DUBLÍN.- La católica Irlanda votó este viernes la 
despenalización de la blasfemia. Lo hizo en un referéndum, que se 
celebró coincidiendo con las elecciones presidenciales del país, en las 
que resultó reelegido el dirigente laborista Michael Higgins.
 Algo más de tres millones de irlandeses estaban llamados a decidir 
sobre la eliminación de un artículo de la Constitución que ilegaliza la 
blasfemia, y el resultado fue favorable al cambio constitucional con 
casi un 65% de los votos, según informa  The Irish Times.
 El voto al 'sí' a despenalizar la blasfemia se impuso en
 todos los territorios irlandeses en una consulta donde participó 
alrededor del 44% del censo y que necesitaba de una mayoría simple para 
ser aprobado.
 Todos los partidos políticos 
irlandeses, grupos sociales de diversa índole y las iglesias protestante
 y católica habían pedido el voto por la eliminación de dicho artículo, 
que los dirigentes religiosos habían calificado de "totalmente 
obsoleto". 
Por su parte, el Ejecutivo de Dublín considera que su 
derogación representa un "paso importante" en el camino emprendido por 
Irlanda para mejorar su "reputación internacional", al tiempo que "daría
 ejemplo" a los países donde la blasfemia conlleva "la pena de muerte".
La OSCE pide que otros países tomen ejemplo
 La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) 
aseguró hoy que la despenalización de la blasfemia es un paso positivo 
para la libertad de expresión, y pidió a todos los países del grupo que 
sigan el ejemplo.
 "Es un paso positivo para la 
libertad de expresión y felicito al pueblo irlandés por esa decisión", 
declaró en un comunicado Harlem Désir, representante para la Libertad de
 Prensa de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa 
(OSCE).
 Désir hizo un llamamiento a los 16 países de 
la OSCE donde la blasfemia sigue siendo un delito a seguir el ejemplo de
 Irlanda ya que, afirmó, ese tipo de leyes "son incompatibles con las 
normas internacionales sobre libertad de expresión".
 
Entre los socios de la OSCE en los que aún existen leyes que 
criminalizan la blasfemia o los insultos a la religión se cuentan 
Austria, Canadá, República Checa, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, 
Kazajistán, Malta, Montenegro, Polonia, San Marino, España, Turquía y 
Reino Unido.
 Según Désir, incluso si no se aplican en
 la práctica, este tipo de prohibiciones tienen un efecto negativo en el
 "libre intercambio de ideas e información y pueden ser utilizadas para 
reprimir el discurso crítico dentro y más allá de la región OSCE".

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