JERUSALÉN.- El Gobierno israelí ha aprobado este viernes de madrugada la destitución del jefe del Servicio de Inteligencia Nacional de Israel, Ronen Bar, medida criticada por la oposición y parte de la ciudadanía, que la considera como un castigo por la investigación del servicio de Inteligencia en la que revela una presunta trama de corrupción entre el Gobierno, Qatar y la financiación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El último día de Bar en el cargo será el próximo 10 de abril, adelantando así su destitución, inicialmente prevista para el 20 de abril. Sin embargo, la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha indicado que podrá dimitir antes de la fecha establecida si los ministros aprueban un reemplazo permanente, según informa el diario 'The Times of Israel'.
El jefe del Shin Bet no ha acudido a la reunión del gabinete y ha enviado una carta en la que ha cargado contra el Gobierno, aseverando que no existen "ejemplos concretos" que justifiquen su despido y que las acusaciones en su contra "no son más que una tapadera" con el objetivo de "obstaculizar la capacidad" de su oficina de "cumplir con sus funciones".
La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, dictaminó que el gabinete carece de fundamento legal para destituir a Bar. Mientras tanto, miles de personas se han manifestado frente a la sede gubernamental para protestar por la medida.
El jefe del Shin Bet carga contra el Gobierno israelí
El jefe del Servicio de Inteligencia Nacional de Israel, Ronen Bar, ha cargado este jueves contra el Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en una contundente carta enviada a los ministros mientras el gabinete debate su destitución en medio de unas multitudinarias manifestaciones en varios puntos del país.
Bar ha criticado que no existan "ejemplos concretos" que justifiquen su despido y ha argumentado que las acusaciones en su contra "no son más que una tapadera" con el objetivo de "obstaculizar la capacidad del Shin Bet de cumplir con sus funciones" en el marco de la investigación sobre una trama de corrupción que implica al Gobierno y a Qatar.
"Se están llevando a cabo importantes investigaciones, y su interrupción mediante un despido repentino y apresurado, basado en acusaciones totalmente infundadas, huele a intereses extranjeros y a un conflicto de intereses sin precedentes", ha agregado en la misiva.
En este sentido, ha asegurado que su eventual despido "representa una amenaza directa a la seguridad nacional". Bar también ha negado que haya una ruptura de confianza entre la Inteligencia y el Gobierno, según han recogido varios medios israelíes.
"Ha habido una cooperación intensa y eficaz entre el Shin Bet bajo mi liderazgo y el primer ministro, lo que está dando resultados significativos en la lucha contra el terrorismo", ha dicho Bar, quien se ha negado a asistir al Consejo de Ministros pese a ser invitado.
Asimismo, ha acusado al primer ministro israelí de perjudicar las negociaciones para liberar a los rehenes de la Franja de Gaza al retirar su confianza al director del Mossad, David Barnea, y también a él mismo en las conversaciones con los mediadores.
Está previsto que el Consejo de Ministros vote la destitución de Bar como jefe del Shin Bet, una medida ampliamente criticada por la oposición israelí y parte de la ciudadanía, que la considera como un castigo por la investigación del servicio de Inteligencia en la que revela una presunta trama de corrupción entre el Gobierno, Qatar y la financiación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
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