MOSCÚ.- El gobierno ruso anunció el lunes 
la próxima introducción de barreras aduaneras para reducir las 
exportaciones de cereales, con la esperanza de aumentar la demanda y 
bajar los precios en el mercado interno, tras una subida motivada por la
 caída del rublo.
La medida será puesta a punto y presentada al 
primer ministro Dimitri Medvedev en un plazo de 24 horas, informó el 
viceprimer ministro Arkadi Dvokovich, citado por las agencias rusas.
Aunque
 el anuncio de esta baja de la oferta llega en un momento en el que el 
mercado mundial está bien proveído, tuvo como efecto un alza de las 
cotizaciones del trigo en los mercados europeos.
La caída del 
rublo hace que las exportaciones sean muy rentables para los 
agricultores pero ha provocado una fuerte subida de los precios del 
trigo en Rusia.
La prensa rusa aludía recientemente a una posible 
subida del 10% del precio del pan, un fenómeno que genera inquietud 
entre las autoridades. Éstas han prometido vigilar de cerca los precios 
alimentarios, que tienden al alza por el embargo decretado por Moscú 
contra productos alimentarios europeos y norteamericanos, en respuesta a
 las sanciones contra Rusia por su rol en la crisis de Ucrania.
"Tenemos
 una buena cosecha pero al mismo tiempo, debido a la volatilidad del 
rublo, los precios son muy ventajosos y las exportaciones han aumentado 
considerablemente", declaró Medvedev.
"Debemos tener un mínimo de 
reservas que garanticen la seguridad alimentaria de Rusia. En este 
contexto creo que hay que pensar en restricciones administrativas a las 
exportaciones", añadió.
Según Dvorkovich, Rusia exportó desde 
julio 21 millones de toneladas, sobre un potencial total anual de 28 
millones, contra 25,2 millones de toneladas en la última temporada 
agrícola que terminó en junio.
Las cotizaciones del trigo ya 
habían subido más del 4% la semana pasada en el mercado de materias 
primas de Chicago, ya que los operadores temen que se implemente un 
embargo.
"El mercado ya había anticipado el jueves y viernes 
restricciones informales. En este caso, son formales", analizaba Sébastien Poncelet, analista de Agritel.
"Ahora, se plantean 
dos hipótesis: o bien es una restricción total, o bien una restricción 
parcial  que excluiría en especial a los dos principales clientes de 
Rusia, Egipto y Turquía", añade.
Para este experto, las 
restricciones podrían por tanto crear una carencia de 6 a 7 millones de 
toneladas de trigo en el mercado mundial, y solamente de 4 a 5 millones 
si Rusia sigue exportando hacia Turquía y Egipto, principal importador 
mundial
Las autoridades rusas habían descartado la semana pasada 
la hipótesis de un embargo total, medida aplicada en 2010 tras una 
sequía que provocó una mala cosecha.
Pero la federación de 
productores cerealeros advirtió el lunes que estas limitaciones podrían 
conducir a una baja de la siembra, y por tanto de la cosecha del año 
próximo, lo que a su vez reduciría los ingresos de los agricultores.

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