BRUSELAS.- La Unión Europea y Mercosur continúan
 este domingo la negociación técnica de un acuerdo de asociación con 
vistas a lograr los avances necesarios para convocar una reunión a nivel
 ministerial en la que se dé un impulso político clave al diálogo.
Desde
 el viernes se encuentran reunidos en Bruselas los jefes negociadores de
 los países de la UE y del Mercosur -Argentina, Brasil, Uruguay y 
Paraguay- para intentar resolver el máximo de asuntos pendientes en la 
negociación.
El proceso "necesita un impulso político", según fuentes 
diplomáticas, pero para que se produzca un encuentro a ese nivel será 
necesario limar antes diferencias a nivel técnico.
Entre
 los temas más sensibles en el proceso se encuentra la agricultura, 
especialmente la carne de vacuno y el azúcar, indicaron.
España
 promovió el pasado viernes una carta al presidente de la Comisión 
Europea, Jean-Claude Juncker, a la que se adhirieron otros seis líderes 
comunitarios, en la que solicitaban culminar las negociaciones con el 
Mercosur ante "la amenaza del proteccionismo".
Los 
Estados comunitarios que apoyan el acuerdo creen que, "en el contexto 
actual mundial, sería una señal muy potente de que el sistema funciona, 
que hay que respetar el sistema multilateral, que los acuerdos 
bilaterales dentro de un sistema más amplio multilateral son 
beneficiosos y pueden serlo para todos", señalaron fuentes diplomáticas.
"Y
 de que Europa sigue creyendo en el comercio basado en reglas, un 
comercio justo que pueda crear prosperidad y riqueza", apuntaron.
En
 paralelo, Francia, Polonia, Irlanda y Bélgica han remitido por su parte
 otra misiva esta semana a la Comisión Europea -el organismo que negocia
 la política comercial en nombre de los Veintiocho-, en la que han 
manifestado su preocupación por los efectos del tratado en su 
agricultura.
Los defensores del pacto creen que, con 
él, quedaría "blindado" el cumplimiento de los acuerdos de París contra 
el cambio climático, porque en el texto se incluye como condición.
De ese modo, en su opinión, se garantizaría que países como Brasil se alinearan con los objetivos de París.
Las
 negociaciones para un amplio acuerdo de asociación -basado en la 
cooperación, el diálogo político y el libre comercio- entre la UE y el 
Mercosur se iniciaron en Buenos Aires en abril de 2000 y desde entonces 
se han celebrado más de una treintena de rondas de negociación, un 
proceso complejo, incluso con bloqueos de muchos años.
En
 los últimos dos años se han sucedido los comentarios de optimismo que 
predecían un acuerdo en plazos cortos, pero todos ellos han pasado sin 
que haya logrado cerrarse el pacto. 

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