LA HABANA.- 
 El Gobierno cubano confió este martes en que un posible endurecimiento 
del embargo de Estados Unidos o la reactivación del título III de la Ley
 Helms-Burton se topará con una "fuerte resistencia" de sus socios 
comerciales, entre los que figuran Canadá, España y otros países 
europeos.
"Estamos
 seguros de que la aplicación ferozmente extraterritorial del bloqueo no
 solo concita un enorme rechazo internacional sino que enfrentará una 
fuerte resistencia de nuestras contrapartes económicas, de inversión, 
financieras y emisores de turismo", dijo en una rueda de prensa el 
canciller cubano, Bruno Rodríguez.
La
 Administración de Donald Trump, contraria al acercamiento a Cuba 
iniciado por su predecesor, Barack Obama, amenaza con reactivar una 
provisión legal -el título III de la Helms-Burton- que permitiría a los 
cubano-estadounidenses reclamar ante tribunales de ese país propiedades 
que les fueron expropiadas tras la Revolución cubana liderada por Fidel 
Castro.
Esa
 normativa abriría las puertas a que los estadounidenses, incluidos 
cubanos nacionalizados, demanden ante la Justicia de EE.UU. a las 
compañías que se están beneficiando de propiedades en Cuba que eran 
suyas antes de la Revolución.
El
 título ha sido suspendido periódicamente desde su creación en 1996 por 
todos los Gobiernos de EE.UU., precisamente por el rotundo rechazo que 
provocó en países aliados de Washington que vieron amenazados sus 
intereses en la isla caribeña.
"Conozco
 de una firme oposición de numerosos Estados miembros de la Unión 
Europea y de otras naciones, he visto algunas declaraciones, conozco 
también sobre ingentes intercambios diplomáticos y estoy convencido de 
que esas naciones van a defender su interés nacional y el de sus 
empresas y ciudadanos", sostuvo Rodríguez.
Y
 agregó: "Estoy seguro de que considerarán inaceptable el intento de 
establecer formas discriminatorias a favor de las empresas 
estadounidenses en contra de sus intereses nacionales".
A
 los países que negocian con Cuba "les asiste el derecho internacional, 
la existencia de leyes antídoto que debieran aplicar también según su 
propio ordenamiento jurídico, y circunstancias internacionales (...)", 
afirmó el jefe de la diplomacia cubana.
Ante
 la posible reactivación del título III y la aplicación de nuevas 
sanciones que endurezcan el embargo vigente desde hace medio siglo, el 
canciller aseguró que Cuba "está preparada".
"Contamos
 con un plan de la economía predecible hasta el año 2030, la economía 
cubana tiene un fuerte anclaje internacional, nuestras relaciones 
económicas son diversas, contamos también con que impere el derecho 
internacional, las normas de libre comercio y la libertad de 
navegación", refirió.
En
 2017, tras la llegada de Trump, Washington ya endureció el "bloqueo" 
-como se conoce en la isla al embargo- mediante un decreto que prohíbe a
 las empresas y ciudadanos estadounidenses realizar negocios con 
compañías vinculadas al estamento militar cubano, una larga lista de 
firmas que incluye decenas de hoteles.
También
 restringió las modalidades bajo las que los estadounidenses pueden 
visitar Cuba, donde los ciudadanos de ese país aún no tienen permitido 
viajar como turistas.


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