viernes, 10 de octubre de 2025

Mélenchon exige a Macron que se vaya

 PARÍS.- La incertidumbre por la crisis política en Francia le cuesta al país dos décimas del producto interior bruto (PIB) a lo que hay que sumar la incertidumbre internacional, lo que en total hacen entre cuatro y cinco décimas, según el Banco de Francia (BdF). 

«Hay un cierto consenso para estimar que la incertidumbre cuesta en total 0,4 o 0,5 puntos de crecimiento», señaló este viernes el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, en una entrevista a la emisora RTL.

Villeroy de Galhau, que recordó que cada décima de PIB representa unos 3.000 millones de euros, precisó que la «incertidumbre nacional» supone «al menos» dos décimas y el resto tiene que ver con el contexto internacional. 

Francia vive una larga crisis política que se ha agudizado en las últimas semanas y en particular esta semana, tras la dimisión el lunes por la mañana del primer ministro, Sébastien Lecornu, apenas 14 horas después de la presentación de su Gobierno.

Es el cuarto primer ministro en 15 meses, desde las elecciones legislativas anticipadas convocadas por el presidente francés, Emmanuel Macron, a comienzos del verano de 2024 tras el revés que sufrió en las europeas de junio de ese año. 

Macron se ha dado de plazo hasta este viernes por la noche para nombrar a un primer ministro y esta tarde ha convocado a los líderes de los partidos a una reunión a la que no ha invitado ni a la extrema derecha ni a la izquierda radical, que lo que exigen son elecciones anticipadas. 

El gobernador del Banco de Francia puso el acento en que la incertidumbre está afectando a las decisiones de los particulares, que consumen menos y ahorran más, y también las de las empresas, que invierten menos.

Y todo eso redunda en un crecimiento que, según los cálculos del BdF en su informe mensual de coyuntura publicado anoche, será del 0,7 % en 2025, la misma cifra que preveía hace un mes. 

Para Villeroy de Galhau, eso «no basta» si se compara con la evolución de otros países, sobre todo fuera de Europa, e insistió en que si se redujera la incertidumbre y, por ejemplo, disminuyera un punto la tasa de ahorro del 18 % actual al 17 % que había hace uno año, eso aportaría cuatro décimas de crecimiento adicional. 

El principal desafío para el nuevo Gobierno que componga el primer ministro que se espera que nombre Macron es la presentación de un proyecto de presupuestos, algo que debería hacerse el próximo lunes para poder cumplirse los plazos habituales para su aprobación.

Al hilo de esto el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, ha reclamado este viernes al presidente francés que deje el poder para que puedan convocarse elecciones presidenciales, que es lo que puede garantizar el desbloqueo de la crisis actual, de la que le considera el responsable. 

«La salida de Emmanuel Macron es una exigencia legítima», ha subrayado Mélenchon en una declaración leída ante la prensa rodeado de los lugartenientes de su partido, La Francia Insumisa (LFI), tras la que no ha aceptado preguntas.

Sobre todo, responde al hecho de que LFI no ha sido invitada por el jefe del Estado a una reunión a las 14.30 con los líderes de los partidos políticos, como tampoco ha sido invitada la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, la líder de la extrema derecha. 

Mélenchon ha indicado que su declaración se explica porque quieren influir en los acontecimientos pese a haber sido excluidos, aparentemente porque se han quedado fuera las dos formaciones que exigen elecciones anticipadas. 

«Para nosotros la responsabilidad del caos no está en la Asamblea (Nacional), sino en El Elíseo», ha insistido para señalar a Macron y repetir que «se tiene que ir».

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