MADRID.-  La industria metalúrgica española logró salvar la 
mayor parte de sus empleos en 2011 gracias a las exportaciones que 
realizó el sector, que aumentaron un 12,8% durante el ejercicio, si bien
 lo hicieron a un ritmo inferior al de 2010, cuando las ventas al 
exterior del sector del metal se incrementaron un 15,9%.
   Según publica la patronal del metal, Confemetal, en su informe 
anual sobre negociación colectiva, el número de ocupados en la industria
 del metal se situó en 965.900 personas a cierre del año pasado, cifra 
inferior en un 0,4% a la de 2010, cuando el sector daba empleo a 969.600
 personas. 
   Por su parte, el número medio de parados en la industria del metal
 alcanzó en 2011 los 81.025 desempleados, un 13,6% menos que en 2010, 
con lo que la tasa de paro del sector se redujo hasta el 7,7%, un punto 
menos que en el ejercicio anterior. Confemetal achaca este descenso del 
desempleo a la caída en un 1,5% de la población activa en el sector.
   La patronal subraya en su informe que, para el sector del metal, 
2011 fue un año marcado por la crisis económica, lo que se dejó notar en
 la negociación de los convenios provinciales, que constituyen el grueso
 de la negociación colectiva de esta industria.
   La actividad del sector no se desarrolló el año pasado "tan 
favorablemente" como se estimaba a comienzos de año debido a la atonía 
de la demanda interna. La producción industrial de este sector se 
contrajo un 3,1% en 2011, en contraste con el repunte del 0,4% que 
experimentó en 2010, pero lejos del retroceso del 24,6% que se registró 
en 2009 y que fue el peor resultado del metal en las últimas décadas.
   Su cifra de negocios se incrementó un 1,4% en el conjunto de 2011,
 después de un arranque de año muy positivo, que fue diluyéndose con el 
paso de los meses, por lo que el crecimiento de la facturación se vio 
reducido respecto de las expectativas iniciales, quedándose a 5,5 puntos
 del repunte de 2010.
   Las exportaciones de bienes impidieron que el balance del sector 
correspondiente a 2011 fuera del todo negativo. Así, la industria del 
metal ha conseguido elevar nuevamente su facturación y mantener el 
grueso del empleo. La caída de la actividad hizo además que la tasa de 
paro bajara un punto respecto a 2010.
   En este contexto fue donde se desarrolló la negociación colectiva 
del metal de 2011, con un número de convenios, empresas y trabajadores 
cubiertos por la misma inferior al de años anteriores. Más de la mitad 
de los convenios de este sector registrados en 2011 eran revisiones de 
pactos firmados en años anteriores, con muy pocos convenios nuevos y 
además firmados "con lentitud", según Confemetal.
   La patronal concreta que los convenios nuevos del sector 
recogieron incrementos "relativamente moderados" en 2011, del 1,6%, en 
línea con la banda salarial acordada en el acuerdo interconfederal de 
negociación colectiva 2010-2012. Por el contrario, Confemetal señala que
 los convenios revisados registraron aumentos salariales "ajenos al 
contexto y la situación económica española", con un promedio del 2,68%.
   Entre otras razones, la organización empresarial achaca este 
comportamiento a la activación de las cláusulas de revisión salarial en 
los convenios plurianuales que la tienen pactada y que fijan su aumento 
salarial a partir de la inflación final del ejercicio o de cualquier 
otro método "ajeno a la situación real de las empresas".
   La estructura negocial del metal es bastante compleja, pues se 
trata de un sector nutrido básicamente de pequeñas empresas (el 90% de 
las 180.000 compañías de la industria del metal tienen en plantilla de 
menos de 10 trabajadores) y donde abundan los convenios sectoriales 
provinciales. 
   Por estos motivos, cuando se anunció la reforma laboral, que daba 
prioridad al convenio de empresa por encima del resto, Confemetal lanzó 
la voz de alarma y ahora, en su informe de 2011, vuelve a repetir que 
las características del sector (medianas y sobre todo pequeñas empresas)
 no son las más adecuadas para negociar un convenio a nivel de empresa. 
   Tampoco se puede ignorar, dice, que la negociación provincial es 
"absolutamente necesaria" para seguir dando cobertura a unas pymes que 
muchas veces carecen del número de trabajadores necesarios para contar 
con representación sindical. "La eliminación o minusvaloración de dicho 
ámbito negocial podría generar problemas de cobertura no deseados", 
avisa la patronal metalúrgica.
   Confemetal firmó con CC.OO. y UGT el llamado 'acuerdo de 
estructura', por el que se apuesta por un modelo de descentralización 
articulado, basado en un reparto de materias efectuado desde el ámbito 
estatal, pero coordinado todo ello con el empresarial, de manera que en 
los ámbitos inferiores se podrán adaptar las condiciones laborales a las
 circunstancias del mercado.

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