WASHINGTON.- La Cámara de
Representantes de Estados Unidos, de mayoría demócrata, aprobó el jueves
el nuevo pacto comercial norteamericano T-MEC, un paso crucial hacia su
ratificación y una victoria para el presidente republicano Donald Trump
que forzó su negociación.
El proyecto de ley para implementar el
Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) recibió un amplio
apoyo bipartidista en la Cámara baja estadounidense (385 votos a favor,
41 votos en contra), pero para entrar en vigor aún tiene que esperar la
luz verde del Senado, dominado por los republicanos.
Su consideración en la Cámara alta todavía no tiene fecha, aunque se espera que sea en el primer trimestre de 2020.
El
líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, advirtió
la semana pasada que la votación "probablemente" deba esperar hasta el
final del juicio político de Trump, cuyo inicio está previsto para
principios de enero con duración indefinida.
"La aprobación del
#TMEC por parte de la Cámara es una gran GANANCIA para el pueblo
estadounidense. El presidente @realDonaldTrump negoció el mayor acuerdo
comercial en la historia de Estados Unidos", tuiteó el vicepresidente
Mike Pence.
El T-MEC fue acordado para reemplazar el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994 y
considerado "el peor acuerdo comercial de la historia" por Trump, quien
al asumir en 2017 obligó a sus pares a revisarlo bajo amenaza de
desvincular a Estados Unidos.
El principal negociador
estadounidense, el representante comercial Robert Lighthizer, calificó
de "hito" la confirmación del texto en la Cámara con tanto respaldo de
ambos partidos.
Se espera que el T-MEC
genere entre 176.000 y 589.000 nuevos empleos estadounidenses y aumente
sustancialmente el crecimiento económico, señaló en un comunicado.
La
Cámara de Comercio de Estados Unidos dijo que aunque "ningún acuerdo es
perfecto", las reformas del nuevo tratado prometieron beneficios
sustanciales.
El legislador republicano Will Hurd, quien representa un
vasto distrito en la frontera entre Texas y México, lo consideró
"esencial" durante el debate previo en la Cámara.
"Casi todos los
aspectos de nuestras vidas -la comida en nuestra mesa, la ropa que nos
ponemos, el combustible en nuestros autos- depende del libre comercio
con México y Canadá", dijo.
Desde
México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien apuesta al
T-MEC para impulsar la estancada economía de su país, no tardó en
celebrar.
"Estamos bien y de buenas", tuiteó, junto a un video en
el que se lo ve siguiendo por internet la votación en el Congreso
estadounidense.
Su canciller, Marcelo Ebrard, destacó que con esto la "fase de incertidumbre se cierra".
En
los últimos 25 años, la integración con sus vecinos del norte ha sido
clave para México, que multiplicó exponencialmente sus ventas a Estados
Unidos adonde envía la mayor parte de sus exportaciones, en particular
bienes manufacturados y productos agrícolas.
Según John Ashbourne,
economista para mercados emergentes de la firma británica Capital
Economics, "el mayor efecto, al menos en el corto plazo, será que
aumentará la confianza al remover el riesgo de que se caigan las
negociaciones".
"Esto mejorará un poco el clima de negocios", dijo.
Jesús
Seade, contraparte mexicano de Lighthizer, consideró "histórica" la
votación del jueves en Estados Unidos, destacando en un tuit que el año
que llevó este primer paso en la aprobación legislativa, "permitió un
mucho mejor tratado" y "augura mayor compromiso y cumplimiento de ambos
partidos".
El T-MEC fue firmado inicialmente el 30 de noviembre de 2018, y ratificado por México en junio de este año.
Pero
su confirmación en el Congreso de Estados Unidos se complicó porque los
legisladores demócratas exigieron previsiones para asegurar el
cumplimiento de una reforma laboral mexicana exigida para evitar la
competencia desleal con los trabajadores estadounidenses.
Tras
meses de negociaciones, se acordaron enmiendas y un nuevo protocolo del
T-MEC fue sellado con bombos y platillos el 10 de diciembre en Ciudad de
México por los Ejecutivos de los tres países.
La versión final
del T-MEC ya fue ratificada por el Senado mexicano el 12 de diciembre,
en tanto Canadá ha prometido confirmar el acuerdo una vez que Estados
Unidos lo haya adoptado.
Es
probable que el trámite en el Senado estadounidense sea ágil. Sin
embargo, Pat Toomey, un destacado senador republicano de Pensilvania, ya
anunció su oposición, alegando que el T-MEC aumentará los precios de
los automóviles y reducirá las exportaciones y el empleo.