MADRID.- Gibraltar tiene un estatus único y 
singular en la Unión Europea. Porque es miembro de la UE no por ser un 
territorio británico, sino por ser un territorio europeo cuyas 
relaciones exteriores dependen de un miembro de la UE: Reino Unido, eldiario.es
 Y esto es así por herencia de la Segunda Guerra Mundial, tras la cual 
Francia se anexionó el Sarre, territorio alemán de potencia industrial 
que había estado dos siglos cambiando de tutela. Francia se anexiona el 
Sarre, como territorio independiente bajo su protección, y en la firma 
del tratado fundacional de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero 
(CECA) en 1951, se incluye el artículo 79 que dice lo siguiente:
Este Tratado es aplicable a los territorios europeos de las partes firmantes. También se aplica a los territorios europeos de los cuales un Estado signatario asume sus relaciones exteriores; en cuanto al Sarre, se anexa al presente Tratado un intercambio de cartas entre el Gobierno de República Federal de Alemania y el Gobierno de la República Francesa. Cada p arte firmante se compromete a extender los Estados miembros las medidas preferentes, para el carbón y el acero, en los territorios no europeos sujetos a su jurisdicción.
 El 
Sarre era un territorio histórico en disputa entre Alemania y Francia. 
Tras la Primera Guerra Mundial, Francia logra que el Sarre quedara bajo 
gobierno de la Sociedad de Naciones, administrado por París, durante un 
periodo de 15 años a contar desde 1920.
 Era una parte del  diktat,
 como Alemania definió a los tratados tras la Gran Guerra: la cesión del
 Sarre a Francia era una compensación de las pérdidas sufridas durante 
la guerra. Al final del periodo de 15 años, el 90% de los habitantes del
 Sarre vota reincorporarse a Alemania, ya gobernada por Adolf Hitler.
 Después de la Segunda Guerra Mundial se repitió la historia: 
Francia ocupa el territorio y consigue su protectorado por encargo de 
Naciones Unidas, con el nombre de "Unión económica entre Francia y el 
Sarre". El 1 de enero de 1957 vuelve a anexionarse a Alemania, después 
de que sus habitantes rechazaran en 1954 albergar alguna institución 
europea de la incipiente Unión, en forma de Comunidad del Carbón y el 
Acero, en cuyo tratado hay un artículo específico sobre su estatus.
 Aquel tratado ha ido pasando de tratado en tratado, hasta convertirse 
en el artículo 355(3) del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea,
 que dice así:
"Las disposiciones de los Tratados se aplicarán a los territorios europeos cuyas relaciones exteriores asuma un Estado miembro"
 Son 18 palabras. 18 palabras por las cuales Gibraltar entra en las 
Comunidades Europeas en 1972, no como territorio británico, sino como 
territorio europeo sobre el que Reino Unido asume las relaciones 
exteriores. Un estatus asumido por España en 1986 en su adhesión a la 
CEE, y más tarde en el Tratado de Lisboa, en vigor desde 2009.
 Gracias a ese artículo 355 (3), Gibraltar ha gozado hasta ahora de una 
legislación a la comunitaria a la medida: no pertenece al territorio de 
la unión aduanera; las normas sobre la libre circulación de mercancías 
no son aplicables; está excluido de la política comercial común; de la 
política agrícola común y de la política pesquera común; se excluye de 
la obligación de cobrar el IVA; fue excluido –hasta 1999, por una 
sentencia judicial– de las elecciones al Parlamento Europeo; no es parte
 de la zona Schengen, como consecuencia de la no participación del Reino
 Unido en Schengen.
 Por tanto, el artículo 355 (3) es
 el que permite que la legislación europea, con sus particularidades 
únicas, se aplique a Gibraltar. Pero en caso de Brexit, el artículo 355 
(3) decae, deja de aplicarse a Gibraltar y, en consecuencia, afirma la 
Comisión Europea, "las medidas de contingencia no se aplican en 
Gibraltar". Es decir, en caso de Brexit sin acuerdo, Bruselas no tiene 
planes específicos para Gibraltar y, por tanto, quedará aislado dentro 
de la Unión.
 La lectura que hace el Gobierno español 
por el hecho de que los planes de contingencia no contengan concreciones
 sobre Gibraltar , es que "España tiene la mano y es la única potencia 
política que puede negociar con el Reino Unido sobre Gibraltar si quiere
 tener planes de contingencia y mantener los memorandos", según el 
secretario de Estado para la UE, Marco Aguiriano. 
 Esos planes son "soluciones urgentes de transición" para paliar la posible falta de acuerdo. Según ha dicho  Aguiriano,
 si hacen falta planes de contingencia sobre Gibraltar es algo que 
"considerarán España y Reino Unido, poniéndose de acuerdo sobre si hacen
 falta, cuáles hacen falta, en qué dimensión y con qué duración".
 Y, mientras tanto, si hay un Brexit sin acuerdo, Gibraltar permanecerá 
como un pequeño territorio británico aislado, sin planes de contingencia
 diseñados por la UE: el rastro de la Segunda Guerra Mundial que 
mantenía al Peñón con un estatus especial en la UE puede borrarse al 
fin, 74 años después de haberse terminado.


No hay comentarios:
Publicar un comentario