SANTIAGO.-  Mientras 33 trabajadores de la mina San José, en el norte de Chile,  permanecen desaparecidos bajo tierra desde el pasado jueves, los  dirigentes sindicales del sector han levantado la voz para denunciar la  "precarización" de la minería en el país, que es el mayor productor de  cobre del mundo.
"La forma de ver el trabajo de minero en Chile  es con precarización del empleo, sin escuchar la voz de los  trabajadores cuando dicen que hay peligro o riesgo", dijo Javier  Castillo, secretario del sindicato de la compañía Minera San Esteban,  propietaria del yacimiento San José.
El dirigente sindical, que  también es director de la Confederación Minera, explica que trabajó en  la mina donde ahora técnicos e ingenieros tratan de acceder, pero fue  "marginado" de la compañía, a la que acusa de "prácticas  antisindicales".
Castillo asegura que el afán por obtener  beneficios impera por encima de la "dignificación" del empleo, lo que  desencadena en desgracias como la que transcurre en el desierto chileno  desde hace casi cuatro días.
"Nuestra principal preocupación es  que salgan los compañeros (...) pero hay temas de fondo, y el movimiento  sindical se va a aglutinar, va a ser un solo cuerpo, y vamos a apostar  para que de esta tragedia salga otra forma de ver las relaciones  laborales en Chile", indica.
El experimentado minero enumeró las  irregularidades y los incidentes que han tenido lugar en yacimientos de  la compañía San Esteban en los últimos años.
En 2003 los  trabajadores presentaron un recurso de protección en los tribunales para  detener los trabajos en la San José, aunque no prosperó.
Tres  trabajadores han fallecido en los últimos años: Pedro González, en 2003;  Fernando Contreras, en 2005, en la vecina mina San Antonio, también de  la empresa San Esteban y que ya se hundió, y Manuel Villagrán, en 2010,  de nuevo en la San José.
Hace apenas un mes, Gino Cortés, al que  conocen por el apodo de "El Bichi Borghi" por sus habilidades  futbolísticas, sufrió la amputación de una pierna en otro accidente en  esa mina.
Gerardo Núñez, presidente del sindicato de la mina  vecina Candelaria Norte, aseguró que el yacimiento donde  permanecen encerrados sus colegas "no tenía vías de evacuación", algo  que contradice la obligación del Código Minero.
Explicó que en  materia de seguridad, los mineros hablan de "una línea general con  excepciones", lo que significa que "todas funcionan igual que la mina  San José con excepciones".
Según Núñez, "afortunadamente" la  Candelaria Norte es una de estas excepciones, con una vía de escape  hacia otra mina, tres refugios, vigilancia constante y un fuerte apego a  la normativa.
"Un tema fundamental es que se cumpla la normativa si no, prácticamente estamos vendiendo cobre con sangre", concluyó el minero.
Néstor  Jorquera, presidente de la Confederación Minera, entidad que agrupa a  varias organizaciones del sector, lamentó que un sector productivo que  da tanto dinero al país sea tan peligroso para los trabajadores, que se  pasan medio día en la oscuridad de los túneles.
"Chile vive de la  minería, se gana mucha plata y las familias están mendigando algo",  exclamó, mientras señalaba el campamento donde los familiares de los  mineros atrapados aguardan con angustia.
A juicio de Jorquera, la  minería en Chile es un sector muy jerarquizado, dominado por las grandes  mineras, casi todas de capital extranjero, por encima de las medianas y  pequeñas compañías.
"Si esto hubiese ocurrido en otra minera  trasnacional, hubiese sido diferente", señaló, insinuando que se habrían  destinado más y mejores recursos para encontrar una solución.
Explica  que para explotar un yacimiento minero debe haber un ingeniero, un  superintendente de seguridad y otro de producción, de modo tal que se  pueda tratar de encontrar un equilibrio entre el mineral que se extrae y  las condiciones de seguridad de los trabajadores y de la mina.
"El  superintendente de producción no puede imponerse al de seguridad para  sacar más mineral, y eso en la pequeña minería sucede. Solo quieren  sacar mineral", subrayó.
Tal como en los días anteriores han  comentado en los aledaños de la mina muchos familiares y compañeros de  los desaparecidos, Jorquera indicó que los trabajadores hace semanas que  avisaban de que algo no andaba bien en el yacimiento San José.
"Nadie  nos escucha, luego dicen que tenemos razón. Si hubiesen creído a los  trabajadores ahora no estaríamos lamentando esto", concluyó.