por personas que 
tienen problemas para llegar a fin de mes para pagar sus deudas, cayendo
 en un círculo vicioso del que es complicado salir.
"Existe
 una oferta bastante amplia de crédito rápido y fácil de cantidades 
pequeñas, y hay cientos de personas en Finlandia que han tenido 
problemas con estos pequeños préstamos que toman", afirma.
Pese
 a tener uno de los mejores y más igualitarios sistemas educativos del 
mundo, las autoridades de Finlandia sospechan que no todos sus 
ciudadanos poseen los suficientes conocimientos como para tomar 
decisiones económicamente sostenibles.

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