OTTAWA.- El rey Carlos III del Reino Unido ha asegurado hoy que Canadá está "en un momento crítico" y ha defendido su derecho a la "autodeterminación" para ser un país "fuerte y libre", frente a las reiteradas pretensiones de Donald Trump a que el país se una a los Estados Unidos.
Lo ha hecho en Ottawa ante el Parlamento canadiense con motivo de la inauguración de la legislatura, siendo la tercera vez en la historia y la primera desde 1977 que el monarca británico —que también lo es de Canadá— da el llamado "Discurso del Trono" ante los diputados del país norteamericano.
"Hoy Canadá se enfrenta a otro momento crítico. La democracia, el pluralismo, el Estado de derecho, la autodeterminación y la libertad son valores que los canadienses aprecian profundamente y que el Gobierno está determinado a proteger", ha expuesto el rey de Inglaterra, señalando que "el sistema global de comercio abierto", que "ha proporcionado prosperidad a los canadienses durante décadas", está "cambiando", así como las relaciones con históricos aliados, como es el caso de Washington.
Sin embargo, Carlos III también ha afirmado que a pesar de los "retos" es un momento de "oportunidades".
"Una Canadá segura de sí misma, que ha acogido a canadienses incluso procedentes de algunas de las zonas de conflicto más trágicas del mundo, puede aprovechar esta oportunidad reconociendo que todos los canadienses pueden darse a sí mismos mucho más de lo que cualquier potencia extranjera de cualquier continente pueda quitarles", ha expresado.
La lectura del Discurso del Trono marca el inicio oficial de la 45 legislatura surgida tras las elecciones del 28 de abril, que el Partido Liberal ganó al obtener 169 de los 343 diputados de la Cámara Baja del Parlamento.
El primer ministro canadiense, Mark Carney —que llegó al poder de forma interina tras la dimisión de Justin Trudeau— solicitó al monarca Carlos III su presencia en la apertura de la legislatura para reforzar la soberanía estadounidense ante las sugerencias y pretensiones de Donald Trump, que llegó a asegurar que no descartaba el uso de la "fuerza británica" para convertir al país en el estado nº 51 de la Unión.
En su discurso, en el que el Gobierno fija prioridades y líneas de actuación, Carlos III aprovechó para celebrar los primeros contactos entre Carney y Trump, asegurando que ambos mandatarios han "empezado a definir una nueva relación económica y de seguridad". No obstante, también indicó que el Gobierno canadiense "está trabajando para fortalecer sus relaciones con socios comerciales fiables y aliados en todo el mundo".
El discurso también dio cuenta del compromiso del Gobierno de Carney en aumentar el gasto militar, así como integrar a Canadá en el plan ReArm Europe, que permite el acceso a fondos del Banco Europeo de Inversión y capital privado para programas de defensa.
En materias de política interna, el Gobierno canadiense dijo que eliminará las barreras al comercio y movilidad internas, acelerará la aprobación de grandes proyectos federales y creará una nueva industria de la vivienda para impulsar la construcción de casas asequibles.
Tras la ceremonia en el Senado, el rey Carlos III y la reina Camila pusieron punto y final a su visita de dos días al país y tienen previsto regresar al Reino Unido a bordo de un Airbus de la Fuerza Aérea de Canadá.
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