BUENOS AIRES.- El Episcopado argentino reunió esta semana a más de 1.300  laicos y sacerdotes de todo el país, a los que invitó a debatir sobre  los problemas que enfrenta la Argentina con la intención de buscar  consensos para poder erradicar la pobreza y lograr un desarrollo  integral.
Con la presencia de un representante del  Vaticano, el  cardenal Peter Turkson, nacido en Ghana y presidente del Consejo de  Justicia y Paz; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y una  quincena de obispos, comenzó el I Congreso Nacional de Doctrina Social  de la Iglesia, que terminará hoy en Rosario con una misa celebrada por el  cardenal Jorge Bergoglio.
En el salón de actos de la Universidad Católica  Argentina los delegados regionales presentaron lo que dieron en llamar  una "mirada federal", que destaca problemáticas comunes, como la  injusticia que significa la pobreza, las "terribles consecuencias de la  adicción al juego" que, según afirmaron, "se agravan cuando es  patrocinado y favorecido por el Estado y las empresas". Se enumeraron,  además, otros hechos, como la "creciente extranjerización de la tierra",  los problemas del medio ambiente, la deforestación y la venta de  tierras "con familias viviendo en ellas".
"El informe de Buenos Aires constata en su región lo  que podemos observar en todo nuestro país y en América Latina: porque no  somos el continente más pobre, pero sí el más inequitativo", dijo el  padre Juan Carlos Scannone, uno de los grandes teólogos argentinos que  sintetizaron los diagnósticos presentados y que fueron serán debatidos  en grupos de trabajo por los asistentes, que provienen de 58 diócesis  del país.
El resultado de esas mesas, que se dividen por temas,  dará lugar aun documento que, según anunciaron, se conocerá en los  próximos meses. Los asuntos que se tratan van desde bioética, derechos  humanos, salud, vivienda, familia, hasta democracia, política y  participación ciudadana.
La intención de los organizadores   -la Comisión de  Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, junto con la  Comisión de Justicia y Paz, la Universidad Católica Argentina y el  Arzobispado de Rosario- es "realizar aportes desde distintos sectores,  guiados por la Doctrina Social de la Iglesia, para promover políticas  públicas que garanticen el cuidado de la vida, el desarrollo integral  del ser humano y la erradicación de la pobreza como prioridad nacional  del Bicentenario".
El titular de la comisión de Justicia y Paz en la  Argentina, Eduardo Serantes, recordó el valor que les daba en su  juventud a las enseñanzas doctrinales de la Iglesia. "Con qué interés  leíamos los documentos y encíclicas del Papa buscando qué nos querían  decir para nuestro trabajo, nuestra vida. Hoy no es así, incluso en la  Iglesia católica", dijo.
"La nueva cuestión social implica encontrar un gran  equilibrio, porque hoy tener trabajo no garantiza salir de la pobreza, y  tener educación no siempre garantiza tener trabajo", advirtió, al  presentar días pasados en Buenos Aires este congreso el obispo de San  Isidro y presidente de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado,  monseñor Jorge Casaretto, quien será hoy uno de los dos oradores  principales de la jornada. Hablará durante la mañana luego del cardenal  Turkson.
En el acto de apertura, intervinieron también  el presidente de honor de la Fundación Konrad Adenauer, Bernhard Vogel;  el arzobispo de Rosario, José Mollaghan; el rector de la Universidad  Católica Argentina, padre Víctor Manuel Fernández. 
Además de Pérez  Esquivel también asistieron a la inauguración del  congreso  representantes de diferentes sectores, como Carlos Custer, de la  Confederación de Trabajadores Argentinos, Jorge Castro, analista  internacional, y Bettina Bulgheroni, presidenta de la Fundación  Educando, entre otros.

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