WASHINGTON.- La promesa del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles del 25 % a México y Canadá en represalia por el déficit comercial y el flujo de fentanilo y de migración irregular amenaza con llevar este sábado a un abismo incierto al tratado comercial norteamericano, el T-MEC. El líder republicano también puede tensar además la relación con China si cumple con su compromiso de aplicar un gravamen del 10% a ese país.
Su aplicación y amplitud está pendiente de que Trump firme la orden ejecutiva que dé luz verde a una medida que ya había anticipado en su campaña electoral, aunque ya dejó caer el lunes qué sectores podrían verse afectados primero.
«Vamos a mirar los productos farmacéuticos, los medicamentos, los chips, los semiconductores, el acero y algunas otras industrias», dijo a legisladores republicanos de la Cámara de Representantes.
«La única manera de escapar de esto es construir su propia planta; si quieren dejar de pagar impuestos o aranceles, constrúyanla aquí en Estados Unidos», añadió.
No se descarta que esa amenaza se quede en una argucia. Aunque Trump mantuvo este jueves su calendario, su nominado a secretario de Comercio, Howard Lutnick, recalcó un día antes que los primeros aranceles a México y Canadá no se implementarán si esos países toman medidas en materia de tráfico de drogas, y destacó que otra tanda de gravámenes se decidirá a finales de marzo o en abril. La revisión del actual pacto de libre comercio de Norteamérica, conocido como T-MEC, está prevista para 2026.
Al igual que en su renegociación entre 2017 y 2018, este último movimiento podría quedarse solo en una táctica para obtener concesiones de cara a entonces. Pero su eventual aplicación inminente ha llevado ya a esos socios comerciales a prepararse para su llegada y, sobre todo, a intentar evitarla.
Hasta un 80 % de las exportaciones canadienses tienen como destino Estados Unidos. Canadá es uno de los mayores productores de crudo del mundo y el 97 % del petróleo que vende al extranjero va dirigido a refinerías estadounidenses.
Su sector del automóvil, clave para la economía canadiense y que emplea directa e indirectamente a más de 500.000 de personas, es por su parte el segundo sector exportador de Canadá a Estados Unidos.
En 2023, las exportaciones canadienses del automóvil sumaron 71.000 millones de dólares, de los que un 93 % tuvieron como destino EE.UU. En 2023, el comercio de bienes y servicios entre Canadá y EE.UU. alcanzó casi 1 billón de dólares. Canadá ha señalado que los aranceles le resultarían «devastadores» y le causarían una grave recesión.
Incluso aunque se limitaran al 10 %, ese porcentaje le costaría alrededor de un 1 % de su Producto Interior Bruto (PIB), equivalente a unos 30.000 millones de dólares estadounidenses.
Para frenarlos, Canadá ha desplegado una intensa actividad diplomática, ha anunciado la inversión de 1.000 millones de dólares para fortalecer la frontera y ha advertido que está preparada para tomar represalias contra Estados Unidos, incluido un posible embargo energético. México, a su vez, dice no creer que se concreten.
«No creemos que vaya a ocurrir, la verdad, y si ocurre también tenemos nuestro plan, ya lo informaremos», dijo el miércoles su presidenta, Claudia Sheinbaum. Y en China han recalcado que «nadie gana una guerra comercial» y que las diferencias han de resolverse «mediante el diálogo».
«La cooperación económica y comercial entre China y los Estados Unidos es mutuamente beneficiosa», sostuvo el pasado 24 de enero la portavoz de la Cancillería china Mao Ning. Canadá, México y China tienen por tanto sus ojos en estas últimas horas antes de que se cumpla el plazo marcado, pero la atención no se limita a esas naciones.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este jueves que responderá con «reciprocidad» llegado el caso, y el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto Van Klaveren, señaló ese mismo día que EE.UU. seguirá necesitando su cobre pese a la amenaza de imponer un arancel al metal, la principal exportación del país austral.
A partir de este sábado
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha confirmado en una rueda de prensa que los aranceles del 25 por ciento a las importaciones de México y Canadá, así como del 10 por ciento a China, entrarán en vigor este sábado.
A su vez anunció este viernes que a partir del 18 de febrero impondrá aranceles al petróleo y gas que Estados Unidos importa. Esta medida podría afectar a Canadá y México, aunque Trump no especificó a qué países aplicaría los nuevos aranceles ni ofreció más detalles sobre sus planes.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Trump también reiteró su intención de imponer aranceles del 25 % a las importaciones de México y Canadá, y del 10 % a las de China a partir de este sábado, 1 de febrero, como parte de un intento por presionar a estos países para reducir el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos y frenar la llegada de migrantes.
El jueves, Trump comentó a la prensa que aún estaba evaluando si imponer o no gravámenes sobre el petróleo que Canadá y México exportan a Estados Unidos.
Preguntado al respecto este viernes, indicó que estaba considerando reducir los gravámenes sobre el petróleo, aunque no quedó claro si esa rebaja se producirá cuando entren en vigor los aranceles el sábado.
En concreto, preguntado por un periodista si los aranceles de mañana afectarían al petróleo canadiense, Trump se limitó a decir: «Probablemente voy a reducir un poco el arancel sobre eso. Pensamos reducirlo al 10 % para el petróleo».
En su comparecencia, Trump también prometió aranceles sobre una amplia gama de importaciones en los próximos meses, incluidos metales como el acero y el aluminio, así como productos farmacéuticos y semiconductores, intensificando sus amenazas de gravar a sus socios comerciales.
«Vamos a imponer aranceles al acero y al aluminio este mes o el próximo, y les daremos un anuncio sobre la fecha exacta, pero será una cantidad tremenda de dinero para nuestro país», afirmó Trump en el Despacho Oval.
El impacto de los aranceles sobre el petróleo y gas de México sigue siendo incierto, dado que Estados Unidos exporta más petróleo y gas a México de lo que importa.
Según los últimos datos disponibles de la Administración de Información Energética (EIA en inglés), en 2023, Estados Unidos exportó a México 1,2 millones de barriles de productos petroleros por día, convirtiéndolo en el principal destino de las exportaciones estadounidenses en esta categoría.
Las exportaciones de gas natural también alcanzaron un récord, con 6.200 millones de pies cúbicos por día, lo que representa el 13 % del total de exportaciones energéticas de EE.UU. a México.
Por otro lado, Estados Unidos importó de México solo 733.000 barriles al día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario