FRÁNCFORT.- La Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) y los 
responsables de los bancos centrales de la zona euro decidirán la 
próxima semana hasta dónde alcanzará el periodo de transición para 
incorporar las exigencias de la nueva norma europea de pagos que entra 
en vigor el próximo sábado. 
Con carácter general, 
bancos y empresas, especialmente las medianas y pequeñas, están todavía 
poco preparados para aplicar el nuevo sistema que establece la directiva
 europea de pagos, conocida como PSD2, por sus siglas en inglés, que 
persigue hacer más seguras para el cliente las transacciones mediante 
una sistema de doble autenticación. 
La semana que viene la EBA celebrará reuniones con los 
distintos bancos centrales de la eurozona, que son los que deben fijar 
los plazos de las posibles prórrogas y las etapas de transición para la 
implantación completa de la norma. 
PSD2 busca reducir
 el fraude en el pago con tarjeta aplicando dos elementos de seguridad 
diferentes, a elegir entre la posesión (de la tarjeta o del móvil), el 
conocimiento (un pin), y la inherencia (la huella digital o el iris, por
 ejemplo). 
Según un estudio reciente de Mastercard, 
el 75 % de los comercios que venden en internet desconoce la normativa, 
que hace obligatoria la doble autenticación del cliente tanto para pagar
 por internet como en comercios físicos. 
No obstante,
 se han establecido algunas excepciones en compras de importe reducido 
para agilizar este tipo de pagos, como en el caso de los peajes con 
aplicaciones como "Vía T" o aquellos otros por importes de menos de 20 
euros, en los que el consumidor podrá hacer hasta cinco abonos sin 
autenticarse o hasta un límite de 150 euros en total. 
La
 doble autenticación ya se hace en algunos casos, como cuando se tiene 
que añadir un pin al pagar con tarjeta, pero ahora se hará extensivo a 
todos, y desaparecerá la vía actual de confirmación de la compra con un 
código que recibe el usuario por sms. 
La aplicación 
de la directiva supondrá una agilización de los pagos porque el cliente 
abona directamente a la tienda, como si fuera una transferencia directa,
 con lo que se elimina el paso intermedio de la plataforma de pagos, 
para lo que los bancos tienen que abrir sus servicios a terceras 
empresas. 
La agilización del procedimiento para el 
comercio redundará en una mayor tasa de conversión (porcentaje de 
operaciones de compra por internet que llega a su fin) y que ahora es 
más baja porque es frecuente que en los saltos entre la página del 
comercio y la plataforma de pagos el consumidor desista de la compra. 
Los
 bancos estarán obligados a dar acceso a las cuentas de sus clientes, si
 estos lo autorizan, a terceros que podrán ofrecer servicios directos de
 gestión de las finanzas sin pasar por la entidad financiera. 
La
 directiva refuerza la seguridad para el cliente también en caso de uso 
no autorizado de sus tarjetas, porque rebaja de 150 a 50 euros la 
cantidad que debe asumir el consumidor si ha sido objeto de un fraude o 
robo. 
Expertos consultados consideran que la 
mayor oferta de servicios financieros que se producirá con la entrada en
 vigor de la PSD2 inducirá una rebaja de precios y comisiones bancarias y
 beneficiará sobre todo a los clientes. 

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