BUENOS AIRES.- La
 moneda argentina sufrió este miércoles una nueva depreciación que llevó
 la paridad a 44,92 pesos por dólar, en un contexto de volatilidad en 
los países emergentes que en Argentina se agudiza por los altos índices 
de inflación.
Con
 esa cotización, el peso argentino acumula una depreciación del 13,56% a
 lo largo de 2019, luego de haber perdido un 51% en 2018.
Pese
 a la fuerte caída -que el Banco Central trata de frenar desde hace días
 con una suba en las tasas de interés, ya por encima del 65% anual- la 
moneda argentina se encuentra dentro de la banda establecida, que 
permite fluctuaciones entre los márgenes de 39 y 50 pesos por dólar.
"El dólar hoy sube en todas partes. Hay cosas que pasan que tienen que ver con el mundo", declaró el presidente Mauricio Macri.
"Hoy
 tenemos una política monetaria seria, producimos casi la misma cantidad
 de dólares que necesitamos. Si el mundo se devalúa frente al dólar no 
quiere decir que, porque estemos más sólidos, no nos vamos a devaluar", 
añadió el mandatario, que busca su reelección este año en medio de la 
crisis económica, con una inflación que fue del 3,8% en febrero y del 
2,9% en enero.
En
 2018, la inflación de Argentina sumó un 47,6%, la segunda mayor de 
América, después de la hiperinflación de Venezuela, y entre las 10 
primeras del mundo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). La 
economía entró en recesión con una caída de un 2,6% del producto 
interior bruto.
El
 gobierno de Macri, que en 2018 pactó un préstamo de 56.000 millones de 
dólares del FMI, espera que la venta de la cosecha de granos, el 
principal producto de exportación de Argentina, en los próximos días 
ayude a ingresar divisas a la economía y alivie la presión cambiaria.
"Con
 la entrada de la cosecha y con los dólares que nos envía el FMI 
tendremos una cuenta corriente equilibrada. Cuesta, cuesta más llegar a 
fin de mes, pero éste es el camino", afirmó Macri.
A
 cambio del auxilio del FMI, Argentina se comprometió a llevar adelante 
un plan de austeridad que implica lograr el equilibrio fiscal este año, 
tras cerrar 2017 con un déficit fiscal primario del 3,9% del PIB y del 
2,4% en 2018.
Aunque
 reconoce el contexto internacional desfavorable, el economista Fausto 
Spotorno considera que en la depreciación monetaria argentina juega un 
papel determinante la alta inflación.
"Hay
 una volatilidad propia de los mercados internacionales. Hemos visto que
 algunas subas del dólar han sido prácticamente a causa de los mercados 
internacionales. (Pero) hay la propia volatilidad que muestra la 
economía argentina, y la inflación que hace que el dólar se mueva mucho 
más rápido que en otros lugares", dijo Spotorno.
"Se
 podría esperar una estabilización por el desembolso del FMI (10.870 
millones de dólares) y la cosecha, porque eso implicaría una oferta más 
estable del dólar para los próximos meses. Sin embargo, no creo que 
veamos tan claramente una baja del dólar, justamente porque atrás hay 
una situación inflacionaria y el dólar, al final, es un precio más de la
 economía", apuntó.
Álvaro
 Santos Pereira, director de estudios económicos de la OCDE, estimó que 
"hubo volatilidad en el mercado", pero indicó que "eso pasa en un 
régimen flexible".
"La
 situación está bajo control y no es preocupante. Mantener la política 
monetaria es importante y reforzar la independencia del Banco Central es
 fundamental", dijo.
La cotización del peso es un elemento de preocupación para los argentinos, acostumbrados desde hace años a ahorrar en dólares.
"Argentina
 se comporta como un mercado bimonetario, donde el dólar es la moneda de
 largo plazo y el peso es más bien una moneda transaccional. La gente 
ahorra en dólares y compra inmuebles en dólares", explicó Spotorno.

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