
El ministro filipino de Planificación Socioeconómica, Ralph Recto, indicó que el descenso de los precios de los carburantes y la energía en diciembre contribuyó a aliviar la presión inflacionaria.
Aunque todavía no se han difundido los datos oficiales sobre el crecimiento de la economía el año pasado, el Banco Asiático de Desarrollo en su última revisión atribuye a Filipinas un alza del 4,5 por ciento en 2008 y del 3,5 por ciento en 2009.
En 2007, la inflación fue del 2,8 por ciento y el Producto Interior Bruto aumentó un 7,3 por ciento.
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