jueves, 18 de abril de 2024

Google despide a 28 trabajadores por protestar contra un contrato para dar servicios de IA al Gobierno israelí


NUEVA YORK/SAN FRANCISCO.- La compañía tecnológica estadounidense Google ha despedido a 28 trabajadores tras protagonizar una serie de protestas contra el Proyecto Nimbus, valorado en 1.200 millones de dólares (unos 1.124 millones de euros), para proporcionar servicios en la nube y de Inteligencia Artificial al Gobierno israelí.

"Esta tarde, Google ha despedido indiscriminadamente a 28 trabajadores, incluidos aquellos de entre nosotros que no participaron directamente en la histórica sentada de ayer, que duró diez horas", reza un comunicado de 'No Tech For Apartheid Campaign' (No a la Tecnología para el Apartheid), organización de trabajadores de Google y Amazon que piden acabar con el Proyecto Nimbus.

En ese sentido, la organización ha asegurado que este "flagrante acto de represalia" es indicador de que Google "valora más" su contrato con "el Gobierno y el Ejército genocidas israelíes" que a sus propios trabajadores, quienes también se quejan de haber sido ignorados por los altos cargos de la compañía durante tres años.

Numerosos trabajadores de la empresa realizaron el martes una sentada de diez horas en las oficinas de las ciudades de Nueva York, Seattle, Sunnyvale y California, que fue retransmitida en directo por el servicio de Twitch. Hasta nueve manifestantes fueron arrestados después de que los jefes de cada filial llamasen a la Policía, según ha denunciado la propia organización.

"Hoy han castigado con despidos masivos a todos los trabajadores que han podido asociar a esta acción mediante una red de vigilancia en las oficinas. Google ha alegado 'intimidación' y 'acoso' como motivos del despido de los trabajadores. Si ha habido intimidación o acoso en la empresa, nuestros compañeros palestinos, árabes y musulmanes han sido los destinatarios", ha aseverado 'No Tech For Apartheid Campaign'.

En ese sentido, han desmentido las afirmaciones de Google sobre pintadas en la propiedad o sobre "impedir físicamente" el trabajo de otras personas, y la organización ha asegurado que no hubo daños a la propiedad ni amenazas a otros trabajadores. "Por el contrario, recibieron una respuesta abrumadoramente positiva y muestras de apoyo", ha agregado.

"Los trabajadores de Google tenemos derecho a protestar pacíficamente por las condiciones de nuestro trabajo. Estos despidos han sido claramente represalias. (...) Estos despidos masivos e ilegales no nos detendrán. Al contrario, sólo sirven como combustible adicional para el crecimiento de este movimiento", ha añadido.

Por otro lado, ha acusado a Google de mentir a los trabajadores y a los medios de comunicación al afirmar que el Proyecto Nimbus "no está dirigido a cargas de trabajo altamente sensibles, clasificadas o militares relevantes para los servicios de armamento o inteligencia", y ha citado un informe de la revista Time en el que se desvela que Google ha creado herramientas "a medida" para el Ministerio de Defensa israelí.

Tras ello, han culpado al director ejecutivo de Google, Sundar Pinchai, y al director ejecutivo de Google Cloud, Thomas Kiruan, de especular "con el genocidio". 

"No podemos entender cómo estos hombres son capaces de dormir por la noche mientras su tecnología ha permitido 100.000 palestinos muertos, desaparecidos o heridos en los últimos seis meses del genocidio de Israel", reza el comunicado.

"El Macartismo está vivo"

En 2021, el gigante tecnológico estadounidense cerró un contrato de 1.200 millones de dólares a cambio de proporcionar sus servicios de computación en la nube al sector público y al ejército israelí. 

Desde entonces, decenas de trabajadores han denunciado esa alianza, conocida como Proyecto Nimbus, pues consideran que "alimenta el apartheid" contra los palestinos, unas quejas que se han intensificado con la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza, que ya ha matado a más de 33.000 personas, la mayoría de ellas mujeres y niños.

El martes, docenas de empleados de Google protagonizaron una sentada en las oficinas de la compañía en Nueva York y en Sunnyvale, California, y rechazaron abandonarlas hasta que se cancelase el contrato.

 "No más genocidio con ánimo de lucro", rezaba uno de sus carteles de protesta. Nueve de ellos fueron detenidos y acusados de allanamiento de morada tras ocupar la oficina de Thomas Kurian, director ejecutivo de Google Cloud.

"Obstaculizar físicamente el trabajo de otros empleados e impedirles el acceso a nuestras instalaciones es una clara violación de nuestras políticas y un comportamiento totalmente inaceptable", declaró Google en un comunicado firmado por su jefe de seguridad global, Chris Rackow, antiguo miembro del ejército estadounidense y del FBI.

Los empleados despedidos denuncian que se trata "claramente" de un "acto flagrante de represalia", que algunos de los despedidos no participaron en la sentada y que si hay víctimas de "intimidación o acoso" por parte de la compañía esas han sido los empleados palestinos, árabes y musulmanes.

"Google tiene miedo de los trabajadores que exigimos responsabilidad y transparencia a nuestros jefes. Estos despidos masivos e ilegales no nos detendrán. Solo alimentan el crecimiento orgánico de este movimiento", ha advertido el grupo 'No Tech for Apartheid', que engloba a empleados de Google y Amazon en contra de los contratos militares.

"El Macartismo está vivo y coleando", ha denunciado Kate J. Sim, asesora política de Google especializada en seguridad infantil y una de las empleadas represaliadas por la protesta. 

"Mira cómo les aterroriza el poder de los trabajadores". La semana pasada, The New York Times adelantó que la compañía prepara cambios en su foro corporativo para evitar que se discuta del conflicto entre Israel y Palestina

Aunque fueron anunciados como una mejora para las empresas de Israel, los servicios 'cloud' de Google están siendo utilizados por el Ministerio de Defensa, del que dependen las fuerzas armadas que desde el pasado noviembre bombardean Gaza. 

Estos servicios son cruciales para recopilar, almacenar y procesar todo tipo de datos, así como para el uso de tecnologías automatizadas como la inteligencia artificial (IA) o el reconocimiento facial que usa para vigilar a la población de los territorios palestinos ocupados.

Investigaciones periodísticas han destapado que el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu ha recurrido a este tipo de sistemas de IA para tratar de localizar a operativos del grupo armado palestino Hamás, si bien su uso podría haber causado víctimas innocentes.

 La semana pasada, 'Time' desveló que Google e Israel han seguido negociando para profundizar su alianza durante los ataques de los últimos meses.

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