lunes, 26 de enero de 2015

La pobreza sigue siendo un problema estructural en Latinoamérica

SANTIAGO DE CHILE.- "La pobreza en América Latina sigue siendo un problema estructural" afirmó hoy la Cepal, al dar a conocer en Santiago un informe que revela un estancamiento de los índices en un 28,1 % desde 2012.

En el estudio "Panorama Social Para América Latina 2014", la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que la pobreza en la región se mantuvo estable entre 2012 y 2013 cuando afectó, en ambos años, a un 28,1 % de la población.
Para 2014 se estima que el indicador cerró en un 28 %, lo que unido al crecimiento demográfico se traduciría en un aumento hasta los 167 millones de personas.
"El crecimiento del ingreso no es suficiente para abordar la pobreza", dijo al presentar el informe Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
Agregó que es necesario aplicar políticas públicas para dotar a la población de servicios básicos que le permita superar la línea de pobreza.
Señaló también que la recuperación de la crisis financiera internacional no parece haber sido aprovechada lo suficiente para fortalecer políticas de protección social que disminuyan la vulnerabilidad frente a ciclos económicos.
Pese a la falta de progreso en el promedio regional, cinco de los 12 países con información disponible a 2013 registraron disminuciones de la pobreza por ingresos superiores a un punto porcentual por año.
Los países con mayor descenso fueron Paraguay, seguido de El Salvador, Colombia, Perú y Chile.
En tanto, la indigencia aumentó desde el 11,3 % en 2012 al 11,7 % en 2013, lo que supone un incremento de tres millones, hasta los 69 millones de personas.
Las proyecciones indican que en 2014 se habría registrado una nueva alza, hasta el 12 %, lo que significa que de los 167 millones de personas en pobreza ese año, 71 millones eran indigentes.
Además de analizar la pobreza por ingresos, el estudio presentó una medición complementaria, multidimensional, que abarca cinco ámbitos: vivienda, servicios básicos, educación, empleo y protección social y el estándar de vida referido a ingresos monetarios y posesión de bienes duraderos.
Esta medición considera que una persona es pobre si tiene carencias en más de una de estas dimensiones.
Según este índice, entre 2005 y 2012 la incidencia de la pobreza multidimensional se redujo. como promedio para 17 países de la región, desde el 39 al 28 % de la población, cifras similares a las de la pobreza por ingresos.
En todos los casos se registraron descensos en esta medición, correspondiendo los mayores a Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Venezuela.

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