NUEVA YORK.- El Gobierno de Pakistán ha denunciado este lunes ante Naciones Unidas
"la escalada militar" india y las "declaraciones públicas incendiarias"
de su Gobierno, recordando que está en juego "la paz mundial", ante la
escalada de tensiones con India a raíz del atentado perpetrado en la
Cachemira india.
El representante permanente de Pakistán ante
Naciones Unidas, Asim Iftijar Ahmad, ha hablado en estos términos para
los medios de comunicación tras su reunión de emergencia con el Consejo
de Seguridad de la ONU por los acontecimientos recientes y la potencial
escalada militar en el subcontinente.
Sobre la reacción de
Nueva Delhi desde el atentado en Pahalgam (en la Cachemira bajo control
indio), en el que murieron al menos 26 turistas, Ahmad ha expresado la
"profunda preocupación (de Pakistán) por las recientes medidas
unilaterales de India, en particular las acciones ilegales del 23 de
abril, la escalada militar y las declaraciones públicas incendiarias".
"Hoy hay más en juego que nunca, con una retórica cada vez más
intensa, posturas militaristas y acciones provocadoras que amenazan no
sólo a Pakistán, sino también a la paz regional y mundial", ha alertado
el representante.
Sin embargo, Ahmad ha recalcado que "la paz
debe construirse mediante el diálogo, el compromiso y el respeto al
Derecho Internacional", una "carga" que "debe ser compartida".
"La
postura actual de India no refleja nada de esto", ha denunciado.
Pakistán, aunque está "plenamente preparado" para defender su
"soberanía e integridad territorial", ha reiterado por medio de Ahmad su
"compromiso de mantener relaciones pacíficas y de cooperación con todos
nuestros vecinos, incluida India".
En virtud de ello, ha "pedido una
investigación independiente, transparente, neutral y creíble sobre el
incidente del 22 de abril".
India ha iniciado una campaña por la que el primer ministro, Narendra
Modi, ha otorgado "plena libertad" a sus Fuerzas Armadas para "asestar
un golpe contundente al terrorismo".
Desde Islamabad, por su parte,
rechazan "categóricamente el intento de India de implicar a Pakistán en
el atentado terrorista del 22 de abril".
"Denunciamos la
desinformación de India, sus esfuerzos por difamar a Pakistán y fabricar
narrativas", ha afirmado Ahmad.
"Pakistán ha sido un Estado de primera
línea en la lucha contra el terrorismo, sacrificando más de 90.000 vidas
y sufriendo inmensos reveses económicos", ha recordado.
Además, ha denunciado que India "ignora sus propias acciones
desestabilizadoras y su implicación en el terrorismo en el extranjero,
incluido el caso de Kulbhushan Jadhav y los asesinatos
extraterritoriales".
Jadhav, que fue detenido en marzo de 2016
en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, es un
ciudadano indio encarcelado en el país vecino que fue condenado a muerte
por espionaje y sabotaje en 2017. La Corte Internacional de Justicia
(CIJ) ordenó a Pakistán en 2019 que revisase su decisión.
Por otra parte, el representante diplomático ha descartado las
alegaciones de India como parte de "sus esfuerzos para desviar la
atención de su represión y violaciones de los Derechos Humanos en Jammu y
Cachemira, y para socavar la legítima lucha cachemir por la
autodeterminación".
Ahmad ha declarado que "el telón de fondo"
del conflicto es el estatus de Cachemira, "cuya solución final, justa y
duradera aún se está esperando de conformidad con las resoluciones
pertinentes del Consejo de Seguridad y los deseos del pueblo cachemir,
que está librando una lucha justa contra la ocupación para hacer
realidad su derecho inalienable a la autodeterminación".
"Que
esta cuestión siga sin resolverse durante más de 70 años es un duro
recordatorio de que los conflictos pueden ignorarse, pero no
desaparecen, se agravan", ha señalado.
El diplomático ha
denunciado, además, que "el pueblo cachemir sigue enfrentándose a graves
violaciones de los Derechos Humanos, ejecuciones extrajudiciales,
detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas, torturas, demolición
de viviendas y restricciones a la expresión y a los medios de
comunicación".
Ante esta situación, Ahmad ha reclamado un mayor papel por parte de
Naciones Unidas: "Una paz duradera en el sur de Asia exige que el
Consejo de Seguridad aplique sus propias resoluciones, incluida la
celebración de un plebiscito supervisado por la ONU para que los
cachemires determinen su propio futuro".
"Instamos al Consejo
de Seguridad y al secretario general a que sigan participando
activamente en el establecimiento de la paz y en la diplomacia
preventiva", ha declarado. "El papel del Consejo no consiste únicamente
en observar los conflictos desde lejos, sino en prevenirlos mediante una
acción oportuna y basada en principios", ha indicado.
Además, Ahmad ha alertado también de la suspensión unilateral por
parte de India del Tratado de las Aguas del Indo, un acuerdo, ha
recordado, "jurídicamente vinculante negociado por el Banco Mundial y
mantenido durante las guerras".
"Estos ríos sustentan a más de
240 millones de paquistaníes", ha señalado el representante paquistaní.
"Cualquier intento de interrumpir su caudal constituye una agresión, y
permitir un precedente así pondría en peligro a todos los Estados
situados en la parte baja de la cuenca", ha denunciado.
Tras
la suspensión del tratado a raíz del atentado de Pahalgam, Nueva Delhi
redujo el domingo el caudal en el río Chenab y se prepara para hacer lo
propio en la presa de Kishanganga, en el río Jhelum.
El Comité de Seguridad Nacional de Pakistán advirtió de que consideraría un "acto de guerra" cualquier desvío o bloqueo del agua que llega a Pakistán desde el territorio controlado por India.
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