
Del conjunto de quiebras de abril, un 31,14% se acogieron a la protección del Capítulo 13 de la Ley de Quiebras, que permite que un juez pueda proceder a la reestructuración de la mayoría de las deudas del consumidor, desde las relacionadas con tarjetas de crédito a los préstamos para la compra de automóviles, aunque sin afectar a las deudas garantizadas como sucede en el caso de las hipotecas.
"El pronunciado repunte de las quiebras de los consumidores refleja las crecientes presiones financieras a las que se enfrentan las familias estadounidenses, en combinación con las deudas de los hogares y las preocupaciones hipotecarias", indicó el director ejecutivo del Instituto, Samuel J. Gerdano. "Esperamos que los consumidores quebrados alcancen el millón este año", añadió.
En el conjunto de 2007, un total de 850.912 consumidores estadounidenses se declararon en bancarrota, un 38% más que en 2006, mientras que en 2005 el número de quiebras de los consumidores superó los dos millones de personas, justo antes de que se reformase la ley.
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