BRUSELAS.- 
La Unión Europea (UE) exigió hoy al Reino Unido "clarificaciones"
 en materia de derechos de los ciudadanos y sobre todo en cuanto a la 
factura que deberá pagar por abandonar el club comunitario, al término 
de la segunda ronda de negociaciones del 'brexit'.
"Como he dicho claramente a Davis, una clarificación por parte del Reino Unido es indispensable para negociar y lograr progresos
 suficientes sobre el acuerdo financiero, inseparable de otros elementos
 del dossier de la retirada", indicó el negociador jefe comunitario, 
Michel Barnier.
El político francés compareció en una rueda de 
prensa al término de esta ronda, que comenzó el lunes, junto a Davis, 
quien corroboró también "diferencias" entre las dos partes en cómo 
enfocar los derechos ciudadanos.
Tras una primera ronda en junio 
en la que sentaron la agenda de las negociaciones, Barnier dijo que ésta
 sirvió para que ambas partes presentaran sus propuestas y para identificar "convergencias y divergencias", y que la próxima, a finales de agosto, debería ser la de "las clarificaciones".
"Esta semana, juntos, hemos detallado el análisis jurídico de estos compromisos", comentó, al tiempo que afirmó que "queremos una salida ordenada y esto requiere saldar las cuentas".
Según
 dijo, "tan pronto como el Reino Unido esté listo para precisar la 
naturaleza de sus compromisos, estaremos dispuestos a discutir", pero 
advirtió de que el acuerdo financiero no se logrará con "pequeños 
pasos", por lo que pidió a Londres una propuesta sobre ese punto como ha
 hecho ya sobre los derechos de los ciudadanos.
Según diferentes cálculos, la factura oscila entre 60.000 y 100.000 millones de euros,
 pero fuentes comunitarias insistieron en que, por el momento, la UE no 
ha puesto una cifra sobre la mesa a Londres sino una propuesta con "la 
lista de lo que debe figurar en el reglamento financiero", algo que 
espera que el país haga también.
"Hay que saber cuál es ahora el 
enfoque del Reino Unido para decir cuáles son las obligaciones que 
entran en este ajuste de cuentas" a fin de poder avanzar en la 
negociación, dijeron esas fuentes, que adelantaron que, a su juicio, "habrá obligaciones que irán más allá de la salida del Reino Unido de la UE".
Davis,
 que destacó que a Bruselas se han desplazado 98 funcionarios británicos
 para las negociaciones, se mostró "animado" por los "progresos 
generales" alcanzados en esta ronda y puntualizó que "reconocemos 
nuestras obligaciones y derechos y buscaremos ejercer ambos".
Otro punto clave de esta fase de negociaciones es el de los derechos de los ciudadanos británicos y europeos.
Davis reconoció que "estamos de acuerdo en la necesidad de certidumbre para los ciudadanos, pero obviamente tenemos diferentes visiones sobre cómo conseguirlo", indicó.
Bruselas
 quiere que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sea el garante 
de los derechos de los ciudadanos europeos instalados en el Reino Unido y
 de los británicos residentes en la UE.
"Existe una divergencia 
fundamental sobre la manera de garantizar estos derechos", comentó 
Barnier, en especial en lo relacionado con cómo asegurar los derechos de futuros miembros de la familia o la exportación de ciertos beneficios sociales.
Fuentes comunitarias explicaron que el Reino Unido ha expresado interés por la situación de los trabajadores desplazados.
Los negociadores de Bruselas y Londres se refirieron también a la situación de Irlanda e Irlanda del Norte, que junto a los derechos de los ciudadanos y la factura del divorcio comunitario es uno de los asuntos prioritarios.
"Ambas partes siguen comprometidas con los Acuerdos del Viernes Santo
 y con alcanzar una solución flexible e imaginativa para abordar 
circunstancias únicas sobre las fronteras", dijo el negociador 
británico.
Davis precisó que esa solución también deberá recoger 
"mecanismos para preservar el Área de Viaje Común" y el negociador 
comunitario le solicitó "clarificar" cómo mantener esa zona.
Mientras
 que para Barnier no ha llegado el momento de las "concesiones" ya que 
se encuentran al comienzo de la negociación, Davis dejó claro que "nadie espera un acuerdo punitivo".
"Michel y yo estamos a favor de un buen acuerdo", concluyó el responsable británico.

 
 
 
 
 
 
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