viernes, 29 de septiembre de 2023

La Agenda 2030 y la intención oculta detrás de sus 17 ODS

 

La inflación desacelera en la eurozona hasta el 4,3% y marca el mínimo en casi dos años


LUXEMBURGO.- La inflación empieza a traer mejores titulares en la eurozona. En septiembre, el índice de precios al consumo (IPC) desaceleró del 5,2% interanual de julio al 4,3%, por debajo incluso del 4,5% que estimaba el consenso de economistas. Es la lectura más baja desde octubre de 2021, cuando fue del 4,1%, quedando cada vez más lejos el pico del 10,6% del pasado otoño. 

Lo mismo ha sucedido con la inflación subyacente -en este caso excluye la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco-, que ha pasado del 5,3% al 4,5%, también por debajo del 4,8% previsto. Es la primera lectura en un año por debajo del 5%. La senda de desinflación coge algo más de ritmo en la región.

En tasa intermensual también se ha experimentado desaceleración: en el caso del IPC general, del 0,5% al 0,3%; y en el del IPC subyacente, del 0,3% al 0,2%, según los datos publicados este viernes por Eurostat.

Haciendo el repaso por componentes, la energía pasa de retroceder un 3,3% interanual en agosto a hacerlo un 4,7% en septiembre por el efecto base. En lectura intermensual, la energía sube un 1,4% en medio del reciente repunte del petróleo.

En la categoría conformada por los alimentos, el alcohol y el tabaco, el descenso es de un 9,7% interanual a un 8,8%, con un repunte mensual del 0,1%. Tras meses con una inflación de doble dígito, parece que los alimentos pierden de vista la cota del 10%, si bien sigue siendo muy elevada para los sufridos consumidores europeos.

Mención especial requiere la inflación en los servicios, que retrocede de un 5,5% interanual a un 4,7%, con una remarcable caída intermensual del 0,9%. Esta métrica es especialmente vigilada por un Banco Central Europeo (BCE) muy pendiente de las presiones salariales al alza en el sector que ha sujetado la actividad en Europa durante los últimos meses.

"Estimamos que alrededor de 0,6 puntos porcentuales de este descenso se debieron a la base relacionada con los billetes de viaje baratos disponibles en Alemania el año pasado, y al fin de la reducción temporal de las tasas universitarias en los Países Bajos. Estos efectos habían impulsado al alza la inflación de los servicios, pero ahora han desaparecido de la comparación interanual. 

Esto implica que otros componentes de la inflación de los servicios también disminuyeron", explica Jack Allen-Reynolds, analista de Capital Economics.

La inflación subyacente de los bienes industriales no energéticos cayó por séptimo mes consecutivo, y un poco más de lo previsto, del 4,7% al 4,2%, al seguir repercutiendo la mejora de las condiciones de la cadena de suministro mundial.

"De cara al futuro, la inflación debería seguir bajando. Aunque el aumento de los precios del petróleo contribuirá a que la inflación de la energía vuelva a situarse por encima de cero (en tasa interanual) a principios del próximo año, esperamos que el impacto sobre la tasa general se vea compensado por nuevos descensos de la inflación de los alimentos y de la inflación subyacente", pronostican desde Capital Economics.

"Todo esto refuerza nuestra opinión de que el BCE ha terminado de subir los tipos de interés. No obstante, seguimos pensando que el BCE no empezará a recortar los tipos hasta finales de 2024. Creemos que el tipo general caerá hasta alrededor del 3,5% a finales de año. Sin embargo, no creemos que los responsables políticos confíen en alcanzar el objetivo del 2% de forma sostenida hasta finales de 2024", completa Allen-Reynolds.

"La corrección de los precios de la energía parece haber concluido. En octubre, es probable que la tasa interanual vuelva a caer bruscamente. Después, sin embargo, el efecto moderador sobre la tasa de inflación de este lado disminuirá constantemente. 

La situación de los precios de los alimentos es diferente. Es probable que sigan bajando significativamente en los próximos meses, lo que ejercerá una mayor presión a la baja sobre la tasa de inflación", aventura Christoph Weil, de Commerzbank.

El experto del banco alemán también ve probable que las empresas hayan trasladado a los consumidores gran parte del aumento de los costes de producción inducido por los precios de la energía. En consecuencia, la tasa de inflación de los bienes no energéticos, en particular, debería seguir disminuyendo significativamente.

La situación ,apunta, sin embargo, es diferente para los precios de los servicios: "También en este caso la tasa de variación interanual ha superado su punto máximo. Sin embargo, no esperamos un nuevo descenso significativo. Esto se debe a que ya se vislumbra una nueva oleada de costes con un fuerte crecimiento salarial, que hará subir los precios de los servicios en particular".

"En este contexto, es improbable que la inflación subyacente descienda al 2% en los próximos dos años. No obstante, las palomas del BCE valorarán positivamente los datos de hoy sobre los precios al consumo. No esperamos que el BCE siga subiendo los tipos", remacha Weil.

Para Bert Colijn, economista de ING, la subida de los precios del petróleo es un motivo de preocupación para las perspectivas de inflación: "Esperamos que esto impulse principalmente al alza la inflación de la zona euro a principios del año próximo, y no es inimaginable una contribución de un punto porcentual a la inflación general. Este impacto es muy inferior al del año pasado, pero lo bastante importante como para impedir que la inflación general alcance el objetivo del 2% del BCE tan pronto como se prevé".

El analista señala que, por un lado, en el actual entorno económico, mucho más débil, las empresas indican que el poder de fijación de precios se está debilitando y esto limita cualquier resurgimiento significativo de la inflación. Pero por otro, el encarecimiento de la energía y el elevado crecimiento de los salarios - en combinación con la actual debilidad de la productividad - deberían seguir ejerciendo presiones al alza sobre la inflación en 2024. 

"Con la demanda aliviando actualmente las presiones, esperamos que la inflación siga tendiendo gradualmente a la baja. Pero como la incertidumbre sobre el ritmo de normalización de la inflación persistirá durante algún tiempo, unos tipos de interés altos por más tiempo por parte del BCE son definitivamente un escenario realista", subraya.

"En estos momentos hay grandes diferencias entre países, en gran parte debido a cómo se traslada la energía a los precios al consumo, pero también a las diferencias en el crecimiento salarial y los resultados económicos. España vio aumentar la inflación desde una base baja gracias al aumento de los precios de la energía, mientras que Alemania, Países Bajos y Bélgica experimentaron fuertes caídas", reflexiona el economista de ING.

Este jueves los datos de España y Alemania dejaban dinámicas opuestas. 

En Alemania, el IPC (datos nacionales no armonizados para la eurozona) ha caído en septiembre del 6,1% al 4,5%, la tasa más baja desde que comenzó la guerra en Ucrania en febrero de 2022, gracias los efectos base. En septiembre del año pasado decayeron las ayudas públicas al uso del transporte y al combustible, elevando la inflación y haciendo más benigna la comparativa interanual ahora. 

En España, por contra, el IPC ha repuntado del 2,6% al 3,5% por la subida de la electricidad y los carburantes.

Este viernes ha sido el turno de Francia e Italia. En el país galo, el IPC se ha situado en septiembre en el 4,9% interanual, idéntica cifra a la del mes anterior, lo que representa la confirmación del fin de la senda descendente iniciada en abril tras el repunte de agosto, aunque en términos puramente mensuales sí retrocedió medio punto.

En Italia, la inflación registró una nueva, aunque "moderada desaceleración" en septiembre, situándose en el 5,3% anual, frente al 5,4% del mes anterior, la cifra más baja desde enero de 2022. 

"El nuevo descenso de la tasa de inflación se ve afectado por la evolución de los precios de los alimentos, cuyo crecimiento interanual se desaceleró notablemente, aunque se mantuvo en niveles relativamente altos (+8,6 %)", explica el Istat en su comunicado. Por el contrario, "la recuperación de la inflación está frenada por la reaparición de las presiones sobre los precios de la energía", agrega.

Los republicanos radicales tumban la prórroga presupuestaria en EEUU


WASHINGTON.-  El grupo de diputados republicanos radicales, el llamado 'Caucus de la Libertad', ha cumplido con su amenaza. Como ya habían advertido, los 21 han tumbado el proyecto de prórroga presupuestaria presentado por su propio partido al no haberse incluido los recortes de gasto que pedían. 

Una decisión que aboca a EEUU a sufrir un nuevo 'cierre del Gobierno': a partir de la medianoche del sábado al domingo, la Administración federal se quedará sin fondos para pagar a los funcionarios y suspenderá los servicios no esenciales, como los parques nacionales o los museos.

Esta enésima crisis se produce de nuevo por la fuerte división interna del Partido Republicano. Los conservadores obtuvieron una ajustada mayoría de 9 escaños en las elecciones legislativas del pasado mes de noviembre, pero en la práctica se ha revelado como una minoría de la que se han desgajado una veintena de radicales que se niegan a seguir la disciplina de voto. 

Desde el primer día ya dejaron clara su postura, negándose a votar al líder de su partido, Kevin McCarthy, como presidente del Congreso durante 15 eternas votaciones. Y han desatado la primera crisis a nivel nacional.

Todo ello pese a que McCarthy se había negado a llevar a votación el proyecto bipartidista de prórroga presupuestaria aprobado por una amplia mayoría en el Senado, en base al acuerdo al que llegaron ambos partidos en mayo para evitar que el país se declarara en suspensión de pagos.

 En su lugar, el líder republicano presentó una propuesta partidista, con recortes aún más duros de los acordados inicialmente, con el objetivo de contentar a estos radicales y abrir una segunda ronda de negociaciones con la amenaza de una crisis sobre la mesa.

En concreto, el proyecto que McCarthy había presentado ejecutaría recortes del 30% en programas sociales como los subsidios a la vivienda para los más pobres, la investigación contra el cáncer, la ayuda nutricional a embarazadas y bebés recién nacidos, la limpieza de residuos nucleares o la Justicia, entre otros. 

Una 'manzana envenenada' que casi 200 republicanos han tenido que tragar a cambio de nada, y que los demócratas están deseando utilizar contra ellos en la próxima campaña.

El Caucus de la Libertad exige aprobar los presupuestos partida por partida, hasta un total de 12 leyes separadas, en vez de un texto conjunto de miles de páginas, como se viene haciendo. 

Sin embargo, la insistencia en aprobar recortes aún más profundos que los negociados ha provocado la derrota de la primera de esas 12 leyes, tumbada por los propios radicales. 

Y, a estas alturas, ni hay tiempo ni hay esperanza de que se puedan aprobar todos esos proyectos.

Enfrente, los demócratas y los senadores republicanos han insistido en que se aprueben los presupuestos acordados por los líderes de ambos partidos en junio. Pero McCarthy teme que si lleva esos presupuestos a votación en el Congreso, desatará una rebelión interna que acabará con una moción de censura. 

Así que el presidente del Congreso se encuentra paralizado y convertido en una especie de 'perro del hortelano' legislativo: incapaz de aprobar nada solo con sus propios votos y temeroso de llevar a votación un proyecto bipartidista que podría suponer el fin de su carrera política.

Sobre la mesa está la posibilidad de que cinco diputados republicanos firmen, junto a los demócratas, una petición para tomar el control del orden del día y llevar el proyecto bipartidista a votación puenteando a McCarthy, que podría lavarse las manos.

 Por el momento solo un republicano se ha mostrado dispuesto a firmar, ante el temor generalizado de que el expresidente Donald Trump, partidario de cerrar el Gobierno, se lance a hacer campaña contra la reelección de los diputados que se sumen.

Hasta ahora, el récord del cierre del Gobierno más largo lo tiene Trump, que tardó 35 días en aprobar unos presupuestos en 2019. En aquel momento fue el propio presidente el que se negó a firmar el acuerdo, diciendo que estaba dispuesto a asumir el coste político de hacerlo. La pregunta es cuánto podría extenderse este.

El viaje del bono italiano amenaza al euro


BRUSELAS/ROMA.- Al euro no le faltan amenazas por el camino, y en las últimas horas se le ha vuelto a aparecer otra. Este jueves, el gobierno italiano dio a conocer que ensancha sus previsiones de déficit para 2023 y 2024. Esto impactó en el rendimiento de los bonos italianos a 10 años, que llegaron a repuntar desde hasta cotas 200 puntos básicos por encima del rendimiento del bund alemán a 10 años, el de referencia en Europa. Históricamente, cuando el observado spread (diferencial) ha alcanzado esos niveles, el euro ha sufrido.

Sin embargo, esta vez puede ser diferente en la medida en la que el euro ya está 'barato' y, sobre todo, que el Banco Central Europeo (BCE) cuenta desde el verano pasado en su botiquín y con el precinto puesto el famoso Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI por sus siglas en inglés), mecanismo contra la fragmentación financiera consistente en compras en el mercado secundario de bonos de países que experimenten un deterioro de las condiciones de financiación que no esté justificado por los fundamentos económicos internos.

Lo cierto es que la divulgación el pasado jueves de algunas cifras de la nota de actualización del documento económico y financiero (NADEF), que establece el marco macro para el próximo presupuesto italiano, no ofreció grandes sorpresas con respecto a lo que se había filtrado la semana pasada, ni a lo que se esperaba. 

Según las cifras disponibles, el gobierno ha hecho balance de un entorno económico en deterioro, recortando las previsiones de crecimiento y explicitando el impacto de la llamada "superbonificación" fiscal sobre el déficit corriente y la deuda futura.

Según el comunicado de prensa, el impulso fiscal para financiarse en déficit -aproximado por la diferencia entre el déficit tendencial y el déficit previsto- ascenderá al 0,7% del PIB en 2024, una cantidad relevante pero no enorme según los estándares históricos. 

El texto del Ejecutivo de Giorgia Meloni prevé una reducción a la baja en las estimaciones del PIB. La economía italiana crecerá en 2023 un 0,8%, y no el 1% previsto en abril, mientras que en 2024 se ha fijado en el 1,2%, frente al 1,5% vaticinado previamente. 

Asimismo, en cuanto a los objetivos de finanzas públicas, el déficit aumentará al 5,3 % en 2023 (en abril el objetivo se fijó en el 4,5%) y se prevé que lo haga al 4,3 % en 2024, mientras que la deuda pública para 2024 estará fijada en el 140,1%. A finales de octubre, el Gobierno italiano debe presentar a Bruselas el proyecto de presupuesto.

Estas noticias llevaron al bono italiano (BTP) a frisar el 5% cuando el alemán se situaba en el rango del 2,9%. Aunque la tendencia en los últimos días ha sido de unos rendimientos al alza de forma generalizada por el mensaje de los bancos centrales de que los tipos de interés seguirán en niveles altos por más tiempo, que el italiano se despegue del alemán siempre crea alerta en la eurozona, ya que desde la gran crisis se ha interpretado como un aviso de peligro para los países 'periféricos' de la región.

"El diferencial italiano-alemán a 10 años tocó ayer los 200 puntos básicos, el nivel que suele desencadenar un contagio a las divisas", plantean en una nota para clientes de este viernes los estrategas de ING Francesco Pesole, Benjamin Schroeder y Paolo Pizzoli. Su tesis de partida es que, históricamente, los mercados se han vuelto exponencialmente sensibles al diferencial BTP-bund cuando cruza la barrera de los 200 puntos básicos.

Ese es también el umbral que suele coincidir con un repunte de la correlación entre los diferenciales italianos y el euro, apuntan, si bien en muchas ocasiones ha sido el cruce euro/franco suizo el que ha mostrado una mayor sensibilidad a la política italiana, ya que el franco se ha convertido a menudo en la divisa refugio preferida cuando estallaban los riesgos europeos.

Para los analistas, es claro que el reciente discurso de línea dura del BCE ha añadido presión a los diferenciales periféricos. Del mismo modo, los debates sobre la aceleración de la reducción del balance del BCE pueden contribuir a la dinámica, los funcionarios considerando la idea de poner fin antes a lo que es efectivamente la "primera línea de defensa" del banco central para los diferenciales soberanos: la reinversión flexible de las tenencias de bonos en el mercado del programa PEPP, lanzado con el estallido de la pandemia.

En ese sentido, en las últimas semanas, destaca el equipo de ING, se han detectado un modesto repunte de los diferenciales de España e Italia respecto a Alemania, si bien parece que el foco se posa en el país transalpino. "El bajo rendimiento del mercado de bonos italiano no es sorprendente.

 Las antiguas preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda del país están resurgiendo ahora y se enfrentan a las que rodean a las fricciones Italia-UE y la posible reintroducción de la regla fiscal en 2024, así como a un empeoramiento de las perspectivas de la economía italiana. La Comisión Europea revisó las previsiones de crecimiento de Italia, situándolas ligeramente por debajo del 1% tanto para 2023 como para 2024", contextualizan.

La clave es lo que ocurra a partir de ahora. Desde el servicio de estudios de la entidad 'naranja' esbozan dos argumentos que sugieren que la sensibilidad del euro a los bonos italianos podría ser menor esta vez: "El primero es que el euro ya está barato y le costará fijar el precio de una mayor prima de riesgo; el segundo es que el respaldo del TPI limitará la repercusión en las divisas".

Echando la vista al pasado más inmediato, los expertos de ING subrayan que el riesgo político no ha tenido impacto en el euro desde la última crisis del Gobierno italiano en el verano de 2022. En ese mismo periodo, el BCE presentó su herramienta TPI. En septiembre, además, el nuevo gobierno de Meloni se aseguró una sólida mayoría parlamentaria tras las elecciones, lo que ha cotribuido a comprimir el diferencial BTP-bund.

Los riesgos políticos -al igual que los riesgos geopolíticos y las perturbaciones relacionadas con la energía- afectan al euro haciéndolo cotizar a niveles inferiores a los que sugerirían sus impulsores típicos a corto plazo (tipos y renta variable). "En otras palabras, generando una prima de riesgo en comparación con su valor razonable a corto plazo", explican los estrategas del banco holandés.

"El euro (en su cruce con el dólar, EUR/USD) ha sufrido últimamente una intensa presión vendedora. En parte debido a la venta masiva de bonos estadounidenses, que ha hecho aún más atractivo el tipo real del dólar, pero nuestras estimaciones muestran que el par ya cotiza con un descuento del 1,8-2% respecto a su valor razonable. Creemos que esto se debe principalmente al empeoramiento de las perspectivas de crecimiento de la eurozona y al riesgo de estanflación", agregan.

Sin tener que remontarse a los acontecimientos extremos de 2011, los autores del informe resaltan que en los últimos cinco años ya se han producido tres casos (dos en 2018 y uno en 2022) en los que el riesgo político italiano ha generado una infravaloración del EUR/USD superior al 2%.

 "Esta vez, el Gobierno italiano no corre el riesgo de perder la mayoría, pero la posibilidad de que aumenten las fricciones con la UE tras la reintroducción de las normas fiscales puede hacer que al menos se mantenga esa prima de riesgo EUR/USD. En otras palabras, si los riesgos a la baja son más limitados, el margen para un rebote también es bastante restringido", ahondan.

Sin embargo, el gran 'salvavidas' que supone el TPI está sujeto a cierta incertidumbre. "Los inversores han dejado de lado esta herramienta, ya que los diferenciales periféricos han sido bastante ajustados, lo que deja una pregunta clave para los inversores: ¿se utilizaría el TPI en cualquier caso de ampliación peligrosa de los diferenciales (también si está causada por la agitación política), o solo si la venta de bonos está inducida por el endurecimiento del BCE?", escriben Pesole y los suyos.

"La rápida reacción del BCE a la ampliación de los diferenciales italianos en 2022 puede, por ahora, disuadir la especulación bajista excesiva y limitar los efectos sobre el euro. Sin embargo, si el diferencial BTP-bund alcanza niveles estructuralmente más elevados y las relaciones entre Italia y la UE se deterioran a causa de la regla fiscal, podríamos ver cómo la condicionalidad del TPI se convierte en el centro del debate en un Consejo de Gobierno ya dividido", avisan.

Como recalcan los economistas, el despliegue del TPI también está ligado a condiciones que incluyen políticas fiscales "sólidas y sostenibles".

 "El BCE se concede a sí mismo cierto margen de maniobra para ajustar dinámicamente los criterios a los riesgos y condiciones que vayan surgiendo, pero esto sugiere que el listón para activar el TPI podría haber subido a medida que el gobierno italiano planea déficits más elevados", concluyen.

"El aumento de los rendimientos de los bonos es un recordatorio de que los políticos no harían bien en suponer que las condiciones de financiación se mantendrán tranquilas. Según nuestras previsiones, la carga de la deuda pública disminuirá en la mayoría de los países de la zona euro en los próximos años (aunque Francia es una excepción), pero hay factores que ponen esto en peligro", asevera Andrew Kenningham, de Capital Economics.

El economista enumera tres factores: "El primero es la perspectiva de que los déficits fiscales primarios sean más elevados de lo que hemos supuesto. El segundo es que los rendimientos de los bonos podrían seguir siendo más elevados de lo previsto. Y el tercero es la perspectiva de que el crecimiento del PIB sea más débil de lo que esperamos. Actualmente parece que los tres riesgos podrían materializarse en los próximos años".

El petróleo flotante de Rusia se multiplica ante la odisea de los buques para llegar a China y la India


 PARÍS.- Las sanciones sobre el petróleo ruso están teniendo un impacto bastante limitado sobre el precio. El crudo es más barato que antes de la guerra y no parece haya riesgo de escasez. 

Sin embargo, lo que sí parecen haber logrado las sanciones es una auténtica revolución en las rutas que sigue el petróleo, lo que ha disparado el tiempo que el petróleo pasa en el mar a la vez que genera ciertas dudas sobre su impacto en el medio ambiente (ahora las travesías de los petroleros son mucho más largas, lo que supone mayores emisiones y riesgo de tragedias). 

Esto ha provocado que el petróleo ruso 'flotante' en el mar se haya multiplicado en un solo año.

El petróleo crudo flotando en el mar (navega dentro de grandes petroleros hacia puertos situados, sobre todo, en Asia), ha superado los 90 millones de barriles, según los últimos datos publicados por la Agencia Internacional de la Energía. Esta cantidad más que duplica los menos de 40 millones de barriles de crudo ruso que surcaban los mares hace tan solo un año. La 'flota fantasma' de Rusia está trabajando a destajo para que el crudo llegue a sus nuevos destino.

La historia viene fraguándose desde diciembre de 2022, pero también tiene que ver con la reapertura de China y la recuperación de la demanda global de crudo. Por un lado, las sanciones impuestas por Occidente a Rusia incluyen la prohibición de que el petróleo de Moscú desembarque en puertos europeos, que eran sus principales clientes. 

Ahora, el crudo ruso tiene recorrer miles de millas más para llegar a sus nuevos destinos. Esto genera dos riesgos importantes para el medio ambiente. 

Por un lado, las rutas más largas de los petroleros suponen una mayor emisión de Co2 a la atmósfera. Por otro lado, las largas distancias incrementan el riesgo de algún tipo de tragedia medioambiental. También se han disparado las operaciones shipt-to-ship (cambio del petróleo de un buque a otro), en las que los vertidos no son algo poco habitual.

Por otro lado, "gracias a la recuperación de la demanda mundial de petróleo, las exportaciones de crudo por vía marítima han vuelto a los niveles previos a la pandemia, con alrededor de 90 millones de barriles de crudo por día (exportaciones totales, no solo las de Rusia), según datos de Kpler", señala el informe de la AIE.

Esa tendencia, sin duda, ha ayudado a que el petróleo ruso flotando en el mar toque niveles máximos, pero existen otros factores todavía más importantes: "Las mayores exportaciones y las interrupciones en los flujos comerciales debido al desvío del petróleo ruso a nuevos destinos han aumentado significativamente el petróleo en tránsito (petróleo que 'flota' en el agua que están en tránsito hacia nuevos destinos). 

A finales de enero de 2023, la cantidad de petróleo más derivados rusos (gasolina, diésel, nafta...) en tránsito fue 150 millones de barriles, una cantidad superior al promedio de 2019". Se puede ver en el gráfico que proporciona la propia Agencia Internacional (en su último informe mensual) de la Energía que más de 90 millones de barriles pertenecen al petróleo crudo.

¿Cuál es la intrahistoria de este fenómeno? Como se ha señalado anteriormente, los buques rusos se ven obligados a enviar el crudo a puertos lejanos en Oriente, frente a los cortos trayectos que se realizaban antes de las sanciones. 

En 2021, el crudo ruso se extraía en los grandes yacimientos del país, se enviaba por oleoducto a los puertos occidentales de Rusia y desde ahí los buques petroleros lo llevaban a Rótterdam y otros enclaves europeos. La ruta media de los buques rusos solía ser de unos 10 días y no existía la necesidad de hacer intercambios de crudo entre barcos.

En la actualidad, la situación es bien diferente: "Las exportaciones a Asia desde los puertos de Rusia occidental (incluida la zona del Ártico) eran cantidades insignificantes antes de la guerra. Los envíos desde Rusia occidental a Europa tardaban alrededor de 10 días o menos, mientras que los viajes actuales a la India y China tardan más de 30 y 50 días, respectivamente", explican desde la Agencia Internacional de la Energía. 

La India y China se han convertido en el principal destino del petróleo ruso desde que se implementaron las sanciones occidentales.

"Además, para mejorar la eficiencia del transporte de larga distancia, la cantidad de operaciones de barco a barco (STS) ha aumentado significativamente, lo que ha disparado la cantidad de días necesarios para el transporte marítimo. En enero se registraron alrededor de 180 operaciones STS o ship-to-ship, aproximadamente el doble del nivel promedio de 2021", advierten desde la AIE.

Por desgracia, en España se conoce bien esta práctica que realizan los buques rusos para mover el petróleo desde buques pequeños a otros grandes petroleros, que son los que finalmente llevan el petróleo a Asia. 

Ceuta (España) se ha convertido en un punto clave para las operaciones de la 'flota fantasma' de Rusia: las aguas de Ceuta protagonizan las operaciones de estos barcos que trasvasan el crudo a otros buques más grandes para que lo transporten a diversos puertos del mundo.

Hasta la invasión de Ucrania, Rusia no había utilizado apenas las aguas cercanas a Ceuta como escala para mover su petróleo. Antes de la guerra, Moscú enviaba el crudo directamente a las refinerías europeas con pequeños petroleros. Pero el Kremlin comenzó a utilizar 'las costas de Ceuta' como base para las transferencias de barco a barco, primero de forma esporádica y ahora de forma rutinaria.

La ruta es la siguiente: Rusia carga crudo en petroleros de pequeño tamaño llamados Aframaxes en sus terminales de exportación del Mar Báltico, como Primorsk y Ust-Luga. Los buques, reforzados para romper el hielo del Ártico durante el invierno, transportan el crudo hacia Ceuta.

Cerca de esta ciudad, los Aframaxes, que transportan alrededor de 700.000 barriles, esperan hasta que llegan los grandes petroleros, conocidos como Very Large Crude Carrier (VLCC). Los Aframax se acercan a los VLCC y transfieren la carga de barco a barco. Normalmente, se necesitan hasta tres de esas operaciones para cargar un VLCC, que puede transportar al menos 2 millones de barriles. Posteriormente, el VLCC inicia su viaje hacia Asia, bordeando África.

Desde diciembre, seis VLCC han hecho exactamente eso, tomando crudo de más de 15 Aframax. Algunos de ellos son veteranos en el mercado negro del petróleo, ya que en el pasado enviaron crudo iraní y venezolano, según Vortexa, una consultora que rastrea petroleros. Y Rusia y China parecen estar organizando más paradas de intercambio en Ceuta. 

Actualmente, dos VLCC están allí esperando que lleguen los camiones cisterna. Mientras tanto, EEUU presiona a China para que no facilite a Rusia la exportación de crudo y reduzca las compras del mismo.

Con todo, "el petróleo crudo actualmente constituye la mayor parte del crecimiento de todos los combustibles y derivados rusos en el agua. El petróleo crudo ruso en el agua se ha disparado en alrededor de 70 millones de barriles, o lo que es lo mismo, un 180% interanual a finales de enero de 2023. 

El aumento en los productos derivados del petróleo rusos ha sido de alrededor de 20 millones de barriles o del 30%, pero es probable que aumente a medida que el impacto del embargo europeos sobre los productos derivados del petróleo coja forma", asegura la Agencia Internacional de la Energía.

Proliferan los barcos que desaparecen del radar para trapichear con el petróleo ruso


LONDRES.- Apagar el sistema de localización se está convirtiendo en un ejercicio cada vez más extendido entre los buques que transportan petróleo ruso. El objetivo es esquivar los controles que el G7 impuso al crudo del Kremlin tras iniciar la guerra en ucrania y la triquiñuela estaría suponiendo un negocio oculto de miles de millones de dólares.

Se les conoce como 'barcos oscuros' porque desaparecen del mapa o reflejan ubicaciones falsas para despistar a los sistemas de localización y poder llevar a cabo actividades ilícitas que, principalmente, se concretan en el comercio ilegal de ese bien ruso que tiene el precio máximo por barril fijado en 60 dólares.

La tecnología satelital amenaza con dar al traste con este 'truco' que permite trasladar petróleo de un buque a otro sin conocer el precio de compra o enmascarar el origen del producto. 

Según los requisitos de la Organización Marítima Internacional, estos grandes buques deben estar equipados con sistemas de identificación automática (AIS) y deben transmitir su ubicación como medida de seguridad para evitar colisiones. 

Sin embargo, la empresa de tecnología marítima Windward ha detectado un aumento de casos en los que desaparecen del radar o suplantan la localización real.

En el primer semestre del año, los datos de la Windward mostraron un aumento del 12% interanual en la manipulación de la ubicación entre petroleros y barcos que transportan carga seca (grano o cereales).

El límite de 60 dólares por barril de petróleo ruso impuesto por el G7 para topar los ingresos que el Kremlin está detrás de estas acciones ilícitas, que podrían estar moviendo decenas de miles de millones de dólares.

En una estimación de un portavoz de Windward a la CNCB, la compañía estima unos 48.000 millones de dólares solo el año pasado. Según sus registros, se identificaron más de 1.100 petroleros asociados con Rusia que se apagaron o manipularon su AIS. Si "500 buques pueden transportar 800 millones de barriles, a 60 dólares por barril la cifra asciende a 48 mil millones", y eso calculando sobre el precio topado.

Desde que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, el número de 'buques oscuros' había aumentado en el Mar de Alborán, al norte de Marruecos y en aguas próximas a Venezuela. Estas localizaciones junto con el menor peso registrado por los buques al 'reaparecer' en el radar (la tecnología también mide el calado de las embarcaciones) ratifican la idea del aumento del contrabando. 

Pero, ¿cómo pueden manipular el sistema de localización? La manera más sencilla (y también la menos disimulada) es apagar el transpondedor AIS (aparato que emite la señal) durante un período de tiempo. Sin embargo, las técnicas pueden ser más depuradas y son de fácil alcance en internet. 

Algunos barcos agregan un dispositivo entre los datos del sistema global de navegación por satélite (GNSS) y el transpondedor para sugerir que el barco está en una ruta cuando en realidad navega en una dirección diferente; otros 'piratean' el software para que el sistema informe una latitud y longitud que no cambia pese a que la embarcación se mueve

Ya en abril, la OFAC, el organismo del Departamento del Tesoro de EEUU que hace cumplir las sanciones, emitió una alerta sobre una "posible evasión del límite de precios del petróleo ruso", entre otras, mediante la falsificación del AIS.